"Espa?a es vista todav¨ªa como una unidad por los latinoamericanos"
Jos¨¦ Miguel Insulza, secretario general de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) desde el pasado mes de mayo, ex ministro de Asuntos Exteriores y de Interior de Chile, participa en la cumbre de Salamanca como uno de los observadores mejor situados para analizar la situaci¨®n de Am¨¦rica Latina y su relaci¨®n con el resto del mundo. En su opini¨®n, Espa?a es un referente esencial en la evoluci¨®n de la pol¨ªtica latinoamericana pero no debe ser vista como una alternativa a Estados Unidos. Insulza, de 62 a?os, propicia un acercamiento entre Washington y el Gobierno de Venezuela y considera poco realista en la actualidad un debate para la reincorporaci¨®n de Cuba a la OEA.
Pregunta. ?Qu¨¦ representa hoy Espa?a para Am¨¦rica Latina?
"Las empresas que llegan a Am¨¦rica son espa?olas, no importan que sus nombres sean catalanes o vascos" "Venezuela no ha sido planteado nunca como un problema dentro de la OEA"
"Para Am¨¦rica Latina lo importante es que Espa?a tenga una pol¨ªtica exterior fuerte y una presencia fuerte" "Latinoam¨¦rica no est¨¢ en estos momentos entre los ejes de crisis de EE UU, y eso no me parece mal"
Respuesta. Espa?a es vista en Am¨¦rica Latina como el pa¨ªs m¨¢s cercano. Dejando de lado los temas hist¨®ricos y culturales que son base de eso, en los ¨²ltimos 30 a?os Espa?a ha fortalecido sus v¨ªnculos con Am¨¦rica Latina con una presencia pol¨ªtica mucho mayor, con la presencia de empresas espa?olas, con intercambios culturales... en todos los planos. Sin dejar de lado la influencia de otros pa¨ªses, Espa?a es vista por los latinoamericanos como una relaci¨®n primordial.
P. ?Afecta la evoluci¨®n interna de Espa?a a las relaciones con Am¨¦rica Latina?
R. La pol¨ªtica internacional s¨ª. La pol¨ªtica exterior europea siempre ha sido vista en Am¨¦rica Latina como una forma, no de reemplazar a la influencia de otros pa¨ªses y otras regiones, no de ser una alternativa a Estados Unidos, pero s¨ª de diversificar y de tener una pol¨ªtica exterior m¨¢s amplia. Pero por lo que respecta a los temas internos de Espa?a, el debate entre las comunidades, no son tema de discusi¨®n en Am¨¦rica Latina, no son relevantes por lo que se refiere a la posici¨®n de los latinoamericanos hacia Espa?a. Espa?a es vista todav¨ªa como una unidad por los latinoamericanos, eso es lo fundamental, aunque claro eso puede cambiar en la medida en que cambien las cosas aqu¨ª. Para Am¨¦rica Latina lo importante es que Espa?a tenga una pol¨ªtica exterior fuerte y una presencia fuerte. Las empresas que llegan a Am¨¦rica Latina son espa?olas, no importan que tengan nombres catalanes, vascos o castellanos.
P. ?Cree que la pol¨ªtica de Am¨¦rica Latina est¨¢ demasiado supeditada a sus relaciones con Estados Unidos?
R. Yo no creo que Estados Unidos tenga hoy la posici¨®n de un pa¨ªs que trata de impedir la relaci¨®n de Am¨¦rica Latina con el mundo. Por el contrario, yo creo que se siente c¨®modo con que Am¨¦rica Latina tenga sus propias relaciones. Alguna gente se queja de que Estados Unidos muestra en estos momentos poco inter¨¦s hacia Am¨¦rica Latina. Yo creo que lo que quieren decir es que Am¨¦rica Latina no est¨¢ en estos momentos entre los ejes de crisis de Estados Unidos, y a m¨ª eso no me parece mal. Yo creo que tenemos que tener relaciones normales con EE UU y lo menos cruzadas posibles con los factores de crisis que a veces influyen en la pol¨ªtica norteamericana.
P. ?Ha supuesto la Administraci¨®n de George Bush un retroceso en las relaciones EE UU-Am¨¦rica Latina?
R. No lo veo como un retroceso. Yo veo bastante atenci¨®n hacia Am¨¦rica Latina y espero que se mantenga. Y no act¨²a con una pol¨ªtica de imposici¨®n. Estados Unidos es ciertamente el 80% del Producto Interno Bruto de las Am¨¦ricas, pero esto no significa que traten de imponer su pol¨ªtica.
P. ?Es la OEA una organizaci¨®n tan irrelevante como se piensa?
R. En el periodo de la guerra fr¨ªa, la OEA no fue nada irrelevante. Pueden gustarnos o no las cosas que hizo, pero no fue irrelevante en Guatemala, en la Rep¨²blica Dominicana, en Cuba... Hoy trabajamos muy intensamente en las crisis de Am¨¦rica Latina: en Colombia, en Hait¨ª, en Nicaragua, en Bolivia... Pero, por supuesto, nuestra pol¨ªtica m¨¢s general debe de ser la de tratar de prevenir las crisis.
