En la mano o en la boca
Con el bravo car¨¢cter de quien lucha para dar de comer a los m¨¢s pobres y conoce la abusiva opulencia de los m¨¢s ricos, la beata Teresa de Calcuta dijo una vez a Juan Pablo II: "La cosa m¨¢s horrible del mundo es la comuni¨®n en la mano". Lo record¨® en el s¨ªnodo Juan Antonio Ugarte, arzobispo de Cuzco (Per¨²). "No dir¨¦ lo mismo, pero hay que estudiar si se restringe esta pr¨¢ctica, por los abusos y profanaciones que se conocen", a?adi¨®.
Entre los muchos discursos que admite el misterio de la eucarist¨ªa, tema de este s¨ªnodo, el de la liturgia llena p¨¢ginas en los boletines diarios. Los testimonios de denuncia sorprenden: desde el comulgante que se lleva a casa la hostia consagrada, hasta quien la ofrece en subasta por Internet (tasaci¨®n de salida: 2.000 d¨®lares), o quien la vende a un brujo para misas negras o curaciones.
La alternativa es que el comulgante reciba la hostia en la boca, de la mano del cura. As¨ª fue hasta el Vaticano II (1962-1965), cuando los curas dec¨ªan misa en lat¨ªn y de espaldas al pueblo, con gran parafernalia.En palabras del cardenal de Madrid, Antonio Mar¨ªa Rouco, el Vaticano II tuvo luces lit¨²rgicas, pero tambi¨¦n sombras por c¨®mo se interpret¨®. Hegeliano en la forma de argumentar -tesis, ant¨ªtesis, s¨ªntesis-, y con Trento como referencia, Rouco reclam¨® la s¨ªntesis. El prefecto de la Congregaci¨®n para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el cardenal nigeriano Francis Arinze, resumi¨®: "Se puede ofrecer la hostia en la mano siempre que el sacerdote cuide de que el comulgante la coma all¨ª mismo".
Otra desviada interpretaci¨®n posconciliar es la desaparici¨®n de la costumbre de arrodillarse durante la misa y para recibir la comuni¨®n. "Estar¨ªa bien recuperar esa tradici¨®n porque, mediante la genuflexi¨®n, se reafirma la grandeza y la cercan¨ªa de Dios", dijo el cardenal franc¨¦s Jean Louis Tauran. M¨¢s problem¨¢tico es comulgar mojando la hostia en el vino. Es una costumbre poco practicada porque muchos la creen contraria a la liturgia. "En determinadas circunstancias no debe descartarse", admiti¨® con cautela el cardenal Arinze.
Jan Pawel Lenga, arzobispo de Karaganda (Kazajist¨¢n), critic¨® duramente otra de las innovaciones del Vaticano II: la colocaci¨®n del Tabern¨¢culo (sagrario donde se guardan las hostias consagradas) en las iglesias actuales, antes en el altar mayor, ahora en los laterales. El obispo de Iasi (Rumania), Petru Gherghel, hizo esta exhortaci¨®n: "Conservemos el lugar m¨¢s visible y accesible para el Tabern¨¢culo, para no correr el riesgo de que nuestras iglesias se conviertan en un hermoso caparaz¨®n en el que no se encuentra a su inquilino".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.