El PSC se opone ahora a que la Oficina Antifraude dependa de Bargall¨®

Las aguas en el tripartito catal¨¢n vuelven a bajar agitadas. Esquerra Republicana e Iniciativa per Catalunya consideraron ayer "ins¨®lito" que uno de sus socios, el Partit dels Socialistes, enmiende un acuerdo del propio Gobierno. En concreto, el PSC ha presentado 17 enmiendas al proyecto de creaci¨®n de la Oficina Antifraude para que ¨¦sta dependa de Parlament y no del primer consejero, Josep Bargall¨®. El caballo de batalla son las finanzas municipales. A ello se sum¨® que ayer Esquerra e Iniciativa frenaron la pretensi¨®n de Ernest Maragall, secretario del Gobierno, de asistir a todas las reuniones de las macro¨¢reas del Ejecutivo.

Socialistas y republicanos tuvieron que hacer un verdadero encaje de bolillos en septiembre para acomodar el proyecto de creaci¨®n de la Oficina Antifraude a sus intereses pol¨ªticos. Ernest Maragall se opuso desde el primer momento a que la oficina dependiera del primer consejero, pues sosten¨ªa que deb¨ªa hacerlo del Parlament al poder fiscalizar tambi¨¦n a los ayuntamientos. Al final, los socialistas catalanes cedieron a la presi¨®n de Esquerra, que esgrimi¨® una resoluci¨®n del Parlament, en el turbulento pleno sobre el caso Carmel, que conced¨ªa al primer consejero su potestad funcional sobre la Oficina Antifraude.

Pero ahora, el PSC ha recuperado su filosof¨ªa inicial y ha decidido presentar 17 enmiendas al proyecto de ley, ya aprobado por el Consell Executiu. Los socialistas opinan que los primeros anteproyectos de la ley e incluso la memoria que acompa?a al actual proyecto estipulan que la oficina estar¨¢ supeditada al Parlament.

Miquel Iceta, portavoz del PSC, afirm¨® ayer no comprender que una oficina que pueda investigar a los ayuntamientos dependa org¨¢nicamente del Gobierno o, en este caso, del primer consejero, pues se "compromete" su independencia. El PSC prefiere que est¨¦ supeditada al Parlament o a la Sindicatura de Cuentas, como fija el Pacto del Tinell. En cambio, Iceta agreg¨® que si la oficina s¨®lo tuviera competencias sobre la Administraci¨®n catalana, su grupo aceptar¨ªa que el control lo ejerciera el Ejecutivo. Los socialistas mantendr¨¢n las enmiendas hasta que puedan negociarlas con el Gobierno catal¨¢n.

Las explicaciones de Iceta no convencieron a sus socios de Esquerra e Iniciativa, que calificaron de "ins¨®lita" la actuaci¨®n de los socialistas. El republicano Joan Ridao se?al¨® que las enmiendas son "una opci¨®n libre" del PSC "que nada tienen que ver con sus representantes en el Gobierno". El ecosocialista Joan Boada apel¨® al PSC a defender en su integridad el texto aprobado por el Consell Executiu. "Otra cosa no es muy normal", se?al¨®.

La oposici¨®n de Converg¨¨ncia i Uni¨® y el Partido Popular se frot¨® las manos con esta nueva disputa. Los nacionalistas apoyaron al PSC para que la Oficina Antifraude dependa de la Sindicatura de Cuentas, mientras que los populares se?alaron: "En vez de un Gobierno de coalici¨®n, es un Gobierno de cachondeo a cuya filosof¨ªa no estamos acostumbrados".

Reajuste del Gobierno

A la pol¨¦mica sobre la Oficina Antifraude se sum¨® ayer otro episodio que dividi¨® a los socios del tripartito. Pero esta vez Esquerra e Iniciativa ganaron la partida. Ernest Maragall pretend¨ªa asistir a todas las reuniones de las cuatro comisiones en que se dividir¨¢ el Ejecutivo catal¨¢n (pol¨ªtica, econ¨®mica, territorial y social), un reestructuraci¨®n adoptada para dar una salida al presidente, Pasqual Maragall, en su pretendido y frustrado cambio de carteras en el Gobierno. Al igual que el primer consejero, Josep Bargall¨®, no podr¨¢ presidir las cuatro comisiones, pese a ser de hecho su presidente, tampoco lo podr¨¢ hacer Ernest Maragall. Otros secretarios del Departamento de Presidencia dar¨¢n fe de los acuerdos que se tomen en estas reuniones.

Ernest Maragall alegaba que, como secretario del Gobierno catal¨¢n, le correspond¨ªa levantar acta de estos acuerdos. Pero ayer Bargall¨® dio el asunto por zanjado y anunci¨® la aprobaci¨®n de los decretos para la pr¨®xima semana.

Como colof¨®n de este agitado inicio de semana, Esquerra y Converg¨¨ncia i Uni¨® han introducido una enmienda al nuevo reglamento de la C¨¢mara por la cual s¨®lo se necesitar¨¢ la mayor¨ªa absoluta del Parlament para retirar en el Congreso un proyecto de ley. Seg¨²n los socialistas, esta enmienda podr¨ªa invalidar el acuerdo por el que los cuatro grupos que votaron el Estatuto se comprometieron a no retirarlo de las Cortes sin el aval de todos ellos.