Sally Potter ofrece en 'Yes' una visi¨®n esperanzada del encuentro de culturas
El 12 de septiembre de 2001, al d¨ªa siguiente de los atentados contra las Torres Gemelas, la cineasta Sally Potter (Londres, 1949) empez¨® a escribir el gui¨®n de Yes a¨²n bajo el efecto del horror terrorista. Pero, en vez de concebir una historia catastrofista sobre el choque de culturas, opt¨® por la esperanza, y el resultado es un filme, que ayer se present¨® en el Festival de Cine de Sitges, donde Potter apuesta por el encuentro entre Oriente y Occidente.
Sally Potter, core¨®grafa, bailarina, instrumentista y performer, adem¨¢s de directora de cine, dijo ayer en rueda de prensa que Yes -incluida en la secci¨®n no competitiva Seven chances, la Semana de la Cr¨ªtica- es en realidad "una historia de amor" que le permite tratar el conflicto entre culturas a trav¨¦s de los dos personajes principales, interpretados por la actriz Joan Allen y el actor Simon Abkarian. La mujer es una brillante bi¨®loga de origen irland¨¦s pero criada en Estados Unidos, cuyo matrimonio con un pol¨ªtico brit¨¢nico va a la deriva. El hombre, un m¨¦dico liban¨¦s que se gana la vida como cocinero en un restaurante.
La trama sigue el hilo del apasionado romance que inician ambos y que acaba desembocando en un desencuentro, con la pol¨ªtica y la religi¨®n como trasfondo. "Al principio, los dos se hallan en una burbuja de amor; sin embargo, poco a poco la realidad se impone y, al final, el choque de culturas se expresa en el seno de la relaci¨®n", coment¨® la directora de Orlando, que recibi¨® en 1993 en Sitges el premio a la mejor pel¨ªcula.
La cineasta, no obstante, elige para Yes un desenlace esperanzado, que describi¨® como "un atisbo de luz al final del t¨²nel". "En estos tiempos hay una desesperanza terrible por culpa de los fundamentalismos; yo intento apartarme de todo eso".
Lo que no significa, dej¨® bien claro Sally Potter, que ella sea absolutamente optimista sobre el ma?ana de las relaciones entre Oriente y Occidente. "El futuro no est¨¢ escrito. Yo trabajo en un espacio imaginario, que es el cine, y en este ¨¢mbito he optado por la esperanza", se?al¨®.
Ejemplos de convivencia
En cuanto a la vida real, Potter fue muy cr¨ªtica con los poderosos y redujo las razones de "la confrontaci¨®n" entre culturas a "causas pol¨ªticas y econ¨®micas". "No puedo imaginar otras, porque hist¨®ricamente tenemos muchos ejemplos de convivencia, entre musulmanes y cristianos, entre ateos y creyentes...".
La directora atribuy¨® a la enorme carga pol¨ªtica que contiene el filme las dificultades que tuvo para encontrar financiaci¨®n. Y tambi¨¦n al lenguaje utilizado. Los personajes, por ejemplo, hablan en verso ("eso les permite decir cosas que en prosa ser¨ªan imposibles de articular; adem¨¢s, les aporta mucha m¨¢s fluidez mental"). "Los posibles inversores la consideraban una pel¨ªcula demasiado arriesgada", record¨® la cineasta.
Por fin, Yes, en la que participan grandes nombres del mundo de la cultura como Philip Glass y Tom Waits, autores de la m¨²sica junto a Sally Potter, acab¨® de rodarse hace un a?o, "y algunos de los que trabajaron en el filme cobraron mucho despu¨¦s".
Por lo dem¨¢s, el d¨ªa de ayer en Sitges estuvo protagonizado por el director coreano Park Chan-wook -cuya pel¨ªcula Old boy fue premiada por el festival en la pasada edici¨®n-, que presenta Sympathy for Lady Vengeance, y, sobre todo, por uno de los cineastas m¨¢s esperados, Quentin Tarantino, que se dej¨® ver por primera vez por los pasillos del hotel Gran Meli¨¤, sede del certamen. En esta ocasi¨®n, el director de Kill Bill acude como productor de Hostel, de Eli Roth. Por ahora, Tarantino s¨®lo ha pedido una cosa a la organizaci¨®n: un pase privado de la cinta vietnamita Siete espadas, de Tsui Hark, la ¨²nica por la que se ha interesado. Por supuesto, lo tendr¨¢.
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