El principal asesor de Bush declara por cuarta vez en el caso de la agente de la CIA
Tensi¨®n en la Casa Blanca por la posibilidad de que Karl Rove sea procesado
Karl Rove, el principal asesor pol¨ªtico de George W. Bush, compareci¨® ayer por cuarta vez ante el Gran Jurado que trata de determinar si se cometi¨® un delito al filtrarse el nombre de una agente de la CIA, Valerie Plame, y si hay materia suficiente para un proceso. Tras las declaraciones de varios periodistas, est¨¢ claro que tanto Rove como I. Lewis Lobby, jefe de gabinete del vicepresidente Cheney, hablaron del asunto, a pesar de que la Casa Blanca lo desminti¨® hace dos a?os, cuando estall¨® el caso. Las encuestas presidenciales, adem¨¢s, son p¨¦simas.
El Gran Jurado concluir¨¢ su labor -investigar de d¨®nde sali¨® la informaci¨®n que destap¨® el nombre de Valerie Plame en una represalia contra su marido, el ex diplom¨¢tico Joseph Wilson, que hab¨ªa desacreditado la tesis de que Irak quiso comprar uranio en N¨ªger- dentro de dos semanas. Revelar intencionadamente la identidad de una agente secreta es un delito grave; en caso de que sea imposible probar la intencionalidad, hay otras acusaciones que pueden entrar en juego, desde falsas declaraciones hasta obstrucci¨®n de la justicia o perjurio. El hecho de que Rove haya ido cuatro veces a declarar es m¨¢s que inquietante; es posible que las revelaciones de la periodista Judith Miller al salir de la c¨¢rcel -en la que se pas¨® el verano por no revelar sus fuentes en el caso- hayan dejado al descubierto alguna contradicci¨®n en testimonios anteriores de Rove.
A la espera de saber qu¨¦ elementos maneja el fiscal especial, Patrick Fitzgerald, la posibilidad de que Rove sea procesado tiene a la Casa Blanca en alta tensi¨®n. Los frentes abiertos son numerosos y el momento no pod¨ªa ser peor para el presidente: el refer¨¦ndum en Irak y la ausencia de perspectivas de retirada de las tropas, los desprop¨®sitos de la ayuda a los afectados por Katrina y las consecuencias econ¨®micas de los huracanes, la batalla interna en el campo conservador por el nombramiento de la abogada y amiga de Bush, Harriet Miers, para el Tribunal Supremo, y los esc¨¢ndalos que afectan a l¨ªderes republicanos en el Congreso y a un afamado lobbysta, Jack Abramoff, con m¨²ltiples lazos en los c¨ªrculos de poder.
Estos elementos se combinan para inyectar en el panorama pol¨ªtico y econ¨®mico una elevada dosis de incertidumbre, y en la percepci¨®n popular, la sensaci¨®n de que no hay nadie al tim¨®n. Todo ello se traduce en diversos sondeos que mantienen al presidente en el fondo del pozo: tanto la encuesta de NBC y The Wall Street Journal como la del Pew Center sit¨²an el ¨ªndice de aprobaci¨®n de Bush por debajo del 40%; la habitualmente entusiasta cadena de televisi¨®n Fox coincide tambi¨¦n en el hundimiento de la popularidad presidencial (del 45% de septiembre al 40%). S¨®lo uno de cada tres estadounidenses cree que el pa¨ªs va por buen camino.
En palabras de Andrew Kohut, presidente del Pew Center, "los datos de Bush van de mal en peor. Su ¨ªndice de aprobaci¨®n est¨¢ en un nuevo r¨¦cord negativo; y por primera vez desde que lleg¨® a la Casa Blanca, en enero de 2001, la mayor¨ªa de norteamericanos cree que ser¨¢ considerado como un mal presidente".
Ni los ocho viajes de Bush a las zonas afectadas por los huracanes ni la repetici¨®n de sus mensajes sobre los avances en la guerra contra el terrorismo y en Irak han invertido la tendencia; el pesimismo se extiende. Y al ciudadano de a pie le pone de los nervios pagar m¨¢s de tres d¨®lares el gal¨®n de gasolina (3,78 litros), una subida del 30% si se compara con los surtidores de antes del verano. Seg¨²n el sondeo de la NBC, el 69% cree que lo peor a¨²n no ha llegado con respecto al precio de la gasolina.
En esta situaci¨®n, ?es posible que la amenaza de procesamiento haya distra¨ªdo a Rove, y que eso explique el despiste presidencial sobre Nueva Orleans o el l¨ªo en el que se ha metido al nombrar a su asesora jur¨ªdica para el Supremo? La Casa Blanca, a trav¨¦s del portavoz, Scott McClellan, asegur¨® ayer que no, y que todo el mundo est¨¢ concentrado en el trabajo y la soluci¨®n de los problemas.
Pero Joseph diGenova, un republicano que fue fiscal especial, declara a The Washington Post que en absoluto hay que menospreciar el devastador efecto de los procesos jur¨ªdicos como el que rodea el caso Plame: "La gente no tiene ni idea de lo que ocurre en el curso de una investigaci¨®n; es debilitador. No es s¨®lo que distraiga, es que debilita. Es como un pu?etazo en el est¨®mago".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- CIA
- Diplomacia
- Joseph Wilson
- Valerie Plame
- Lewis Libby
- Karl Rove
- Preparativos b¨¦licos
- Guerra Golfo
- Irak
- Servicios inteligencia
- Filtraci¨®n documentos
- Seguridad nacional
- Espionaje
- Estados Unidos
- Relaciones internacionales
- Oriente pr¨®ximo
- Defensa
- Gente
- Asia
- Gobierno
- Guerra
- Fuerzas seguridad
- Conflictos
- Medios comunicaci¨®n
- Administraci¨®n Estado