Historias que deben ser contadas
"La verdadera compasi¨®n consiste en algo m¨¢s que arrojar una moneda a un mendigo; llega a considerar que un edificio de mendigos necesita una reforma". La cita de Martin Luther King abre este libro y aporta, por s¨ª misma, gran parte de su significado. El autor no habla en ¨¦l de obras de caridad, sino de proyectos empresariales, y no glosa vidas de santos o fil¨¢ntropos, sino de emprendedores. Lo ¨²nico que distingue estos proyectos de aquellos que se dedican a crear empresas tradicionales es que su objetivo no es el lucro, sino acabar con una situaci¨®n social injusta.
C¨®mo cambiar el mundo va ya por su segunda edici¨®n en Espa?a, apoyado posiblemente por la popularidad que obtuvo cuando se difundi¨® la noticia de que el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, hab¨ªa regalado un ejemplar a cada uno de sus ministros con motivo del D¨ªa del Libro.
C¨®mo cambiar el mundo
David Bornstein
Debate
ISBN 84-8306-617-3
El t¨ªtulo es quiz¨¢ demasiado gen¨¦rico -y algo ambicioso- porque la obra trata en realidad de proyectos muy concretos. Todos tienen en com¨²n que tienen detr¨¢s a individuos con "ideas convincentes para mejorar la vida de las personas, y las han puesto en marcha en ciudades, pa¨ªses y, en algunos casos, en todo el mundo", como dice Bornstein.
Las historias son muy personales. Como la de Jeroo Billimoria, una mujer india que puso en marcha una l¨ªnea de atenci¨®n telef¨®nica para ni?os de la calle en su pa¨ªs. O la de la h¨²ngara Erzs¨¦bet Skeres, madre de un ni?o discapacitado ps¨ªquico, que se empe?¨® en mejorar la calidad de vida de su hijo y de quienes, como ¨¦l, "no son cualitativamente distintos" a las personas sin discapacidad y, por tanto, deben ser tratados de la misma manera. O la del brasile?o F¨¢bio Rosa, que ide¨® una manera de llevar electricidad a millones de personas que carec¨ªan de ella en zonas rurales de Am¨¦rica Latina.
El libro entrelaza estas historias m¨¢s o menos actuales con otras como la de la enfermera brit¨¢nica Florence Nightingale, o la de Bill Drayton, el fundador de la organizaci¨®n Ashoka, que es la que ha dado forma empresarial y legal a las iniciativas de estos emprendedores sociales.
Seg¨²n el autor, el secreto de estas iniciativas es que han aplicado "destrezas empresariales y de direcci¨®n para alcanzar metas sociales". En muchos de los perfiles, sin embargo, falta una descripci¨®n m¨¢s concreta de cu¨¢l fue ese proceso para la creaci¨®n de la empresa, el coste que tuvo, las barreras que el emprendedor super¨® y las dificultades -personales, profesionales y burocr¨¢ticas- a las que se enfrent¨®. Este tipo de informaci¨®n pr¨¢ctica ser¨ªa sin duda muy ¨²til a otros emprendedores. Las historias, adem¨¢s, describen con l¨®gica admiraci¨®n el trabajo de una serie de personas excepcionales, lo que hace que el libro rezume optimismo. Quiz¨¢ si se hubiera aportado la cr¨®nica de alg¨²n fracaso, ser¨ªa m¨¢s equilibrado. ?sta es una obra, en todo caso, bien planteada, mejor narrada y que, como dice Bornstein, cuenta historias que deben ser contadas.
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