Una compra bajo cr¨ªticas

Aunque el rumor estaba en el aire desde hac¨ªa meses, Carl-Herik Svanberg, director ejecutivo de Ericsson, la transnacional sueca de las telecomunicaciones, no hizo alusi¨®n a la compra del 75% de Marconi en la conferencia de prensa en la que anunci¨® los excelentes resultados del tercer trimestre de este a?o: 7.800 millones de coronas (819 millones de euros) antes de impuestos, con un crecimiento de su participaci¨®n en el sector a costa de su rival, la finlandesa Nokia.

La operaci¨®n ha sido recibida con satisfacci¨®n en el Reino Unidos, ya que se prefer¨ªa a Ericsson frente a las otras empresas competidoras

Cuatro d¨ªas m¨¢s tarde fue el propio Svanberg quien convirt¨ªa los rumores en realidad al confirmar la operaci¨®n de compra del 75% de la britanica Marconi mediante el pago al contado de 16.800 millones de coronas (unos 1.764 millones de euros). El mismo directivo justificaba la operaci¨®n se?alando que "el tr¨¢fico de las comunicaciones, tanto para telefon¨ªa fija como inal¨¢mbrica, crecer¨¢ fuertemente en todo el mundo y la necesidad de tecnolog¨ªas en dicho sector en el que Marconi tiene un prestigio consolidado justifican la compra".

Un costo demasiado alto seg¨²n algunos analistas , pero decididamente ventajoso seg¨²n otros como, por ejemplo, Dresdner Kleinwort Wasserstein que sostiene que el negocio subir¨¢ el valor industrial de Ericsson en 30.000 millones de coronas (3.150 millones de euros) lo que equivale al doble del costo neto de la transacci¨®n y podr¨ªa asegurar un crecimiento del 14% para el a?o 2007.

La compra de Marconi significa, en lo inmediato, el fortalecimiento de la posici¨®n del consorcio sueco de cara a los desaf¨ªos que plantear¨¢ la pr¨®xima generaci¨®n de tel¨¦fonos m¨®viles y de la red de sistemas, a trav¨¦s de la posesi¨®n de los puntos fuertes de Marconi, la fibra ¨®ptica y las conexiones de banda ancha.

Hacia la 'convergencia'

Svanberg destaca "la fascinaci¨®n en torno a los r¨¢pidos cambios que se operan en el sector de las telecomunicaciones, en el que, hasta hace pocos a?os todo estaba centrado en la telefon¨ªa m¨®vil y resultaba una desventaja la telefon¨ªa fija". Ahora la tendencia es al rev¨¦s y la palabra de moda en el sector es convergencia, una complementaci¨®n de ambas tecnolog¨ªas.

Y eso es lo principal que aporta Marconi. En el Reino Unido la operaci¨®n ha sido recibida con satisfacci¨®n, ya que se prefer¨ªa a Ericsson a la empresa china Huawei, que estaba interesada en realizar la misma compra, as¨ª como tambi¨¦n a la francesa Alcatel y a la alemana Siemens.

Carl-Eric Svanberg destaca el car¨¢cter estrat¨¦gico de la compra. "Somos fuertes en telefon¨ªa m¨®vil", dice, "y Marconi lo es en la fija, lo que aumenta nuestras posibilidades en las nuevas redes convergentes".

No todos los an¨¢lisis coinciden con Svanberg. Hay muchas voces esc¨¦pticas, como la de la analista sueca Helena Nordman-Knutson, de ?hman Fondkomission, que considera que el costo de la operaci¨®n es demasiado alto, que Marconi es una empresa en crisis lo que hace dif¨ªcil para Ericsson revertir la situaci¨®n al menos en el corto plazo, y que podr¨ªa afectar los resultados del pr¨®ximo a?o. La misma experta se?ala que la mayor parte de la actividad de Marconi est¨¢ emplazada en pa¨ªses de costos elevados, tales como Alemania, Francia e Italia, adem¨¢s del propio Reino Unido.

La inevitable reducci¨®n de una plantilla de cerca de 6.500 empleados de la firma brit¨¢nica, -que ya hab¨ªa sido dr¨¢sticamente reducida por los directivos de Marconi-, oscilar¨¢ entre un 15% y un 20%, seg¨²n el propio Svanberg, algo que tendr¨¢, de acuerdo a los analistas esc¨¦pticos , un costo demasiado elevado para Ericsson.

Quedan, por lo dem¨¢s, otros problemas como el de la integraci¨®n entre una gran empresa, como Ericsson, y la otra parte, en crisis pero con productos que la compradora necesita y una importante clientela en pa¨ªses de Europa y Estados Unidos.

En el plazo de un a?o la realidad dir¨¢ qui¨¦n ha tenido la raz¨®n, si el optimismo de Svanberg que "s¨®lo muestra los aspectos positivos" o los esc¨¦pticos, que prefieren optar por la cautela y la duda.