La 'Constituci¨®n' de las escuelas
Los centros educativos regulan normas que tratan desde la convivencia hasta la vestimenta
Los centros escolares tienen sus propias leyes. Por supuesto aplican las que dicta un Gobierno y el siguiente, pero tambi¨¦n dise?an con mimo sus propios reglamentos de r¨¦gimen interno, que as¨ª se llaman, para organizar el d¨ªa a d¨ªa del centro: proh¨ªben el uso de m¨®viles, vestir faldas supercortas o lucir piercing, regulan las normas de convivencia, decretan sanciones para las faltas graves o leves, desarrollan con detalle los derechos y deberes de alumnos, profesores, padres, fijan las directrices sobre asistencia a clase, la hora de apertura y cierre de las puertas, las normas de comportamiento, los juegos, el tabaco...
Cuando el centro lo estima conveniente, a veces cada a?o, a veces cada dos, tres, se reforma el Reglamento de R¨¦gimen Interno (RRI). "Se suele nombrar una comisi¨®n que se encarga de redactarlo, despu¨¦s se les da a los padres, los alumnos, el claustro de profesores, para que opinen sobre ello; se trata de que todo el mundo participe; si las normas de convivencia las hacemos entre todos ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil aplicarlas, por eso se suele contar con los alumnos tambi¨¦n", explica el director del instituto P¨ªo Baroja, de Madrid, Jos¨¦ Antonio Mart¨ªnez, que tambi¨¦n es presidente de la Federaci¨®n de Directores de Centros Educativos P¨²blicos (Fedadi).
Algunas normas vetan el uso de radios, m¨®viles, 'walkman', 'discman' y videojuegos
Concluido todo ese proceso es el consejo escolar del centro el que debe aprobar el texto final. En el consejo escolar est¨¢ representada toda la comunidad educativa.
El director del instituto Clara Campoamor, de Alcorc¨®n (Madrid), Jos¨¦ Manuel P¨¦rez, explica que la elaboraci¨®n de su reglamento les llev¨® casi un curso escolar completo. "Recoge la filosof¨ªa del instituto, es nuestra forma de ejercer la autonom¨ªa organizativa, filos¨®fica, ideol¨®gica". El reglamento de este instituto, que firman todos los padres y alumnos en una versi¨®n reducida, prohibe llevar la cabeza cubierta, por ejemplo. Ni velos, ni gorras, "lo que se considera h¨¢bito socializador y de buena educaci¨®n". Pero tambi¨¦n se pide respeto por "la libertad de conciencia y las convicciones religiosas y morales". "Los centros tienen su filosof¨ªa, si alg¨²n alumno no quisiera atender estos requisitos podr¨ªamo sugerirle otro centro. Nosotros no entramos en consideraciones religiosas, simplemente no vamos al m¨¦dico en ba?ador y queremos que a nuestro centro se acuda con la cabeza descubierta", se?ala el director respecto a los velos y las gorras, que ¨²ltimamente usan muchos alumnos. "Creo que se conjugan dos derechos, el tener una filosof¨ªa propia y el de los padres a elegir", zanja P¨¦rez.
La indumentaria tambi¨¦n es objeto de regulaci¨®n en el instituto Fernando de Herrera, de Sevilla. Ya en 1998 su reglamento interno regul¨® la prohibici¨®n de ir al instituto "con prendas rotas, ba?adores, minishorts, tops, minifaldas el¨¢sticas o similares". Entonces fue muy pol¨¦mico, pero todav¨ªa hoy el reglamento recoge estas mismas prohibiciones. "Nos ha servido mucho tener esto regulado y los padres lo han agradecido. Los chicos tambi¨¦n han de educarse en el centro. Este instituto sigue teniendo una demanda de plazas muy alta. Es fundamental que sepan d¨®nde est¨¢n y a qu¨¦ atenerse", explica la directora, Alicia Mu?iz.
Pol¨¦mico fue tambi¨¦n la regulaci¨®n del uniforme en el instituto Barrio Loranca, de Fuenlabrada (Madrid). Este centro p¨²blico decidi¨® que sus alumnos llevaran un uniforme y as¨ª lo hicieron constar en su reglamento de r¨¦gimen interno que "fue aprobado por unanimidad" en el consejo escolar. Este curso hicieron una encuesta para ver la aceptaci¨®n entre los padres y profesores y "la mayor¨ªa lo ha evaluado positivamente", explica el director, Ventura Granados. "En este centro hay mucha heterogeneidad entre los alumnos por cuestiones econ¨®micas. La ropa era un problema y decidimos poner un uniforme, que no es m¨¢s que un vaquero y una sudadera con el nombre del centro", prosigue Granados. Este reglamento regula muchas otras cosas, como la entrada o salida de los cuartos de ba?o, la prohibici¨®n de fumar en los ba?os... La prohibici¨®n de fumar se recoge en muchos otros reglamentos.
Pero quiz¨¢ lo m¨¢s novedoso en los ¨²ltimos a?os son las normas que regulan el uso de aparatos electr¨®nicos y de tel¨¦fonos m¨®viles. "Se proh¨ªbe la utilizaci¨®n de m¨®viles, radios, walkman, discman, videojuegos o cualquier tipo de m¨¢quina o elemento que perturbe la actividad educativa", se lee en el reglamento del Clara Campoamor, que se reserva el derecho a requisar estos aparatos para entregarlos posteriormente a los padres. Y tambi¨¦n se recuerda que no se pueden introducir armas en el colegio, ni "mantener conversaciones o intercambiar objetos a trav¨¦s de la valla o las ventanas con personas que se encuentren en el exterior del recinto".
Todas estas normas facilitan una r¨¢pida imagen de los peque?os y grandes problemas con los que se encuentran a diario los institutos. Sirva este ¨²ltimo ejemplo del instituto Clara Campoamor: "No se pueden llevar a cabo juegos con dinero, ni introducir alcohol u otra sustancia t¨®xica o nociva en el centro o en cualquier actividad extraescolar relacionada con el mismo".
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