"La decadencia puede ser una forma de interpretar"
Minutos antes del inicio de la entrevista, un componente de su equipo cumple su cometido y explica al periodista que el afamado y experimental arquitecto y dise?ador Rem Koolhaas (Rotterdam, 1944) tiene dos estudios: OMA, de corte m¨¢s cl¨¢sico, donde se elaboran y construyen los proyectos, y AMO, el laboratorio de ideas y an¨¢lisis que tambi¨¦n desarrolla iniciativas siempre muy vinculadas con la actualidad pol¨ªtica, cultural y social. Al poco, llega Koolhaas, acompa?ado por los responsables del Greenspace que se est¨¢ celebrando en tres antiguas naves abandonadas de Valencia: Jeff Povlo, manager de Heineken, y el director creativo, Adrian Caddy.
El autor de celebradas obras como la Casa de la M¨²sica de Oporto o la tienda de Prada en Nueva York se sienta en un sill¨®n de peque?as dimensiones para su elevada estatura y asegura que por la ma?ana no dio ninguna lecci¨®n a los j¨®venes finalistas del concurso, aunque es el mentor del espacio dedicado al dise?o. "M¨¢s que exponer mi conocimiento he venido a observar", dice, antes de incidir en que el Greenspace es responsabilidad de todo el equipo comandado por sus acompa?antes.
"Me planteo ejecutar ahora la arquitectura como una producci¨®n cinematogr¨¢fica"
Dice que no conoce la ciudad de Valencia. Sobre la invitaci¨®n del Ayuntamiento para que participara en el concurso para reordenar El Grao, el arquitecto se?ala que no lleg¨® a participar porque desde?a la competici¨®n. "Uno presenta un trabajo y te pueden dar las gracias y decirte que es muy bueno, pero hay un 80% de posibilidades de que el trabajo acabe en la basura. Prefiero una relaci¨®n laboral mucho m¨¢s directa con el cliente para generar espacios reales para necesidades reales".
Escritor, antiguo guionista y periodista, Koolhaas se muestra interesado por la combinaci¨®n de m¨²sica, cine y dise?o de Greenspace, si bien matiza que su relaci¨®n profesional con la primera es la "creaci¨®n de espacios para contenerla".
Espacios que hoy a veces son dif¨ªciles de definir. "No hay ning¨²n campo determinado que genere la arquitectura, sino que se trata de una interrelaci¨®n de muchas actividades que se fusionan de una manera en la que no se puede determinar si se trata de un campo o de otro. Aqu¨ª, por ejemplo, no se sabe muy bien si es un proyecto comercial o un proyecto municipal".
Agitador cultural, se le ha considerado un arquitecto interesado por el concepto m¨¢s que por la construcci¨®n. "Me sorprenden las discrepancias en el mundo del periodismo sobre lo que realmente ocurre, porque hace a lo mejor cinco o diez a?os s¨ª pod¨ªa ser cierta esa visi¨®n de una arquitectura m¨¢s conceptual, pero hoy en d¨ªa esta distinci¨®n es totalmente irrelevante".
Otro Premio Pritzker, Rafael Moneo, ha dicho que la arquitectura contempor¨¢nea de arquitectos como Koolhaas se desarrolla sobre el fondo de las ense?anzas del Movimiento Moderno. "Es una cosa que dijo hace siete o diez a?os. En una d¨¦cada ha habido una progresi¨®n muy grande. Habr¨ªa que preguntarle si a¨²n sigue siendo su postura", apunta.
Y prosigue a prop¨®sito de la posible influencia de Le Corbussier en su obra de Oporto: "Como arquitecto me planteo si hay que romper con una l¨ªnea de continuidad que viene del pasado, de la historia de la arquitectura, tanto de manera material como del concepto; si no hay que usar el hormig¨®n o el acero porque lo utilizaba Mies van de Rohe. Me siento orgulloso de seguir esa continuidad con el pasado, adem¨¢s de aportar nuevas cosas a esa continuidad".
Sobre la dial¨¦ctica urbana de conservar o innovar, Koolkaas rechaza la disyuntiva: "Al preservar un edificio muchas veces se cae en la falsificaci¨®n. ?Hasta qu¨¦ punto alguien intenta reinterpretar una obra antigua y no da una imagen falsa de esa historia? Al mismo tiempo, intento ver c¨®mo la degradaci¨®n de esa parte hist¨®rica puede ser una nueva manera de interpretar y observar la arquitectura. La decadencia puede ser una forma de interpretar la arquitectura".
Ahora se habla de un ramillete de arquitectos estrella, empleando el lenguaje cinematogr¨¢fico. De Koolhaas, tambi¨¦n, si bien ¨¦ste corrige de inmediato. Ha analizado que la econom¨ªa de mercado ha procurado "unos beneficios incre¨ªbles a las estrellas de cine, de la televisi¨®n, del deporte, cuyas ganancias siguen creciendo", pero no as¨ª en el colectivo de arquitectos, que ha creado muchas veces las condiciones.
Sobre la arquitectura medi¨¢tica y su futuro, responde rotundo: "Se me da muy mal mirar el futuro. Creo que la arquitectura sobrevivir¨¢ pero que nunca ser¨¢ igual". Ahora se plantea "ejecutar la arquitectura como una producci¨®n cinematogr¨¢fica". "Un cliente, productor, ve la posibilidad de hacerlo", concluye casi sonriendo.
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