Seriedad

No daba cr¨¦dito cuando el s¨¢bado d¨ªa 8, ante la at¨®nita mirada de unos cuantos ciudadanos en los jardines de ?pera, delante del Palacio Real, un elevado n¨²mero de motos de alto nivel comenzaron a llegar y "exponerse" ostentosamente ante nuestros ojos. Lo sorprendente e indignante de este despliegue, claramente publicitario y consumista, adornado con toda la parafernalia est¨¦tica que requiere evidenciar los estatus sociales, fue que estaba amparado y custodiado por la Polic¨ªa Municipal: no s¨®lo miraba con envidia aquellos aparatos grandiosos, sino que en un alarde de "labor ciudadana" los escolt¨® desde el Palacio Real hasta Sol. Fue un recorrido de ida y vuelta que les permiti¨® emitir todo tipo de sonidos id¨¦nticos a los de las sirenas de bomberos, ambulancias y hasta la propia polic¨ªa, am¨¦n de todo tipo de sonidos horteras y chabacanos que acompa?aban a la iluminaci¨®n verbenera de aquellos veh¨ªculos. Ello atentaba contra toda norma de respeto, y sumando contaminaci¨®n ac¨²stica a nuestros ya suficientemente maltratados o¨ªdos.

Se?or alcalde, los impuestos madrile?os, esos que nos ha subido recientemente de forma espectacular, esos que parece que tendr¨ªan que ir dirigidos a mejorar los servicios a los sufridos madrile?os, no est¨¢n para pagar estupideces. Sea serio, se?or alcalde.