El efecto perverso de las guardias

Aprenden m¨¢s cuanto m¨¢s trabajan los m¨¦dicos residentes en periodo de formaci¨®n especializada? ?Es razonable, como ocurre ahora, obligar a los MIR a realizar, con esta excusa, jornadas laborales extenuantes, de hasta 30 horas ininterrumpidas? La respuesta para ambas preguntas es un no rotundo, seg¨²n se desprende de varios estudios que han analizado c¨®mo afectan las guardias sobre la salud y la calidad de la asistencia que prestan los m¨¦dicos en formaci¨®n.

Los resultados de todos los trabajos apuntan las mismas conclusiones: la sobrecarga de trabajo no s¨®lo no ayuda al m¨¦dico en formaci¨®n a perfeccionar sus conocimientos, sino que adem¨¢s repercute negativamente sobre su salud y aumenta el riesgo de cometer errores m¨¦dicos. Uno de los estudios, realizado en Estados Unidos, va incluso m¨¢s all¨¢ al asegurar que las jornadas prolongadas que suelen realizar los m¨¦dicos internos provocan una incapacidad similar a la producida por el consumo de entre tres y cuatro bebidas alcoh¨®licas.

Algunos MIR aseguran que la mejora de sus condiciones va ligada al bien de los pacientes

El 60% de los residentes declara haber cometido alg¨²n error grave a causa de la fatiga

Aunque pr¨¢cticamente ning¨²n m¨¦dico se escapa de las guardias, el peso de las m¨¢s duras y estresantes, las de las urgencias hospitalarias, recae b¨¢sicamente sobre los m¨¦dicos residentes y muy especialmente sobre los MIR peque?os, como se conoce en el argot de la profesi¨®n a los que se encuentran en el primer a?o de formaci¨®n. En la mayor¨ªa de hospitales espa?oles, muchos de estos profesionales se ven obligados a realizar entre cinco y seis guardias al mes, a menudo sin librar al d¨ªa siguiente "por necesidades del servicio". Esto significa que despu¨¦s de 24 horas de guardia deben empalmar con la jornada del d¨ªa siguiente sin apenas haber descansado, ya que la fren¨¦tica actividad propia de los servicios de urgencias a menudo no deja tiempo ni para salir a tomar un bocadillo.

?C¨®mo soportan los MIR estas jornadas maratonianas? ?Qu¨¦ consecuencias acarrean sobre su salud y sobre el ejercicio de su profesi¨®n? En Espa?a, el primer estudio que ha indagado en estas cuestiones ha sido realizado por la Asociaci¨®n Espa?ola de M¨¦dicos Internos Residentes a trav¨¦s de 500 encuestas a m¨¦dicos residentes de todo el territorio espa?ol y todas las especialidades m¨¦dicas. Los resultados que arroja el estudio son demoledores: m¨¢s de la mitad de los residentes encuestados aseguran que no libraban nunca despu¨¦s de realizar una guardia, por lo que llegaban a realizar jornadas de hasta 32 horas sin pr¨¢cticamente descansar. El 18% admite que durante estas largas jornadas utilizaba f¨¢rmacos de forma sistem¨¢tica para evitar el sue?o, mientras que otro 33,7% lo hac¨ªa espor¨¢dicamente. Un abrumador 60% de los m¨¦dicos encuestados dijo haber cometido alg¨²n error grave en el ejercicio de su profesi¨®n a causa de la fatiga, y hasta el 34,7% asegur¨® que hab¨ªa sufrido alg¨²n accidente en la carretera tras finalizar la guardia.

La falta de descanso y el estr¨¦s tambi¨¦n pasan factura sobre la salud de m¨¢s del 50% de los m¨¦dicos en formaci¨®n, seg¨²n se desprende del estudio. Cefaleas, lumbalgia, gastroenteritis, alteraci¨®n cr¨®nica del ritmo del sue?o y depresi¨®n son algunos de los trastornos m¨¢s frecuentes.