P. ?Cu¨¢l es hoy el desaf¨ªo principal en ese terreno?
R. Yo creo que hoy el reto principal es el de la gobernabilidad, entendida tanto en cuanto a estabilidad de los Gobiernos como la calidad de los Gobiernos. En los ¨²ltimos 15 a?os 11 presidentes de Am¨¦rica Latina no han podido terminar sus mandatos, y adem¨¢s cinco de sus reemplazantes tampoco pudieron culminar el periodo. Esto da cuenta de una inestabilidad que otorga demasiada ventaja a otras regiones del mundo.
P. ?Ha considerado usted la posibilidad de sacar la OEA de Washington y buscar una sede en otro pa¨ªs?
R. Se ha planteado muchas veces. Pero yo soy realista, se trata de una empresa de grandes proporciones, y yo no aprecio una presi¨®n en Washington que nos impida trabajar con normalidad.
P. ?Es justa la queja del presidente colombiano ?lvaro Uribe sobre el exceso de "turismo presidencial"?
R. Hay que buscar una forma de aligerar las agendas de los presidentes y hacer funcionar m¨¢s a las canciller¨ªas. No se pueden tener tantos organismos internacionales. Hemos tenido una cantidad excesiva de cumbres, y eso no ayuda a tomar decisiones relevantes.
P. ?Constituye el r¨¦gimen de Venezuela una irregularidad dentro del panorama actual en Am¨¦rica Latina?
R. Desde que yo estoy al frente de la organizaci¨®n no he tenido nunca un problema con Venezuela ni Venezuela ha sido planteado nunca como un problema dentro de la OEA. No niego que las dificultades entre Venezuela y EE UU se han trasladado a veces a los debates, pero Venezuela es un miembro que colabora mucho con la organizaci¨®n. No tengo ning¨²n reparo que formular.
P. ?No siente la necesidad de estar atento a las condiciones democr¨¢ticas en Venezuela?
R. Venezuela nos ha planteado una observaci¨®n de las elecciones de fin de a?o y hemos acordado las condiciones de esa observaci¨®n. Sin referirme a nadie en particular, cualquier alteraci¨®n del orden democr¨¢tico constituye un tema de preocupaci¨®n para la OEA, pero nosotros no hemos visto en Venezuela ninguna alteraci¨®n sustancial de las reglas del juego. De forma personal, yo lo que s¨ª quisiera es ver un mejor di¨¢logo entre Estados Unidos y Venezuela.
P. ?Deber¨ªa levantarse la suspensi¨®n a Cuba en la OEA?
R. La verdad es que el tema nunca ha sido tratado a fondo, yo creo que porque todo el mundo sabe que no producir¨ªa ning¨²n efecto positivo, no nos pondr¨ªamos de acuerdo y, probablemente, quedar¨ªamos m¨¢s divididos todav¨ªa. Pero, naturalmente, no quisiera que de forma permanente un pa¨ªs latinoamericano estuviera excluido del debate.
P. ?Podr¨ªa eso ocurrir en breve?
R. La realidad es que muchas caracter¨ªsticas del sistema vigente en Cuba no coinciden con las exigencias de la Carta de la OEA. En estos momentos no hay condiciones para facilitar una aproximaci¨®n.
P. Visto en perspectiva, usted, que tuvo un papel crucial durante el conflicto entre Espa?a y Chile a prop¨®sito de Pinochet, ?cree que su detenci¨®n tuvo un papel positivo en el desarrollo de la democracia en Chile?
R. Yo sigo pensando que la detenci¨®n de Pinochet no fue conforme a derecho, que Espa?a no ten¨ªa atribuciones, pero he de reconocer que la historia cambi¨®. Eso es real. El aprecio de los derechos humanos en el mundo no fue el mismo despu¨¦s de la detenci¨®n de Pinochet. Yo ya hab¨ªa firmado el tratado para la Corte Penal Internacional un mes y medio antes de la detenci¨®n de Pinochet, pero despu¨¦s adquiri¨® un nuevo dramatismo. Para la globalizaci¨®n de los derechos humanos, la detenci¨®n de Pinochet jug¨® un papel central.
P. ?Comparte entonces ahora la pretensi¨®n de la justicia espa?ola de actuar fuera de sus fronteras en algunos asuntos?
R. Yo en esto digo lo mismo que dec¨ªan muchos durante el debate sobre la guerra de Irak: s¨ª, siempre que lo decida Naciones Unidas. La mejor forma de internacionalizaci¨®n es que nos demos todos las mismas reglas y que las cumplamos todos. Y que nadie se abrogue el derecho a actuar unilateralmente cuando corresponde a intereses de todos.
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