Apostatar es una fiesta
Un centenar de personas se manifiesta en Sevilla en demanda de m¨¢s facilidades para dejar la Iglesia cat¨®lica
"Distinguido Se?or: por la presente quiero comunicarle, de forma resolutiva, mi voluntad de que sea destruida, de forma inmediata, toda referencia a mi persona en sus ficheros y archivos parroquiales". As¨ª empezaban todos los textos entregados ayer en el Obispado de Sevilla por unas cien personas que se acercaron all¨ª para apostatar de la Iglesia cat¨®lica. Se trat¨® del primer acto de apostas¨ªa masiva realizado en la ciudad.
A las 12.00 parti¨® la comitiva al ritmo de tambores y silbatos desde el barrio de la Alameda. All¨ª naci¨® la asociaci¨®n convocante, APAGA (Asamblea Pro Apostas¨ªa de Gente de la Alameda). "?ramos un grupo de amigos que nos dimos cuenta de que ten¨ªamos el inter¨¦s com¨²n de apostatar y no sab¨ªamos muy bien c¨®mo", afirm¨® uno de los portavoz de APAGA, que prefiri¨® no decir su nombre. "Cada uno tiene sus razones para tomar esta decisi¨®n. Nosotros lo ¨²nico que hacemos es exigir que se faciliten los tr¨¢mites para llevar a cabo nuestra voluntad y que no se nos siga contando como miembros de la Iglesia ni se act¨²e en nuestro nombre. Y, sobre todo, queremos demostrar que apostatar es posible".
Entrar y formar parte de la Iglesia es f¨¢cil. Salirse de ella, no tanto. Eso es lo que piensan muchos de los manifestantes. "Existen multitud de trabas burocr¨¢ticas que entorpecen nuestra libre elecci¨®n de apostatar", explica el portavoz. Entre los impedimentos que critica el colectivo APAGA, se destaca que las personas que desean abandonar la Iglesia deben entregar la documentaci¨®n en la misma di¨®cesis donde hayan sido bautizados. As¨ª, desde el colectivo se recuerdan casos como el de "un compa?ero que fue bautizado en Par¨ªs y s¨®lo all¨ª puede entregar el papeleo".
Uno de los portavoces del Obispado de Sevilla neg¨® ayer que la Iglesia obstaculice la apostas¨ªa y afirm¨® que ese derecho se "respeta totalmente", como marca el Concilio Vaticano II y consta en la propia normativa del arzobispado sevillano. La misma fuente record¨® que el procedimiento regulador para abandonar la Iglesia est¨¢ publicado en el Bolet¨ªn Oficial de la Archidi¨®cesis, inform¨® la agencia Efe.
El trayecto desde la Alameda hasta el mismo Obispado, junto a la catedral, fue una fiesta. El centenar de personas a punto de renegar de su bautismo, bailaban y brincaban portando carteles donde se pod¨ªan leer mensajes como "Qu¨¦ alegr¨ªa mi primera apostas¨ªa"o "mientras mueren en la valla, la Iglesia se calla".
A cada rato, la particular procesi¨®n se paraba y organizaba una peque?a representaci¨®n. Un par de cartones formaban la puerta de una iglesia imaginaria. Y en lo alto, un cartel: salida. Entre v¨ªtores y percusiones los participantes lo cruzaban una y otra vez, simbolizando su abandono de la instituci¨®n religiosa.
El ¨²ltimo teatrillo fue en la puerta del Obispado. Los manifestantes se hab¨ªan mezclado, no s¨®lo con los turistas -que los observaban sin entender demasiado de qu¨¦ iba todo-, si no con feligreses que se acercaban a la catedral. Un par de ellos, j¨®venes, se acercaron increp¨¢ndoles por su presencia y por ondear una bandera tricolor republicana. ?se fue el ¨²nico incidente, que se acall¨® al grito repetido de: "?Libertad!"
Para muchos de los que hab¨ªan firmado la solicitud de apostas¨ªa, abandonar la Iglesia cat¨®lica no significa perder la fe. "Yo me considero una persona muy espiritual, pero el Vaticano me parece una organizaci¨®n c¨ªnica y con poca transparencia", dijo ayer Samanta, de 28 a?os, quien reclamaba su derecho a vivir su religiosidad en con libertad. Jes¨²s, de 45 a?os, opinaba lo mismo. En su cartel se le¨ªa: "Otra iglesia es posible". "Yo creo que el mayor enemigo de Jesucristo, las escrituras y la religiosidad en general, es la instituci¨®n de las iglesias", dijo.
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