La primera misi¨®n europea a Venus estudiar¨¢ la enigm¨¢tica atm¨®sfera del planeta
La luz cenicienta de la cara nocturna de Venus, los vientos huracanados que se registran en su atm¨®sfera de rotaci¨®n superr¨¢pida, las nubes de compuestos de azufre o el potente efecto invernadero, que mantiene el suelo a una temperatura superior a la que funde el plomo, son algunas de las cuestiones que los cient¨ªficos quieren aclarar all¨ª, en el planeta m¨¢s cercano a la Tierra. Adem¨¢s, la densa atm¨®sfera venusiana interacciona fuertemente con la superficie y, estudiando la primera, se pueden conocer caracter¨ªsticas importantes de la segunda, como la existencia o no de volcanes activos. Todos estos son objetivos de Venus Express, la primera misi¨®n en ese planeta de la Agencia Europea del Espacio (ESA). El lanzamiento estaba previsto para primera hora de hoy, pero ha sido aplazado unos d¨ªas por un problema de contaminaci¨®n de la nave; llegar¨¢ a Venus en abril de 2006 para ponerse en ¨®rbita y estudiar el planeta con sus siete instrumentos cient¨ªficos.
Con tanta atenci¨®n puesta en Marte en los ¨²ltimos a?os, Venus parec¨ªa abandonado por la exploraci¨®n espacial. Desde hace 10 a?os no se realiza una misi¨®n espec¨ªficamente all¨ª, aunque algunas naves han pasado camino de otros destinos en el Sistema Solar.
Para presentar los objetivos cient¨ªficos de Venus Express, la ESA organiz¨® recientemente una jornada dedicada al Lucero del Alba, en la que el responsable del proyecto y varios investigadores expusieron las inc¨®gnitas que quieren desvelar. La jornada se celebr¨® en Robledo de Chavela (Madrid), cerca de la nueva antena de comunicaci¨®n con naves espaciales que la ESA ha inaugurado en Cebreros (?vila).
Don McCoy, jefe del proyecto, matiz¨® que, m¨¢s que "planeta olvidado", Venus hab¨ªa perdido posiciones en las prioridades de las agencias espaciales, despu¨¦s de que en los a?os sesenta fuera el primero en el que tuvo ¨¦xito una sonda de exploraci¨®n. Fue la Mariner 2, en 1962. Tras una veintena de misiones estadounidenses y sovi¨¦ticas, la ¨²ltima fue de nuevo de la NASA: la Magallanes, que, a principios de los noventa, hizo el mapa topogr¨¢fico de ese planeta con radar.
Venus Express, con equipos de infrarrojo y ultravioleta, entre otros sensores, debe funcionar all¨ª al menos dos d¨ªas venusianos, equivalentes a 486 d¨ªas terrestres, dijo McCoy. Algunos cient¨ªficos espa?oles, entre ellos Miguel L¨®pez Valverde y Agust¨ªn S¨¢nchez Lavega, son coinvestigadores en instrumentos de la misi¨®n, como el Virtis, para estudiar la baja atm¨®sfera, hasta 40 kil¨®metros de altura. "Venus es el rey del efecto invernadero, y no sabemos si ¨¦ste es estable o no", explic¨® Dimitri Titov (Instituto Max Planck, en Alemania). Los cient¨ªficos quieren estudiar el clima venusiano.
Venus Express ser¨¢ la primera sonda que investigue all¨ª, en la cara nocturna del planeta, la luz cenicienta debida, al parecer, al calor emanado del suelo que ilumina las nubes, seg¨²n dijo Fredric W. Taylor (Universidad de Oxford, Reino Unido).
Un rasgo caracter¨ªstico de Venus es la superrotaci¨®n de la atm¨®sfera, que rodea todo el planeta en cuatro d¨ªas terrestres, mientras que ¨¦ste cumple un giro completo sobre su eje en 243 d¨ªas. Los datos sobre las corrientes, la circulaci¨®n y la composici¨®n atmosf¨¦ricas ser¨¢n esenciales para explicar este fen¨®meno de superrotaci¨®n y refinar modelos que lo expliquen, adelant¨® Frederic Hourdin (Observatorio de Par¨ªs).
Un mundo oscurecido, con neblina y sin sombras, es lo que ofrece Venus. La superficie misma es extra?a. Por ejemplo, a diferencia de Marte o de la Luna, no hay en el suelo venusiano cr¨¢teres de tama?o inferior a unos dos kil¨®metros de di¨¢metro, seguramente porque la atm¨®sfera impide que lleguen al suelo meteoritos peque?os, explic¨® Arnold Gabriele. "S¨®lo se han identificado 900 cr¨¢teres", dijo. "La superficie de Venus (compuesta en un 90% de lava bas¨¢ltica solidificada) no tiene m¨¢s de 500 millones de a?os, mientras que el planeta tiene 4.500 millones de antig¨¹edad".
Iguales y diferentes
Por tama?o, Venus es casi igual que la Tierra, algo m¨¢s peque?o, con un radio de 6.052 kil¨®metros frente a los 6.378 de este planeta. Tambi¨¦n la densidad es similar (5.250 kilogramos por metro c¨²bico frente a los 5.520 terrestres). Pero en otros par¨¢metros, ambos mundos son muy diferentes. Por ejemplo, la presi¨®n atmosf¨¦rica es de 90 bars all¨ª y de un bar aqu¨ª, a nivel del mar, lo que significa que caminar por Venus resultar¨ªa tan agotador como andar por el fondo del mar a 900 metros de profundidad. Pero adem¨¢s, all¨ª un ser humano necesitar¨ªa una protecci¨®n t¨¦rmica excepcional, ya que, en la superficie, la temperatura media es de 465 grados cent¨ªgrados (la m¨¢s alta de todos los planetas del Sistema Solar) frente a los 15 grados cent¨ªgrados de media en la Tierra.
La atm¨®sfera venusiana es de di¨®xido de carbono (96%) y algo (3%) de nitr¨®geno, mientras que la terrestre est¨¢ compuesta por nitr¨®geno (78%), ox¨ªgeno (21%) y arg¨®n (1%); all¨ª hay nubes de gotas de ¨¢cido sulf¨²rico. La densa atm¨®sfera genera un potente efecto invernadero en Venus, responsable del calor infernal.
Tambi¨¦n difieren ambos mundos en la rotaci¨®n, no s¨®lo porque all¨ª un d¨ªa dura 243 d¨ªas terrestres, sino porque el planeta gira sobre su eje en sentido contrario, de manera que amanece por el Oeste. Adem¨¢s, el d¨ªa venusiano es m¨¢s largo que su a?o, que dura 225 d¨ªas terrestres.
El relieve del 70% de Venus est¨¢ formado por mont¨ªculos suaves, con algunas zonas planas (20% de la superficie total) y otras monta?osas (10%). Frente al Everest terrestre (8.800 metros), la m¨¢xima altura all¨ª, los montes Maxwell, se elevan 17 kil¨®metros.
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