El Gobierno franc¨¦s promete "firmeza y justicia" para acabar con los disturbios

El primer ministro franc¨¦s, Dominique de Villepin, reuni¨® ayer en torno a su persona a ocho ministros -los titulares de las carteras de Interior, Educaci¨®n, Justicia, Promoci¨®n a la Igualdad de Oportunidades, Empleo, Cohesi¨®n Social y Presupuesto- para demostrar ante la opini¨®n p¨²blica que "el Gobierno est¨¢ movilizado" para resolver los disturbios y que los ministros "trabajan juntos". El gesto es importante, pues, durante los primeros cuatro d¨ªas de enfrentamientos, el ambicioso Nicolas Sarkozy tuvo que pechar en solitario con una situaci¨®n que se le escapaba de las manos.

Sarkozy pudo decir ayer que todo el Ejecutivo asum¨ªa su an¨¢lisis de la situaci¨®n: "Hace falta firmeza y justicia. Una vez terminada la crisis, ser¨¢ el momento de abordar un cierto n¨²mero de injusticias que se dan en algunos suburbios".

Esta pasada madrugada las bandas volvieron a sembrar el p¨¢nico por d¨¦cima noche consecutiva. Pasada la medianoche, 607 veh¨ªculos hab¨ªan sido quemados y varios edificios p¨²blicos destruidos en la periferia de Par¨ªs. A primeras horas de la noche, ardieron dos escuelas en Essone, un gimnasio de 2.000 metros cuadrados en Seine-Saint-Denis y un albergue juvenil en Val-de-Marne. Decenas de coches ard¨ªan tambi¨¦n en otras ciudades, como Toulouse y Lyon. La polic¨ªa hab¨ªa practicado 70 detenciones.

Ya la noche del viernes al s¨¢bado hab¨ªa sido especialmente virulenta. M¨¢s de 900 coches ardieron en toda Francia. Los j¨®venes ignoraron las llamadas al di¨¢logo del Gobierno. Los brotes de violencia sobrepasaron las barriadas de Par¨ªs y alcanzaron Rennes, Orl¨¦ans, Lille, Roubaix, Tourcoing, Roubaix, Pau y Burdeos, entre otras ciudades.

Los polic¨ªas han constatado un cambio de actitud entre los protagonistas de la protesta, pues "desde hace tres d¨ªas los grupos son m¨¢s peque?os, m¨®viles y organizados. Reh¨²yen el enfrentamiento con la polic¨ªa. Siembran el terror y se van". Esa nueva actitud no impidi¨® que las detenciones se cuadriplicasen hasta afectar ya a 320 personas.

Los detenidos mayores de edad son sometidos a una justicia de urgencia y comparecen de inmediato ante el juez. Si tienen antecedentes y los hechos les acusan, son condenados a prisi¨®n firme, seg¨²n las instrucciones dictadas por el Ministerio de Justicia franc¨¦s a partir de la tercera jornada de revueltas juveniles.

En una tribuna en el diario Le Monde, el ministro del Interior defendi¨® "la pol¨ªtica que pone en pie este Gobierno desde hace cuatro a?os" y que, seg¨²n ¨¦l y en contra de todas las apariencias, ha logrado "reducir el n¨²mero de cr¨ªmenes y delitos en un 8%".

Sarkozy afirma: "Mi nombre es abucheado entre las bandas que aterrorizan los suburbios". Al mismo tiempo, una encuesta muy oportuna asegura que un 57% de los franceses tiene "una buena imagen del ministro", a pesar de que s¨®lo un 48% juzga "eficaz su pol¨ªtica" y un 73% le reprocha "preocuparse demasiado por salir en los medios de comunicaci¨®n".

Fin de la violencia

Todo empez¨® hace 10 d¨ªas. Dos adolescentes murieron electrocutados al ocultarse de la polic¨ªa en la caseta de un transformador. Ayer los padres de los muchachos hicieron un llamamiento para que "cese toda violencia", pues "Francia no se la merece", pero no dejaron de exigir al Gobierno "que haga p¨²blicas cuanto antes las circunstancias de la muerte de Zyed y Bouna", as¨ª como las del lanzamiento de una granada lacrim¨®gena "contra un lugar de culto musulm¨¢n".

El primer ministro, Dominique de Villepin, se entrevist¨® con el presidente del Consejo Franc¨¦s del Culto Musulm¨¢n, Dalil Boubakeur, y le asegur¨® que se har¨¢ todo lo posible para esclarecer las circunstancias del incidente. Boubakeur reclam¨®, por su parte, "palabras de paz", en clara referencia a la "racaille" (gentuza) de la que hablaba Sarkozy.

Hace 10 d¨ªas tambi¨¦n un hombre fue asesinado a pu?etazos por tres j¨®venes que le robaron la c¨¢mara fotogr¨¢fica. Uno de los asesinos sigue en fuga. Mientras, el presidente Jacques Chirac guarda silencio: "Hablar¨¢ cuando lo considere adecuado y necesario", dijo un portavoz del palacio del El¨ªseo.