"He ganado agresividad"
Vicente admite que est¨¢ por debajo de su mejor nivel, pero se siente maltratado en la selecci¨®n espa?ola
Cada vez que se deprime, o que quiere escaparse unas horas del f¨²tbol, Vicente se refugia en otra pasi¨®n poco habitual en sus compa?eros de profesi¨®n: los toros. Pero no los toros de la plaza, sino los de la calle: els bous al carrer, seg¨²n la tradici¨®n valenciana de suelta de vaquillas por las callejuelas de los pueblos. A eso se acogi¨® el viernes tras el entrenamiento, con dos DVD en las manos sobre tan peculiar afici¨®n, cuando se desat¨® la tormenta sobre unas declaraciones suyas en R¨¤dio 9 en las que reconoc¨ªa su fr¨ªa relaci¨®n con el barcelonista Puyol y culpaba a la prensa madrile?a de su suplencia ante San Marino.
Se siente dolido el jugador del Valencia, sometido a los vaivenes de esta monta?a rusa llamada f¨²tbol: hace un mes era el abanderado de la selecci¨®n espa?ola y hoy es suplente despu¨¦s de caer en el descr¨¦dito de los extremos. "?Extremos? No hemos perdido ni un solo partido jugando con ellos. Claro que a veces habr¨¢ que jugar de otra manera. Eso es beneficioso. Pero es injusto que se haya cargado contra Joaqu¨ªn y contra m¨ª. Pagamos los platos rotos. Ante B¨¦lgica no hice un mal partido", afirma Vicente mientras le brilla un pendiente en el l¨®bulo de su oreja izquierda. No pone excusas sobre su rivalidad con Reyes: "Es un gran jugador y, si est¨¢ mejor, es normal que juegue". Pero discrepa de Javier Clemente sobre la ligereza de la Espa?a de Luis Aragon¨¦s: "A la selecci¨®n no le falta m¨²sculo: no puede ser toda fuerza".
"En el pique con Puyol perdimos los nervios. Hay con quien tienes 'feeling' y con quien no"
"Joaqu¨ªn y yo hemos pagado los platos rotos. No hemos perdido a¨²n jugando con extremos"
A sus 24 a?os, Vicente sabe d¨®nde est¨¢. "No estoy como antes de lesionarme, cuando ganamos la Liga y la Copa de la UEFA
[fue proclamado el mejor futbolista espa?ol por los entrenadores de la Liga en 2004], pero tampoco estoy mal. ?ste es mi sexto a?o en Primera y s¨¦ c¨®mo es esto". Tambi¨¦n sabe lo que es sufrir: se pas¨® casi todo el curso pasado en blanco por una lesi¨®n de tobillo que los m¨¦dicos del Valencia tardaron meses en diagnosticar. Se deprimi¨®. "Lo pas¨¦ muy mal". Trabaj¨® en el gimnasio ma?ana y tarde. "Aprovech¨¦ para estar m¨¢s tiempo con mis padres y mi novia". Se oper¨®, pero el tobillo le sigue doliendo como una maldici¨®n. "Son unas molestias que desaparecen cuando lo caliento, que van desapareciendo, pero quiz¨¢ ya no entro con la misma fuerza o voy con un poco de miedo". F¨ªsicamente, se ve perfecto aunque advierte que en el Valencia est¨¢ corriendo demasiado por no estar el equipo ajustado t¨¢cticamente: "Estoy convencido de que voy a volver a ser el que fui". Cuesti¨®n de confianza.
Tampoco le ha ayudado la inestabilidad en el lateral izquierdo del Valencia. Echa de menos a Carboni, que pas¨® a la reserva cuando cruz¨® la barrera de los 40. Dej¨® de cubrirle las espaldas. Y de darle consejos cada vez que se juntaban por la banda. Por all¨ª han pasado sin consistencia Fabio Aurelio y Moretti. Los rivales, adem¨¢s, lo conocen de sobra. "Me dejan recibir el bal¨®n menos que antes". Machacado a golpes como ha estado, el t¨¦cnico de Mestalla, Quique Flores, le trajo a Regueiro para darle un respiro. Pero el uruguayo no se ha ganado su confianza.
Por su forma de jugar, buscando siempre el desborde y el uno contra uno, los tobillos de Vicente son carnaza para los defensas sin escr¨²pulos. Est¨¢ acostumbrado a recibir patadas, aunque ¨²ltimamente haya sacado una vena pendenciera: "S¨ª, he ganado agresividad: si no entras fuerte, te vas a hacer m¨¢s da?o". No s¨®lo eso. Ahora se encara con los defensores, caso de Puyol, con quien lleg¨® a las manos en el ¨²ltimo entrenamiento de la selecci¨®n. "Mentir¨ªa si dijera que nos llevamos bien. Hay jugadores con los que tienes feeling y otros con los que no. Fue un pique en el que perdimos los nervios. Puede pasar entre un defensa y un delantero". Claro que el viernes por la noche entr¨® en escena Luis para tronar contra Vicente. "A m¨ª me dijo que no ten¨ªa ning¨²n problema con Puyol. Est¨¢ mintiendo. Tendr¨¦ que hablar con ¨¦l", amenaz¨®. Quique Flores, en cambio, sac¨® de la ri?a con Puyol la lectura m¨¢s positiva posible: "Nos gusta ver a este Vicente agresivo, duro, que choca, que puede estar decepcionado por no haber jugado ante San Marino y a quien vamos a darle ese cari?o que no le dieron en la selecci¨®n".
Pese a su aire apocado e introvertido, nunca le falt¨® car¨¢cter a Vicente, que ya de peque?o fue desechado por muchos entrenadores, que lo consideraban "demasiado peque?o". Se rebel¨® contra eso como se rebelar¨ªa m¨¢s tarde contra la jerarqu¨ªa de Kily Gonz¨¢lez en la banda izquierda del Valencia. Y en ambos casos venci¨®. A los 15 a?os pas¨® por un centro de alto rendimiento de Barcelona para crecer. Era su segundo a?o de infantil en el Levante, que lo fich¨® tras haberlo visto uno de sus t¨¦cnicos, Vicente Tar¨ªn, en el pueblo de Castell¨®n en el que ambos veraneaban, Eslida. All¨ª surgi¨® esa afici¨®n a los toros. Son un recuerdo de su infancia que le sirve para escapar del f¨²tbol cuando se pone feo. Como ahora.
"Y porque lo tengo prohibido, que, si no, me gustar¨ªa rodar a las vacas. Lo har¨¦ cuando deje el f¨²tbol", promete.
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