Chirac exige el restablecimiento del orden
El presidente re¨²ne al Consejo de Seguridad franc¨¦s para atajar las cr¨ªticas por su silencio en la crisis
El presidente franc¨¦s, Jacques Chirac, rompi¨® ayer el inquietante silencio que ha mantenido mientras ard¨ªa Francia estos ¨²ltimos d¨ªas, y realiz¨® una breve declaraci¨®n p¨²blica a las puertas del palacio del El¨ªseo tras presidir la reuni¨®n del Consejo de Seguridad Interior, convocado de urgencia para mostrar que sigue al mando y controla la situci¨®n. "La prioridad absoluta es el restablecimiento de la seguridad y del orden p¨²blico", dijo. "La Rep¨²blica est¨¢ determinada por naturaleza a ser m¨¢s fuerte que los que quieren sembrar la violencia o el miedo, y que ser¨¢n detenidos, juzgados y condenados", a?adi¨®. S¨®lo si se restablece el orden p¨²blico, advirti¨®, ser¨¢ posible poner en marcha las medidas para solucionar los problemas que la revuelta ha puesto en evidencia.
Pese a su agresividad, el ministro del Interior, Nicol¨¢s Sarkozy, sigue siendo popular
Chirac se mostr¨® dispuesto adoptar, despu¨¦s del cese de la violencia, medidas que aseguren "el respeto de todos, la justicia y la igualdad de oportunidades". El Consejo de Seguridad Interior incluye al primer ministro, Dominique de Villepin, y a los titulares de Interior, Nicolas Sarkozy; Defensa, Mich¨¨le Alliot-Marie; Justicia, Pascal Cl¨¦ment; Empleo, Jean-Louis Borloo; Econom¨ªa, Thierry Breton, y Educaci¨®n, Gilles de Robien, as¨ª como el portavoz, Jean-Fran?ois Cop¨¦. Su ¨²ltima reuni¨®n extraordinaria tuvo lugar el pasado verano tras los atentados terroristas en Londres. De Villepin, por su parte, anunci¨® que se implementar¨¢ un sistema judicial para "acelerar los procedimientos" de modo que se haga "justicia inmediata" sobre los detenidos por los disturbios.
Este fin de semana, los paralelismos entre la actuaci¨®n de Chirac estos d¨ªas y la de Charles de Gaulle en mayo de 1968 -cuando los franceses se preguntaban "?Donde est¨¢ el general?", que abrumado por los acontecimientos desapareci¨® de la escena p¨²blica para reaparecer en la ciudad alemana de Baden Baden-, empezaban a instalarse en la opini¨®n p¨²blica francesa. Ayer, el primer secretario del Partido Socialista, Fran?ois Hollande, se hizo eco de ello y pidi¨® por televisi¨®n una declaraci¨®n al presidente. "Me gustar¨ªa escuchar las palabras de Jacques Chirac hoy (...) y no s¨®lo compasi¨®n y un silencio molesto: hay que asumir responsabilidades".
A media tarde Chirac convocaba el Consejo de Seguridad, pero fuentes del El¨ªseo aseguraban que no habr¨ªa ninguna declaraci¨®n del presidente. Pero la presi¨®n para que se mostrara ante los franceses debi¨® ser evidente durante la reuni¨®n, y en el ¨²ltimo momento se anunci¨® que dir¨ªa unas palabras. Fue breve y cabe preguntarse si consigui¨® transmitir confianza a los franceses y temor a los alborotadores.
A lo largo de esta crisis, que ya entra en su duod¨¦cimo d¨ªa, el Gobierno de Dominique de Villepin ha actuado de forma err¨¢tica. Primero, con total pasividad, dejando solo al ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, en un claro intento de debilitarlo en su pugna con De Villepin y quemar sus ambiciones presidenciales. Despu¨¦s, cuando la ola de violencia tomaba ya grandes dimensiones, con una t¨ªmida respuesta policial, denunciada por muchos de los empresarios y comerciantes que ve¨ªan c¨®mo sus negocios ard¨ªan sin que la polic¨ªa hiciera nada. Hasta el s¨¢bado no se usaron helic¨®pteros -y tan s¨®lo uno vol¨® ese d¨ªa- para controlar la acci¨®n de las bandas. Los refuerzos empezaron a llegar este ¨²ltimo fin de semana, cuando ya era muy tarde y la revuelta se hab¨ªa extendido a todo el pa¨ªs.
Sin embargo, no cabe descartar que Sarkozy pueda volver a tomar la iniciativa y recuperar su imagen, ahora un tanto mellada. La inmensa mayor¨ªa de la sociedad francesa, incluidos los ciudadanos de los barrios m¨¢s deprimidos procedentes de la inmigraci¨®n -que son las primeras v¨ªctimas- podr¨ªan volver a mirar con simpat¨ªa, en un momento determinado, la figura irredenta del ministro del Interior y su pol¨ªtica de ley y orden.
Una encuesta publicada ayer por Le Parisien-Dimanche y Aujourd'hui Dimanche se?alaba que Sarkozy conserva la confianza de la mayor¨ªa de los franceses, por m¨¢s que no gusten sus agresivas declaraciones, que est¨¢n en el origen de esta crisis, ni el hecho de que d¨¦ m¨¢s importancia a la represi¨®n pura y dura que a la prevenci¨®n de la delincuencia.
Seg¨²n el sondeo de CSA, realizado los d¨ªas 2 y el 3 de noviembre -cuando ya se cumpl¨ªa la primera semana de disturbios-, un 57% de los franceses tiene una buena imagen de Sarkozy y el 62% considera que se preocupa por resolver los problemas del pa¨ªs.
La opini¨®n sobre su actuaci¨®n estos d¨ªas no es tan buena. S¨®lo el 48% cree que es eficaz contra la inseguridad y el 53%, que no trata de la misma manera a todas las categor¨ªas de franceses. Sarkozy tiene una mala imagen como ministro para el 39% de los consultados, una cifra que sube al 42% en las banlieues (suburbios) de las grandes ciudades. Su estilo tampoco recibe muy buenas notas. El 73% de los consultados considera que las intervenciones del titular de Interior son demasiado medi¨¢ticas; un 63% que utiliza t¨¦rminos "chocantes" en sus declaraciones y un 66% que se centra demasiado en la represi¨®n y no lo suficiente en la prevenci¨®n.
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