El CCCB re¨²ne a fil¨®sofos y arquitectos para reflexionar sobre poder y territorio
"Los banlieues franceses tambi¨¦n son espacios de exclusi¨®n, fueron pensados sin conexiones de transportes, sin centros ni espacios p¨²blicos, ¨²nicamente como una manera de concentrar y poder controlar a esta poblaci¨®n a la que no se quer¨ªa tener cerca. En este sentido, los arquitectos son corresponsables, a trav¨¦s de la forma, de la situaci¨®n pol¨ªtica actual", indica Eyal Wizman, director del Centro de Investigaci¨®n Arquitect¨®nica del Goldsmith College de la Universidad de Londres y uno de los organizadores de las jornadas Archipi¨¦lago de excepci¨®n. Soberan¨ªas de la extraterritorialidad, que ayer finalizaron en el Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona (CCCB).
Los suburbios parisienses con toque de queda no han sido el tema central de las jornadas, ya que ¨¦stas se centran en estos espacios menos cotidianos en los que no se aplican las normas generales que afectan al resto del pa¨ªs en el que se ubican, como las c¨¢rceles, las bases militares o los campos de refugiados, aunque tambi¨¦n los para¨ªsos fiscales. Pero en cierta manera para Wizman, autor de varios trabajos sobre la pol¨¦mica actuaci¨®n arquitect¨®nica de Israel en los territorios ocupados, es evidente que hay cierta relaci¨®n entre los dos tipos de espacio, concretamente en su falta de urbanismo. Explica, por ejemplo, que los palestinos no quieren que se planten ¨¢rboles en los campos de refugiados porque esto supondr¨ªa reconocer que no viven en una situaci¨®n temporal.
De hecho, como explic¨® el fil¨®sofo italiano Giorgio Agamben en la ponencia de apertura de las jornadas, "el estado de excepci¨®n antes era temporal, pero ahora es una medida permanente" y la frontera entre lo legal y lo excepcional es cada vez m¨¢s difusa. Agamben adelant¨® algunas de las investigaciones en las que est¨¢ trabajando, en las que, indic¨®, bucea en la historia para encontrar en las disputas teol¨®gicas cristianas el origen del gobierno democr¨¢tico moderno. "El verdadero misterio no es la soberan¨ªa, no es la ley, es el gobierno", indic¨® Agamben, y a?adi¨®: "La excepci¨®n es una forma extrema y pura del acto de gobernar".
A la reflexi¨®n filos¨®fica de Agamben sigui¨® una visi¨®n m¨¢s directa del escritor y periodista paquistan¨ª Tariq Ali, que se centr¨® en las bases o c¨¢rceles estadounidenses fuera de sus fronteras. "Tienen los prisioneros en Guant¨¢namo porque en territorio estadounidense estas pr¨¢cticas de tortura f¨ªsica y psicol¨®gica no se pueden hacer de forma legal", se?al¨®. "Es m¨¢s c¨®modo que intentar cambiar sus leyes", a?adi¨® Ali, quien opina que el incomparable poder¨ªo militar estadounidense -"mayor que el de los siguientes ocho pa¨ªses m¨¢s poderosos juntos", se?al¨®- augura imperio para rato, pese a la crisis econ¨®mica o los malos gobiernos.
Con todo, una parte importante del debate en el que han participado arquitectos, fil¨®sofos, ge¨®grafos y expertos en organizaciones militares y humanitarias, se ha centrado en el an¨¢lisis de casos concretos. Pese a su uso diverso, las arquitecturas de estos espacios "excepcionales" no son tan diferentes entre s¨ª. "El ejemplo es Guant¨¢namo, que primero fue base militar, despu¨¦s campo de refugiados haitianos y ahora centro de detenci¨®n de supuestos terroristas", se?ala Thomas Keenan, director del Human Rights Project. "En todos ellos la base es la segregaci¨®n, la exclusi¨®n de la gente del entorno que les rodea, a veces para reprimirlos y otras para protegerlos".
El soci¨®logo Zygmunt Bauman cerr¨® ayer las jornadas con una conferencia en la que explic¨® las dificultades de los ciudadanos para poder resolver los problemas actuales ya que los ¨²nicos instrumentos legales y pol¨ªticos con los que ¨¦stos cuentan tienen alcance local, mientras que el problema ahora es global. Estos ciudadanos ocupan el centro impotente de un espectro en cuyos extremos se sit¨²an las ¨¦lites extraterritoriales del capital y los refugiados que huyen de la pobreza o la guerra y prefiguran un escenario en el que, indic¨®, todos podemos acabar encontr¨¢ndonos.
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