El perfil de los que no lo tienen
Los profesores sin el t¨ªtulo de euskera marchan hacia Ajuria Enea para explicar que "ni son vagos ni odian la lengua"
Cuando David naci¨®, hace 53 a?os, en Renter¨ªa no estaba precisamente de moda hablar euskera. A su madre, un guardia civil le lleg¨® a llamar la atenci¨®n en la plaza del pueblo por expresarse en la ¨²nica lengua de la que hab¨ªa tenido noticia hasta los 14 a?os. Tampoco su padre, nacido en Oiartzun, lo tuvo f¨¢cil para desenvolverse en un ambiente social y pol¨ªtico que exig¨ªa el crucifijo en las escuelas y el castellano en las conversaciones. As¨ª que Juliana y Emilio decidieron que su hijo no pasar¨ªa jam¨¢s por aquellas dificultades.
David es uno de los 157 profesores que han perdido su estabilidad laboral por no alcanzar el nivel exigido de euskera. Hasta hace poco no se hab¨ªa atrevido a contarles -Emilio ya tiene 86 a?os y Juliana, 80- que aquella decisi¨®n de educarlo en espa?ol se ha convertido en una pesadilla; que ahora, casi al final de su vida de docente, se encuentra en la misma situaci¨®n de incertidumbre que cuando empez¨®; y que, para no quedarse en paro, ha tenido que conformarse con un trabajo en Laguardia, a 200 kil¨®metros de su casa. Dice David que sus padres, al conocer la situaci¨®n, le preguntaron: "?Por qu¨¦ siempre nos tocar¨¢ pagar a los mismos?".
"Llevo estudiando euskera 17 a?os. Iba a trabajar y despu¨¦s al 'euskaltegi"
Una representaci¨®n de esos 157 profesores est¨¢ aprovechando este largo fin de semana para cubrir a pie los 75 kil¨®metros que hay entre Bilbao y Vitoria, plantarse ante Ajuria Enea y pedir de nuevo una soluci¨®n para su problema. Salieron el viernes del instituto Bertendona de Bilbao, donde ya estuvieron encerrados durante 141 d¨ªas. Lo que m¨¢s enrabieta a David, igual que a sus compa?eras Carmen o Rosa, es que desde la consejer¨ªa de Educaci¨®n del Gobierno vasco se haya dado de ellos una imagen de vagos o de enemigos de la lengua vasca cuando, seg¨²n explican, se trata precisamente de todo lo contrario. Lo cuenta a trav¨¦s de su experiencia Rosa P¨¦rez de Arenaza, quien, como David, ya ha cruzado la frontera de los 50: "Aqu¨ª la edad tiene su importancia. Yo llevo 26 a?os trabajando como profesora, 16 de ellos haciendo sustituciones. Esto quiere decir que he conocido m¨¢s de 30 centros distintos. En algunos he estado tres d¨ªas. En otros, he ido para 15 d¨ªas y me he quedado cuatro meses. Llevo 17 a?os estudiando euskera, pero en qu¨¦ condiciones. He tenido que hacer mi jornada laboral y luego irme al euskaltegi de seis a ocho de la tarde. Despu¨¦s ten¨ªa que elegir entre hacer la compra o los deberes; entre estar con mis hijos o estudiar. Esa disyuntiva me ha supuesto siempre una angustia grande. Hay que tener en cuenta adem¨¢s que me cambiaba continuamente de colegio y que por eso no me pod¨ªa integrar en ning¨²n grupo. De ah¨ª que me duela que nos digan vagos o que estamos en contra del euskera. ?Pero si, en cierta manera, el proceso de euskaldunizaci¨®n se ha hecho gracias a nosotros! ?Qui¨¦n si no ha estado cubriendo las plazas de los profesores titulares cuando los liberaban para aprender la lengua? Hemos hecho de todo: hasta ocupar puestos que exig¨ªan el perfil de euskera. Lo que pasa es que a nosotros nos liberaron para estudiar cuando ya est¨¢bamos en los 50, y a esa edad es muy dif¨ªcil. Yo me he pagado tres meses de barnetegi de mi bolsillo, lo he intentado con todas mis fuerzas, he aprobado el examen escrito, pero he suspendido el oral. Lo siento. Pero no se puede decir que soy vaga o que no amo el euskera. ?Es justo que yo me quede sin trabajo?".
La historia de Carmen Prieto es parecida. Si a David fue el m¨¦dico quien le dijo en una ocasi¨®n "el euskera o tu salud", a Carmen fue su hija la que le suplicaba: "No te vayas al euskera, qu¨¦date conmigo". Dice que ella ped¨ªa todos los a?os que la liberaran, pero que hasta el 2000 no lo consigui¨®. "Al principio", explica, "se necesitaba decir que est¨¢bamos euskaldunizados y se daban t¨ªtulos con manga ancha, luego la cosa se complic¨®. Ahora los suspensos est¨¢n entre el 70% y el 90% de los que se presentan al EGA. Suspenden hasta chavales que han estudiado en el modelo D -¨ªntegramente en euskera-. ?C¨®mo vamos a aprobar nosotros?".
Se acuerda Carmen de la frase del lehendakari Ibarretxe en la que dice que quiere ver a los vascos con cara y ojos. "?D¨®nde est¨¢ nuestra cara?", se pregunta. "Somos 157 profesores de una plantilla de 20.000. Y muchos estamos cerca de la jubilaci¨®n. Es un conflicto de f¨¢cil soluci¨®n. ?Por qu¨¦ no lo hacen? Nos dejan en la calle existiendo plazas que podemos cubrir. Y nos apartan con la ayuda de los sindicatos...".
David, Rosa y Carmen siguen camino de Ajuria Enea. Dicen que se conformar¨ªan con que el lehendakari les pusiera cara y ojos, con que supiera que ni son unos vagos ni desprecian el euskera.
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