'Camellas' y reinas por un d¨ªa
Viaje al interior del penal peruano de Santa M¨®nica, donde 18 espa?olas cumplen condena por narcotr¨¢fico
En la entrada al patio central de la c¨¢rcel de mujeres, cuatro internas -dos de ellas espa?olas- reciben a los invitados. Llevan puesta una camiseta que tiene impreso "Miss Primavera 2005". Es una fecha especial: una de las reclusas se convertir¨¢ en reina por un d¨ªa.
El penal de Santa M¨®nica est¨¢ ubicado en Chorrillos, antiguo balneario de Lima que, como todo en Per¨², es un distrito de contrastes. Por un lado, lujosos edificios que miran al mar y, por otro, un barrio populoso que alberga el ¨²nico penal de mujeres en Lima, la capital peruana.
Santa M¨®nica tiene una poblaci¨®n de 927 internas. De ellas, 115 son extranjeras (18 espa?olas) y el resto, peruanas. Todas las extranjeras, sin excepci¨®n, est¨¢n all¨ª cumpliendo sentencias por tr¨¢fico de drogas.
Las reclusas espa?olas reciben una ayuda de 100 euros mensuales del Consulado en Lima
"Estoy aqu¨ª por idiota. No se puede decir que lo hice por necesidad", dice Alejandra
Yolanda Monta?ana Peralta es una valenciana de 26 a?os. Su historia es como la de tantas otras camellas: mujeres que se dejan seducir con el cuento del viajecito gratis y el dinero f¨¢cil y terminan recluidas en c¨¢rceles a miles de kil¨®metros de su pa¨ªs.
"Lo hice por mis hijos y ahora no s¨¦ nada de ellos", dice Yolanda. Era su primer viaje. Pretend¨ªa sacar dos kilos de coca¨ªna de Per¨². Le iban a pagar 5.000 euros. Todo aparentemente f¨¢cil y sencillo. Vendr¨ªa a Lima con todos los gastos pagados, pasear¨ªa por las calles coloniales sin mayores preocupaciones hasta recibir la llamada de su contacto. ?ste le entregar¨ªa una maleta con la droga cuidadosamente camuflada. A los pocos d¨ªas, partir¨ªa con el cargamento de regreso a Espa?a. La polic¨ªa, le dijeron, estaba comprada. Nada le podr¨ªa pasar. Hace seis meses, sin embargo, fue detenida en el aeropuerto de Lima y condenada a 6 a?os y 8 meses de prisi¨®n.
Yolanda se define como una chica gog¨® (bailarina). Trabajaba en Valencia como promotora de ventas. Est¨¢ casada y tiene tres hijos de cinco, seis y ocho a?os. Desde que est¨¢ en la c¨¢rcel ha perdido contacto con ellos. "Para mi esposo y su familia, simplemente he muerto. No me permiten hablar con mis ni?os. Y pensar que lo hice por ellos...".
Pero hoy es fiesta en Santa M¨®nica. Y Yolanda, como tantas otras, est¨¢ radiante. Se elegir¨¢ a Miss Primavera 2005 entre 12 internas. Un concurso anual que, desde hace m¨¢s de una d¨¦cada, mide la belleza y ciertas habilidades de las internas.
No es cosa de juego. Las reclusas se preparan con dos meses de anticipaci¨®n y cuentan con la experiencia de la ex Miss Per¨² Marina Mora, quien pasa 60 d¨ªas en el penal ense?¨¢ndoles a caminar, desfilar en pasarela y, por supuesto, a maquillarse y peinarse para la ocasi¨®n. Tambi¨¦n les prepara una dieta baja en grasas y carbohidratos y una rutina de ejercicios que ella personalmente supervisa.
Para ser candidatas, las reclusas tienen que haber demostrado buen comportamiento, certificado por la psic¨®loga y asistenta social del penal. Tambi¨¦n se les exige haber pasado por los talleres educativos y no tener m¨¢s de 35 a?os.
