Actos de fe
El decreto por el que se desarrolla la Ley de Incompatibilidades de Altos Cargos y su Declaraci¨®n de Actividades y Bienes no est¨¢ sirviendo a los fines para los que se ha publicado. Ya es dudoso, desde el punto de vista constitucional, que cuentas corrientes y bienes aparezcan colgados en la web para satisfacer la curiosidad de unos y otros. La curiosidad no es el inter¨¦s leg¨ªtimo que autoriza a entrar en la vida de las personas. La ley no deber¨ªa usarse para esta labor. El conocimiento, sin m¨¢s, de cuestiones que afectan a la privacidad de las personas es inaceptable como principio.
Sin embargo, como las cosas son as¨ª, y se ha decidido que las cuentas corrientes se conozcan hasta con decimales, habr¨¢ que aceptarlo conforme a la finalidad para la que se ha dado. Entendi¨¦ndose como un esfuerzo de las personas incluidas en el ¨¢mbito del decreto para dar a saber a los ciudadanos que los gobernantes son tan ricos en pol¨ªtica como lo eran antes de entrar en ella, y como deber¨ªan serlo cuando salgan. No obstante, en estos comienzos, no parece que el decreto cumpla los fines para los que ha sido aprobado. S¨ª est¨¢ cumpliendo otros. El PP-A se est¨¢ encargando de ello. Algunos de sus representantes pol¨ªticos se dedican a estos menesteres y se est¨¢n empleando a fondo. Introducen dudas sobre la veracidad de las declaraciones publicadas. Dice que "son dudas razonables". No obstante no justifican ni dan razones. Algo dif¨ªcil de comprender porque los altos cargos tienen los bienes que han declarado, o no.
Claro que, a lo mejor, es muy f¨¢cil de entender y con estas declaraciones lo que se pretende es introducir elementos de incertidumbre para erosionar la decencia de cuantos han publicado sus bienes. Y puede entenderse as¨ª, pues cuando se expresan dudas sobre algo y no existen razones para hacerlo, no se est¨¢ diciendo que sea falso lo publicado, sino que desear¨ªan que lo fueran. Es como un acto de fe llevado a la pol¨ªtica. Mal negocio, pues, para un sistema democr¨¢tico mezclar la fe con la raz¨®n, como tambi¨¦n el de aquellos pol¨ªticos que quieren sembrar la calle de dudas y cosechar, a trav¨¦s de ellas, adeptos y fieles que les permitan salvar al pa¨ªs de una corrupci¨®n y de un desorden que quieren hacer ver como real, cuando s¨®lo existe y lo quieren en y con sus mentes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- Incompatibilidades
- Pol¨ªtica nacional
- VII Legislatura Andaluc¨ªa
- Junta Andaluc¨ªa
- Registro de intereses
- Funcionarios
- Parlamentos auton¨®micos
- Comunidades aut¨®nomas
- Gobierno auton¨®mico
- Cargos p¨²blicos
- Funci¨®n p¨²blica
- Actividad legislativa
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Andaluc¨ªa
- Parlamento
- Espa?a
- Administraci¨®n p¨²blica
- Pol¨ªtica