Hospital Do?ana
Los investigadores intensifican los an¨¢lisis de aves en las marismas del Guadalquivir y el Odiel para rastrear la gripe aviar
Los zampullines son presa f¨¢cil para los experimentados t¨¦cnicos de la Estaci¨®n Biol¨®gica de Do?ana. Fant¨¢sticos buceadores, frecuentan aguas poco profundas y cuando sienten una amenazan no salen volando: se zambullen. "Se sumergen en cuanto nos ven. Los vamos cercando y luego los atrapamos con redes", explica Juan Jos¨¦ Chans, que dirige al equipo investigador que trabaja en la Reserva Biol¨®gica del parque nacional de Do?ana (Huelva). "Se capturan para anillarlos y medirlos", a?ade. Pero este oto?o el susto dura algo m¨¢s para algunos ejemplares, que pasan la revisi¨®n completa: les toman muestras de saliva, heces y sangre. Y las env¨ªan para su an¨¢lisis al laboratorio de Algete (Madrid), el centro nacional de referencia para la gripe aviar.
El Gobierno defini¨® esta semana 18 zonas de riesgo por la gripe aviar en el litoral mediterr¨¢neo (6) y andaluz (12), que tienen una densidad media de aves superior a los 6.000 ejemplares. Adem¨¢s Do?ana, como ocurre en las marismas del Odiel (Huelva), de la bah¨ªa de C¨¢diz o en los arrozales de Sevilla (las ¨¢reas andaluzas de riesgo), empieza a acoger estas semanas a miles de aves migratorias del norte de Europa, que descansan antes de seguir camino a ?frica o pasan los meses m¨¢s fr¨ªos en estos humedales: en invierno, se concentran m¨¢s de un mill¨®n de aves en las marismas del Guadalquivir.
Las muestras que toman estos d¨ªas los investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) garantizan un control exhaustivo de los humedales sevillanos y onubenses, una de las zonas m¨¢s pobladas de aves en Europa durante el invierno. Adem¨¢s, la Junta de Andaluc¨ªa ha programado visitas a 200 granjas y analizar¨¢ al menos medio millar de aves silvestres en sus centros de recuperaci¨®n de fauna.
Los cient¨ªficos no est¨¢n muy conformes con que la lupa se haya puesto sobre las aves migratorias. "Es un problema que se ha producido en granjas, muy distintas a las de aqu¨ª y en las que el contagio a humanos [la variedad m¨¢s peligrosa ha matado a 60 personas en Asia] se ha dado en unas condiciones muy espec¨ªficas que tampoco existen en Europa", afirma Jordi Figuerola, investigador de la Estaci¨®n Biol¨®gica. Figuerola participa en un proyecto de investigaci¨®n que ya estaba en marcha, dirigido por Ram¨®n Soriguer, para analizar la dispersi¨®n de virus en los humedales. Una experiencia que ha aprovechado el CSIC para rastrear la posible presencia de gripe aviar en las marismas de Do?ana y del Odiel. "Los an¨¢lisis de sangre sirven para comprobar si el animal ha desarrollado anticuerpos, es decir, si ha estado expuesto al virus", explica Figuerola. Las muestras de saliva y heces son las que delatan si el ave est¨¢ en esos momentos infectada. "No se ha detectado ning¨²n caso", subraya el investigador.
El inter¨¦s en prevenir la gripe aviar ha redimensionado un proyecto en el que trabajan cinco personas y colaboran otras diez. Se prev¨¦ pasar consulta a entre 50 y 100 aves a la semana. Estos d¨ªas se muestrean patos, gansos y fochas, que requieren trampas m¨¢s sofisticadas que los subacu¨¢ticos zampullines, y habr¨¢ tambi¨¦n an¨¢lisis de paseriformes (petirrojos, papamoscas) que pese a su peque?o cuerpo pueden recorrer grandes distancias en busca de tierras m¨¢s c¨¢lidas".
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