Una ley de consenso para un largo recorrido

"Si las leyes se hacen demasiado prolijas, no duran; y si se hacen sin consenso, tampoco". La primera parte de la frase del vicerrector de la Universitat de Val¨¨ncia Antonio Ari?o es una advertencia velada a la reforma de la LOU emprendida por el Gobierno. La segunda es una cr¨ªtica obvia a la ley aprobada por el Ejecutivo de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, creada, en opini¨®n de otro rector, "no ya sin contar con la comunidad universitaria, sino en contra de ella".

Ari?o defiende un marco normativo "b¨¢sico" para la educaci¨®n superior, sostenido en un acuerdo entre el Gobierno, la oposici¨®n y las comunidades aut¨®nomas, y que se deje un amplio terreno a la autonom¨ªa universitaria. Algo as¨ª como un dejar hacer al que posteriormente se le exijan "resultados".

?Existe el riesgo de que cada cambio de gobierno conlleve una reforma de la legislaci¨®n universitaria similar a la que se viene produciendo en las normas relativas a los tramos educativos anteriores? Los rectores opinan que no. Sobre todo porque en este caso se ha contado con ellos y con el resto de actores implicados para preparar la reforma.

El rector de la Universidad Polit¨¦cnica considera que precisamente por esa coincidencia de intereses, y por la "falta de crispaci¨®n" de la que est¨¢ "disfrutando el Gobierno" en la reforma, el Ejecutivo deber¨ªa acelerar el ritmo, tambi¨¦n en lo que se refiere al mapa de titulaciones, para no desperdiciar "una gran oportunidad".

La regulaci¨®n b¨¢sica, o m¨ªnima, defendida por Ari?o, est¨¢ relacionada con la visi¨®n que el vicerrector tiene de la universidad, que habr¨ªa pasado por tres fases hist¨®ricas: La primera, elitista; la segunda, de masas, y la actual, en la que el desaf¨ªo ser¨ªa adaptarse a los cambios acelerados que se producen en una sociedad compleja, lo que exijir¨ªa un amplio margen de autonom¨ªa.