Ferdinand Pi?ch lucha por defender su puesto en Volkswagen

Ferdinand Pi?ch, de 68 a?os, presidente del consejo de vigilancia de Volkswagen, el mayor fabricante europeo de coches, no est¨¢ dispuesto a rendirse sin luchar. A las informaciones de un intento de golpe de Estado para quitarle del cargo, Pi?ch ha replicado con firmeza en unas declaraciones al servicio de noticias Spiegel Online: "A lo largo de mi carrera algunos intentaron echarme, pero ninguno lo consigui¨®".

Se habla ya de guerra en la cumbre de Volkswagen ante la reuni¨®n del consejo de vigilancia prevista para ma?ana. No parece que vaya a llegar la sangre al r¨ªo. Al menos Ferdinand Pi?ch, que fue presidente del grupo, puede sentirse seguro. En el consejo de vigilancia se sientan 20 personas, 10 representantes del capital y 10 de los trabajadores.

La informaci¨®n del viernes en la primera plana de Financial Times Deutschland sobre un golpe de Estado en marcha contra Pi?ch, por la presunta colisi¨®n de intereses que supone su condici¨®n de copropietario de Porsche, proced¨ªa de la parte empresarial del consejo. Los representantes de los trabajadores ya han dejado claro que no se suman al golpe. El dirigente de IG Metall J¨¹rgen Peters, que ocupa uno de los puestos del consejo, declar¨® a la agencia Reuters que ¨¦l no sabe nada del plan y que los representantes de los obreros votar¨¢n a favor de Pi?ch. Una portavoz del mismo sindicato declar¨® en Francfort: "Apoyamos a Pi?ch y no vemos motivos para quitarlo del cargo. No estamos disponibles para acciones con motivaci¨®n pol¨ªtica o intentos de golpe".

Estas palabras aluden sin mencionarlo al posible inter¨¦s y maniobras del primer ministro democristiano de Baja Sajonia, Christian Wulff, que tambi¨¦n ocupa un puesto en el consejo de vigilancia del fabricante de coches.

Baja Sajonia, donde se encuentra Wolfsburgo, la sede central de Volkswagen, posee el 18,2% de las acciones del consorcio automovil¨ªstico. El Estado federado de Baja Sajonia ha perdido ya en la pr¨¢ctica la condici¨®n de accionista mayoritario de la compa?¨ªa. Porsche, otro de los grandes del autom¨®vil en Alemania, se ha asegurado ya la propiedad de un 18,53% de Volkswagen y podr¨ªa en breve aumentar ese porcentaje en un 3,4%. La direcci¨®n de la compa?¨ªa le ha ofrecido ese 3,4% mediante una ampliaci¨®n de capital en la que no entrar¨ªan otros accionistas.

Esta operaci¨®n parece contar con el benepl¨¢cito de las autoridades antimonopolio alemanas. Cuando complete su desembarco en Volkswagen, Porsche podr¨ªa exigir dos o tres puestos en el consejo de vigilancia acorde con su porcentaje en la propiedad.

Colisi¨®n de intereses

Wulff parece haber declarado la guerra a Pi?ch y sus relaciones con Porsche no son buenas. Seg¨²n el diario S¨¹ddeutsche Zeitung, el candidato de Wulff para ocupar el puesto de Pi?ch ser¨ªa el ex directivo de Siemens Heinrich von Pierer, que ya ocupa un asiento en el consejo de vigilancia de Volkswagen. El principal argumento contra Pi?ch es su condici¨®n de copropietario de Porsche, la empresa familiar que fund¨® su abuelo, el legendario Ferdinand Porsche. Adem¨¢s, se encuentran de por medio las participaciones de Pi?ch en varias empresas proveedoras de Volkswagen en el este de Europa. Esto se considera un caso de evidente colisi¨®n de intereses y se trata de empujar a Pi?ch a ceder de forma voluntaria su puesto en el consejo de vigilancia de Volkswagen.

El patriarca del autom¨®vil no est¨¢ por la labor de entregarse sin luchar. Para complicar el panorama, pesa sobre Pi?ch la amenaza de verse salpicado por el esc¨¢ndalo de los gastos con prostitutas de lujo de algunos directivos y representantes sindicales del fabricante de autom¨®viles. Las declaraciones de uno de los implicados en el caso involucran al presidente del consejo de vigilancia como probable conocedor de la pol¨ªtica de hacer la vista gorda ante la fornicaci¨®n a cuenta de Volkswagen de varios de sus dirigentes.