La Asociaci¨®n Espa?ola de M¨¦dicos Residentes decidi¨® realizar el estudio para disponer de "evidencia cient¨ªfica" acerca de los efectos de las guardias sobre los 20.000 MIR que hay en Espa?a. "Exist¨ªan estudios realizados en otros pa¨ªses de Europa y Estados Unidos, pero no ten¨ªamos datos sobre Espa?a", se?ala Bel¨¦n Alonso, presidenta de la Asociaci¨®n Espa?ola de M¨¦dicos Residentes, que est¨¢ realizando el quinto a?o de especializaci¨®n en medicina interna en el Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negr¨ªn.

Alonso admite que los m¨¦dicos internos residentes, adem¨¢s de ejercer en el hospital una funci¨®n autoformativa, tambi¨¦n desarrollan una labor asistencial atendiendo pacientes. "El problema es que con demasiada frecuencia se abusa de esta segunda funci¨®n de los MIR para suplir las carencias de personal del sistema y se utiliza a estos profesionales en formaci¨®n como si fueran de plantilla y no para complementarla", se?ala Alonso. "Si la totalidad de los residentes libraran despu¨¦s de las guardias se producir¨ªa un descalabro en el sistema. Quedar¨ªan muchos huecos por cubrir", agrega. Y es que en muchos hospitales, el 90% de la actividad de los servicios de urgencias recae sobre los m¨¦dicos en formaci¨®n, sobre los que pesa una gran responsabilidad. Los m¨¦dicos con menos experiencia son los que afrontan la asistencia m¨¢s comprometida. "Desde el primer d¨ªa, en las urgencias atend¨ªamos a los pacientes, hac¨ªamos las exploraciones, el diagn¨®stico y d¨¢bamos altas. Habitualmente, hab¨ªa dos m¨¦dicos adjuntos a los que los MIR peque?os pod¨ªamos pedir ayuda u opini¨®n, pero no era f¨¢cil que nos pudieran echar una mano en un servicio completamente saturado", explica Ona Mero?o sobre su primer a?o de MIR en el Hospital Josep Trueta de Girona. Ahora est¨¢ en el cuarto a?o de especializaci¨®n en cardiolog¨ªa y las guardias son menos frecuentes y menos estresantes. Pero en su primer a?o de residente se vio obligada a realizar m¨¢s de una guardia a la semana en la puerta -como denominan los profesionales al servicio de urgencias-, casi siempre sin poder librar al d¨ªa siguiente. "Despu¨¦s de 24 horas agotadoras, que aguantaba a base de caf¨¦ y coca-cola, empezaba sin descansar una nueva jornada. Y no te digo c¨®mo estaba: f¨ªsica y mentalmente fatigada. En estas condiciones nadie puede rendir lo suficiente y corre mayor riesgo de cometer errores", explica Ona.

El estudio de la Asociaci¨®n Espa?ola de M¨¦dicos Residentes destaca que el sistema de formaci¨®n MIR "es inevitablemente duro, pero es el mejor de los sistemas posibles para que un m¨¦dico se convierta en un buen especialista". Sin embargo, el trabajo concluye que hay que mejorarlo, con una regulaci¨®n de las condiciones de trabajo de los residentes, "por el bien del propio residente, por el de los pacientes y por el del sistema sanitario". "Es err¨®neo pensar que cuanto m¨¢s se trabaja m¨¢s se aprende, porque existe un punto en que la fatiga impide adquirir nuevos conocimientos", indica Alonso.

La presidenta de la Asociaci¨®n de M¨¦dicos Residentes recuerda que la ministra de Sanidad, Elena Salgado, se comprometi¨® a regular las condiciones de los MIR mediante un real decreto. En ¨¦l se deber¨ªa incluir, seg¨²n la asociaci¨®n, la libranza obligatoria despu¨¦s de la guardia, una mejora salarial y la delimitaci¨®n de las funciones de los MIR. "Es preocupante que s¨®lo el 27,4% de los residentes est¨¦n supervisados durante las guardias y que casi el 40% de los informes de alta los den ellos sin ninguna supervisi¨®n porque no hay m¨¦dico adjunto disponible", lamenta Alonso.