La historia visigoda estaba en una cueva
Vecinos de Cantabria encuentran huesos de 13 personas que pueden ser claves para el estudio del siglo VIII en el norte
La historia de Cantabria se puede leer en las cuevas. En una de las 6.500 cavidades que hay en la regi¨®n se estudia desde hace un a?o un yacimiento arqueol¨®gico que se considera ya, antes de su an¨¢lisis definitivo y conocimiento p¨²blico, como el mejor dep¨®sito cerrado de la ¨¦poca visigoda. Destaca el hallazgo en el interior de la gruta de un cementerio familiar de una poblaci¨®n cercana, que a?adir¨¢ inter¨¦s hist¨®rico sobre la llegada y el establecimiento de los visigodos en la costa cant¨¢brica entre los siglos VII y VIII, sus costumbres y relaciones con el cristianismo.
Los miembros de la asociaci¨®n ecologista y cultural Mortera Verde dieron la alarma sobre los objetos que se hab¨ªan encontrado en una cueva situada en la sierra de la Picota, una herradura de mont¨ªculos de prados y eucaliptos que abraza la localidad de Mortera, de 1.500 habitantes, en el municipio de Pi¨¦lagos, a dos kil¨®metros del parque natural de las dunas de Liencres y a 12 kil¨®metros de Santander.
La Consejer¨ªa de Cultura del Gobierno de Cantabria aprob¨® realizar un primer informe pericial del hallazgo, una campa?a de excavaci¨®n de urgencia en la superficie, el cierre de la cavidad y el env¨ªo de medio centenar de objetos (broches, anillos, pendientes, piedras de molino, cer¨¢micas, un hacha de combate y restos humanos de 13 individuos) al dep¨®sito de seguridad del Museo de Prehistoria y Arqueolog¨ªa de Cantabria, en Santander.
El hallazgo de la cueva de los Perros I (o de las Penas, su nombre antiguo) fue el resultado de los paseos y el inter¨¦s de la gente de este pueblo c¨¢ntabro por conocer y difundir el patrimonio de un territorio que se ve amenazado por la especulaci¨®n urban¨ªstica, seg¨²n cuentan ?scar Losa, de 48 a?os, profesor de instituto, presidente de la asociaci¨®n; Jos¨¦ Miguel Toraya, de 42, due?o de un bar, y Mariano G¨®mez de Vallejo, de 50, artista. Entraron por la peque?a boca (60 cent¨ªmetros) del sumidero, al fondo de una pendiente que arrastra el agua y objetos de un cercano vertedero (apareci¨® un neum¨¢tico de cami¨®n a cien metros de la entrada) y cubiertos de barro fueron descubriendo galer¨ªas, con objetos en la superficie y grabados y pinturas negras carbonosas de tipo esquem¨¢tico en las paredes.
La cueva de los Perros, conocida como un lugar de basuras, a la que se arrojaban gatos y perros muertos, fue descubriendo una serie de huesos, restos de cer¨¢mica, trozos de piedras de molino y unos broches de cinturones que los descubridores consideraron de inter¨¦s para los arque¨®logos. Varios miembros de Mortera Verde han colaborado en los trabajos de campo, junto a un equipo de arque¨®logos y espele¨®logos, bajo la direcci¨®n de ?ngeles Valle, por encargo del Servicio de Patrimonio de la Consejer¨ªa de Cultura. En el equipo de excavaci¨®n y estudio de las piezas figuraron el espele¨®logo Alix Ferna y el historiador Jos¨¦ ?ngel Hierro.
Un ajuar sepulcral
Los arque¨®logos se entusiasman con los objetos del yacimiento arqueol¨®gico de la cueva de los Perros en Mortera (Cantabria). Los objetos del ajuar de este dep¨®sito sepulcral, que es anterior o coet¨¢neo de la invasi¨®n de la Pen¨ªnsula por el caudillo musulm¨¢n Tariq en el a?o 711, ofrecer¨¢n tras su estudio m¨¢s detenido nuevas luces sobre la ¨¦poca visigoda en Cantabria, que divide a los expertos. Se han formado dos escuelas medievalistas sobre la poblaci¨®n visigoda, que se refugia en el norte tras la invasi¨®n ¨¢rabe o se relaciona en el siglo VI con la extensi¨®n del cristianismo y figuras como san Mill¨¢n de la Cogolla. Aqu¨ª entra tambi¨¦n la falta de datos y los t¨®picos frente a la arqueolog¨ªa, en la interpretaci¨®n de la vida de los asentamientos visigodos y sus relaciones con el cristianismo. El ajuar sepulcral contiene cinco broches de cintur¨®n completos, de bronce (uno de ellos, forrado con plancha de oro y decorado con damasquinados de plata), dos anillos, dos pendientes, un hacha de combate de hierro (una francisca) y restos de varios calderos de madera, entre otros objetos. Los expertos analizan la parte de ritual funerario, por la ofrenda de alimentos (hay esqueletos de dos gallinas dom¨¦sticas junto a un cad¨¢ver), o la pr¨¢ctica de paganismo, en un lugar de dif¨ªcil acceso, perseguido por el cristianismo oficial. Ya se han identificado los restos humanos de 13 individuos, en un trabajo de la m¨¦dico forense Silvia Carnicero, fechados por C14AMS entre los siglos VII y VIII, y se interrogan sobre los grabados rupestres abstractos, de dif¨ªcil lectura, o los fragmentos de molino. La publicaci¨®n de los estudios est¨¢ pendiente de la aprobaci¨®n del consejero de Cultura, Francisco Javier L¨®pez Marcano, que no ha permitido la visi¨®n de los materiales.
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