Un sindicalista duro

Bigotudo a lo Emiliano Zapata, Amir Peretz es considerado a sus 53 a?os un radical que ha plagado el calendario de jornadas de huelga. Jefe de la confederaci¨®n de sindicatos Histadrut, organizaci¨®n que dirige desde 1995, suscita recelos entre sus compa?eros m¨¢s moderados del Partido Laborista. Ayer, Sim¨®n Peres le acus¨® de fraude en las primarias, muchos le tachan de populista y no faltan los que piensan que ha puesto al servicio de su campa?a a los cuadros y a los fieles seguidores con que cuenta en su sindicato. Sus partidarios le atribuyen el vigor necesario para alejar al laborismo del elitismo que le achacan.

Los rivales del Likud han tildado a varios contrincantes de Peretz en el interior del laborismo de racistas por las cr¨ªticas que han vertido sobre el hoy presidente del partido. Naci¨® en Marruecos, muy lejos de los pa¨ªses centroeuropeos de los que provienen los ashkenaz¨ªes, eternos mandamases de la organizaci¨®n de centroizquierda.

Peretz ha sido un cr¨ªtico feroz de la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno de Sharon. Apuesta por pol¨ªticas sociales en las ant¨ªpodas de las aplicadas por el actual Ejecutivo y por revitalizar la organizaci¨®n de los kibutzim. El parlamentario Peretz no se ha cansado de reclamar la salida de los laboristas del Gobierno. Ya lo ha conseguido.