Ante la alarma gripal
Cuanto m¨¢s se extiende la gripe aviar por el planeta, m¨¢s riesgo hay de que entre en contacto con el virus de la gripe humana y surja una mutaci¨®n virulenta con gran capacidad de contagio entre personas. ?se es un riesgo del que los cient¨ªficos vienen advirtiendo desde hace semanas, pero nadie se atreve a concretar en qu¨¦ plazo puede hacerse realidad. Precisamente porque la amenaza es preocupante, conviene no dejarse llevar por el alarmismo y quemar etapas antes de tiempo, porque una respuesta compulsiva y poco meditada puede dar lugar a errores que al final contribuyan al desastre.
De momento, la gripe aviar es un problema veterinario y todos los esfuerzos deben dirigirse prioritariamente a tratar de frenar la expansi¨®n del virus en los animales. Cuanta mayor sea la contenci¨®n de la epidemia en las granjas, menor ser¨¢ el riesgo de que mute. En este punto deben redoblarse la vigilancia permanente de la situaci¨®n y los controles rigurosos para evitar el trasiego de animales que pudieran estar infectados. Puesto que las aves migratorias pueden llevar el virus a pa¨ªses con pobres sistemas de control y escasos medios de actuaci¨®n, lo mejor que pueden hacer los pa¨ªses desarrollados es arbitrar medidas para ayudar a controlar la epidemia aviar all¨ª donde se compruebe que llega.
La eventualidad de una pandemia mort¨ªfera para las personas obliga a las autoridades sanitarias a tomar medidas preventivas. Pero conviene que la histeria no se adue?e de las decisiones porque puede inducir a enga?os dolorosos. Por ejemplo, cuando se comercializaron los antivirales que ahora se reclaman como posible tratamiento se advirti¨® de que su eficacia es muy limitada. Si no hay certeza de que sea un arma completamente eficaz contra la gripe com¨²n, mucho menos la tenemos respecto de un virus que ni siquiera sabemos c¨®mo ser¨¢. ?Es razonable que los pa¨ªses acumulen pedidos de este antiviral? ?No lo ser¨ªa m¨¢s disponer de una reserva mundial de antivirales y utilizarla para tratar de frenar la expansi¨®n del virus all¨ª donde se iniciara la pandemia, en el supuesto de que el medicamento revelara cierta eficacia?
Todos los expertos coinciden en que el arma realmente efectiva es la vacuna, pero para producirla se necesitar¨¢n de tres a cuatro meses a partir del momento en que se a¨ªsle el virus mutado. Convendr¨ªa en ese caso concentrar todos los esfuerzos para contener la epidemia en el punto de origen y volcar all¨ª todos los medios necesarios -f¨¢rmacos, cuarentenas, refuerzos sanitarios- con el fin de ganar tiempo para producir la vacuna. La UE ha tomado la iniciativa, pero es de esperar que la reuni¨®n de urgencia del martes desemboque en decisiones concretas.
En todo caso, deber¨ªa prepararse una respuesta global de aplicaci¨®n r¨¢pida y localizada. Y que organismos internacionales como la OMS o la FAO dispongan de algo m¨¢s que del recurso a la alarma.
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