Este a?o fueron seleccionadas seis peruanas y seis extranjeras -dos belgas, una tailandesa, una mexicana, una boliviana y una dominicana-. Pero no s¨®lo ellas participan. El concurso convoca, asimismo, a las que ser¨¢n elegidas como anfitrionas, a las que dise?ar¨¢n y confeccionar¨¢n los vestidos para las candidatas, a las peluqueras y a alg¨²n que otro personaje fuera del penal, como el core¨®grafo y los m¨²sicos.
Alejandra Sa¨¢ G¨®mez, malague?a de 25 a?os, es una de las anfitrionas. A ella le falta s¨®lo un mes para obtener su libertad. Hace cuatro a?os que est¨¢ presa, pero gracias a su buen comportamiento ha obtenido beneficios penitenciarios. "Estoy aqu¨ª por idiota", dice. "No se puede decir que lo hice por necesidad". Alejandra cuenta que estudiaba para ser fot¨®grafa y que piensa retomar sus actividades cuando vuelva a Espa?a. "Lo voy a lograr", se?ala decidida.
La vida en el penal, cuenta Alejandra, es rutinaria. "Te levantas a las siete de la ma?ana, te aseas, bajas al patio para el recuento, luego los talleres, a comer y a dormir".
El drama para Alejandra ha sido comprobar que, en esta c¨¢rcel, sin dinero no vales nada. "Aqu¨ª hay que comprarlo todo, desde el papel higi¨¦nico y el jab¨®n hasta las medicinas y la comida. Si te enfermas y no tienes dinero, simplemente te mueres". Las espa?olas, sin embargo, son de las pocas extranjeras que reciben ayuda de su Gobierno. Cada mes, el Estado espa?ol les entrega 100 euros para gastos. Pero nunca es suficiente.
Cada interna en la c¨¢rcel lime?a vive su propia desgracia. De ah¨ª la importancia de actividades como el concurso de Miss Primavera. Mar¨ªa Eugenia Murrugarra, directora del penal, sostiene que estos concursos buscan destacar las cualidades de las internas, hacerlas sentirse importantes y, por ende, elevar su autoestima.
Rosa Montero, una mexicana de 34 a?os, otra de las candidatas, asegura que el concurso le cambi¨® la vida. "He aprendido que, si me lo propongo, puedo lograr cosas. He aprendido a quererme m¨¢s. He vuelto a vivir".
El concurso tiene tres etapas: dos desfiles, en ropa informal y en traje de noche, y una actuaci¨®n en la l¨ªnea de Operaci¨®n Triunfo. Esa tarde, las internas interpretaron las canciones de Olivia Newton John en Grease y emularon a Jennifer L¨®pez con su Hold you now y a Liza Minelli en Cabaret. Uno de los platos fuertes fue Ver¨®nica Bols, una belga de 34 a?os que, con ce?ido y escotado traje de noche dorado, cant¨® temas de Gloria Gaynor. Tambi¨¦n tuvo mucho ¨¦xito Onuma Chumsri, una tailandesa de 24 a?os, quien, vestida de rojo, con el vientre descubierto y un velo que escond¨ªa su rostro, evoc¨® la danza de las mil y una noches.
Finalmente, el esperado momento de la coronaci¨®n. Antes de elegir a la reina se anunciaron los premios de consolaci¨®n para que tanto esfuerzo no fuera en vano. Rosa Montero, la mexicana, se llev¨® dos trofeos: Miss Fotogenia y Miss Talento. La dominicana Ana Guzm¨¢n, una alegre y extravertida morena de 31 a?os, recibi¨® la distinci¨®n de Miss Simpat¨ªa. Y la belga, Ver¨®nica Bols, se llev¨® el premio a Miss Elegancia.
El anuncio de que Bols ocupaba el tercer lugar calent¨® la fr¨ªa tarde lime?a. S¨®lo quedaban la tailandesa y la dominicana. Agarradas de la mano, c¨®mo no, esperaban el resultado final. El p¨²blico coreaba el nombre de Onuma. Y ella se convirti¨® en Miss Primavera 2005.
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