D¨ªa complicado, tarde tranquila

"Ha sido un desastre. Por la ma?ana el autob¨²s no llegaba nunca y luego hemos ido como sardinas". Enfadada, Mar¨ªa Gloria Teixeira contaba ayer a media tarde su experiencia con el autob¨²s que habitualmente le lleva a su trabajo en Majadahonda. Como ella, muchos viajeros se vieron atrapados ayer en medio de un conflicto entre la empresa Llorente y sus conductores, que ha explotado en forma de huelga.

Hoy, por segundo d¨ªa, habr¨¢ paros en las horas punta de 19 l¨ªneas de autobuses entre las 6.30 y las 9.30 y de 17.30 a 20.30.

El primer paro tuvo m¨¢s repercusi¨®n que el segundo. Hubo pocos autobuses y demasiada gente, y muy enfadada. Muchos usuarios, conocedores de la falta de servicio p¨²blico, optaron por coger su veh¨ªculo. A esto se uni¨® que ayer fue el primer d¨ªa laboral despu¨¦s del puente, que ya de por s¨ª tiene m¨¢s tr¨¢fico de lo normal. El resultado: los pocos autobuses que s¨ª estaban en la carretera se vieron atrapados en largos atascos.

La tarde fue m¨¢s tranquila. Seg¨²n fue avanzando la jornada, la huelga se empez¨® a sentir m¨¢s intensamente en el intercambiador de Moncloa. Las colas, habituales a diario aunque algo m¨¢s largas ayer, se enroscaban tras las columnas y las esquinas ante la resignaci¨®n generalizada de quienes las compon¨ªan.

Muchos viajeros, espantados por una insoportable espera y un peor viaje en el tren de cercan¨ªas por la ma?ana -tambi¨¦n en huelga-, optaron por coger el autob¨²s para volver, como hizo Antonio Galindo. Una vez enterado de los paros convocados, Galindo puso cara de circunstancia y coment¨®: "Bueno, siempre hay que esperar, por estar un rato m¨¢s tampoco pasa nada".

?sta fue la reacci¨®n m¨¢s com¨²n. Resignaci¨®n.