"Este t¨ªtulo me lo dedico"

Lo hab¨ªa declarado d¨ªas atr¨¢s en una entrevista concedida a este peri¨®dico con ocasi¨®n del Open de Madrid: "Este curso he mejorado mucho. Sigo vi¨¦ndome con posibilidades. He estado cerca [del triunfo]. S¨®lo me ha faltado rematar". A sus 39 a?os, 40 desde febrero pr¨®ximo, Jos¨¦ Mar¨ªa Olaz¨¢bal es consciente de que ya no es el que era, pero tambi¨¦n de que todav¨ªa rezuma competitividad y puede adornar su palmar¨¦s golf¨ªstico con nuevas victorias. Y ayer mismo lo hizo en el Cl¨¢sico de Mallorca. Su peor racha, pues la anterior se remontaba a febrero de 2002 -en La Joya (California), en el torneo Buick Invitational, del circuito norteamericano-, toc¨® a su fin 44 meses despu¨¦s. Se embols¨® 250.000 euros y, lo que es mucho m¨¢s importante para ¨¦l, fortaleci¨® a¨²n m¨¢s esa confianza que ha ido adquiriendo desde enero y que le ha devuelto a los puestos nobles de la clasificaci¨®n mundial tras haberse visto incluso por debajo de los 100 primeros. No fue de extra?ar que, en la conferencia de prensa posterior, proclamase: "Este t¨ªtulo me lo dedico a m¨ª mismo".

Para ello, eso s¨ª, dispuso de cierta ventaja. Y es que Olaz¨¢bal ya no es s¨®lo jugador. Como otros de prestigio, tambi¨¦n se dedica desde hace tiempo al dise?o de campos. El balear de Pula, el escenario de su ¨¦xito de este fin de semana, es precisamente uno de aqu¨¦llos en los que viene trabajando. En este caso, en concreto, se trata de una remodelaci¨®n. La ha hecho ya en los dos primeros tercios del recorrido. Y, casualidad o no, gracias a su superior conocimiento del terreno y sus circunstancias o no, fue en ellos en los que ayer se desembaraz¨® de su mayor rival, el ingl¨¦s Paul Broadhurst.

Olaz¨¢bal ech¨® a andar en la ¨²ltima vuelta, en efecto, junto a Broadhurst y al dan¨¦s Soren Hansen, a los que s¨®lo superaba por un golpe. Una diferencia que el brit¨¢nico enjug¨® en el hoyo 2 con un birdie. Tras sendos birdies de ambos en el 4, el espa?ol aceler¨® en el 5 y el 6 con otros birdies y vio adem¨¢s c¨®mo el n¨®rdico se descolgaba en el segundo de ellos con un doble bogey que le descompuso y le empuj¨® a otros errores. La oportunidad le era propicia y no pod¨ªa dejarla escapar. As¨ª, dos birdies m¨¢s, en el 9 y el 11, unidos a otros bogeys de Broadhurst en el 8 y el 10, allanaron definitivamente el camino a Olaz¨¢bal, que encar¨® el tramo final con la tranquilidad de una renta de seis que apenas se recort¨®, a cinco, por un bogey intrascendente en el 13.

Clasificaci¨®n: 1. J. M. Olaz¨¢bal, 270 golpes (10 bajo par). 2. P. Broadhurst (Ing.), S. Garc¨ªa y J. M. Lara,

275.