El cuarto mundo
Un explorador intuitivo que lleva lustros en la b¨²squeda de una m¨²sica posible, que ¨¦l denomina del cuarto mundo, y en la que se combinan improvisaci¨®n y obra escrita. Con un historial apabullante de colaboraciones con Brian Eno, Peter Gabriel, Kronos Quartet, Baaba Maal, Howie B o Bj?rk. ?se es Jon Hassell, trompetista y compositor visionario. Una m¨²sica que en ning¨²n caso procede de esa veta que suele denominarse fusi¨®n. Sutil alquimia nacida del profundo conocimiento musical de este veterano que estudi¨® con Stockhausen, pero tambi¨¦n con Pran Nath. Sin anclajes geogr¨¢ficos y absolutamente atemporal.
El estadounidense present¨® en cuarteto su disco Magic Realism 2 y que, como ya ocurr¨ªa en su Magic Realism de 1983, mezcla grabaciones imperfectas de conciertos y la perfecci¨®n del estudio. Podr¨ªa ser un In a silent way de los albores del siglo XXI. El esp¨ªritu del Miles Davis de los a?os setenta anda cerca. No s¨®lo porque Hassell recurri¨® a cuadros de Klarwein -autor de la portada de Bitches Brew para Davis- en varios de sus discos, incluido ¨¦ste que reproduce su collage Crucifiction. Tambi¨¦n en esos toques de trompeta precisos y certeros que han influenciado a trompetistas europeos como Erik Truffaz o Nils Petter Molvaer.
XXII Festival de Jazz de Madrid. Jon Hassell & Maarifa Street Band
Jon Hassell (trompeta y teclado), Peter Freeman (bajo), Rick Cox (guitarra el¨¦ctrica) y Steve Shehan (bater¨ªa y percusi¨®n). Colegio Mayor San Juan Evangelista. Madrid, 6 de noviembre.
Maarifa se traduce del ¨¢rabe como conocimiento o sabidur¨ªa, y es el nombre de una calle de Irak sobre la que Hassell ley¨® algo en un diario. La electr¨®nica ocup¨® todos los rincones del escenario: Peter Freeman estaba casi m¨¢s pendiente de sus pedales y del ordenador port¨¢til que del propio m¨¢stil del bajo; Rick Kox usaba una pera de aire para extraer sonidos de su guitarra, y Steve Shehan se rode¨® de una amplia panoplia de elementos percusivos: desde congas, cajas y platillos -que puede hacer sonar con un arco de chelo- hasta una calabaza flotando en agua.
Un sonido que parece flotar en el aire. Y un estimulante intento de conciliar los ritmos naturales de la vida con nuestra existencia urbana digital.
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