Un artilugio peligroso
En la p¨¢gina de bazar de Ciberp@¨ªs, concretamente en su rinc¨®n de artilugios sorprendentes, se anunci¨® el jueves pasado, con foto, la pistola paralizadora Taser X26c, un arma de 200 gramos y un tama?o poco mayor que un tel¨¦fono m¨®vil que lanza descargas el¨¦ctricas. "Desde una distancia inferior a 4,5 metros", precisaba el texto, "paraliza 10 segundos el sistema nervioso de la persona que recibe el impacto, cualquiera que sea la parte del cuerpo alcanzada". Seg¨²n la breve rese?a, su precio es de 1.000 d¨®lares, cargas aparte.
Una decena de lectores remitieron el mismo jueves y el viernes mensajes de protesta por el tratamiento que se hab¨ªa dado a "un arma tremendamente peligrosa prohibida en muchos pa¨ªses", incluido Espa?a. Uno de ellos, Esteban Beltr¨¢n, director de la secci¨®n espa?ola de Amnist¨ªa Internacional, subrayaba que "desde el a?o 2001, m¨¢s de cien personas en Estados Unidos y Canad¨¢ han muerto tras ser sometidas a descargas el¨¦ctricas con armas Taser".
Beltr¨¢n prosegu¨ªa as¨ª: "Seg¨²n la informaci¨®n que obra en poder de Amnist¨ªa Internacional, estas armas son importadas de forma legal en Espa?a para el uso exclusivo de las fuerzas de seguridad. El 26 de abril de 2005, el Ministerio del Interior confirm¨® que 'vistos los riesgos que pueden ocasionar, no se ha considerado apropiado el uso de estas armas por parte de funcionarios encargados de hacer cumplir la ley'. Con estas informaciones me parece muy preocupante que ustedes publiciten de la forma en la que lo hacen el consumo y uso de estas armas; y m¨¢s en una parte del peri¨®dico donde se anuncian productos destinados mayoritariamente a los j¨®venes".
Un portavoz de la Guardia Civil precis¨® que la Comisi¨®n Interministerial Permanente de Armas y Explosivos ha calificado la pistola Taser X26c como "arma prohibida a particulares". Agreg¨® que s¨®lo podr¨ªa ser usada por las fuerzas de seguridad en el caso de que hubiera un reglamento que regulara su utilizaci¨®n, pero de momento no se ha considerado oportuno elaborarlo. Dicho portavoz se?al¨® que es un tipo de pistola que podr¨ªa ser una alternativa a las armas de fuego para los agentes de los servicios de vigilancia del interior de los aviones. Pero esta posibilidad tampoco se ha concretado todav¨ªa.
Tom¨¢s Delcl¨®s, subdirector responsable de Ciberp@¨ªs, cuenta c¨®mo la pistola paralizadora se col¨® en el bazar del jueves pasado: "La intenci¨®n de esta secci¨®n dentro del suplemento es la de mostrar una galer¨ªa de aparatos o gadgets que se hallan en Internet, algunos de ellos con una vida comercial m¨¢s que improbable. La mayor¨ªa no est¨¢ en el mercado espa?ol ni llega nunca. Se ha recogido la existencia de huevos aislantes, robots canguros, m¨²sica antirrobos, ropa repelente de mosquitos, etc¨¦tera. La secci¨®n no tiene ninguna intencionalidad promocional. Sin embargo, los lectores tienen raz¨®n en este caso, ya que la lectura de la nota sobre el objeto rese?ado, ubicada en esta secci¨®n, sin m¨¢s explicaciones, tiene connotaciones que, lamentablemente, se nos escaparon, as¨ª como su peligrosidad".
Es evidente que no deber¨ªa haberse publicado en el diario una informaci¨®n sobre la pistola paralizadora sin hacer referencia a su peligrosidad. El entorno en el que se inscribi¨®, una exposici¨®n de inocuos productos electr¨®nicos, tampoco es el m¨¢s adecuado para tratar sobre ella. Como se?alan varios lectores, la pistola Taser se ha abordado "sin darle mayor importancia, como si no fuera un arma".
Cabecera sin tilde
Otro lector, Jan Peter Nauta, se ha interesado por la cabecera de EL PA?S. "En un foro electr¨®nico del Instituto Cervantes surgi¨® una peque?a pol¨¦mica con respecto a la graf¨ªa de la cabecera de su peri¨®dico", cuenta. "A algunas personas les molesta que no lleve acento gr¨¢fico en la letra i, tal y como establecen las reglas de la Real Academia. He observado que esto s¨®lo ocurre en la cabecera, no en los dem¨¢s casos en los que se utiliza el nombre del peri¨®dico en may¨²sculas. Le agradecer¨ªa que me explicara esta cuesti¨®n".
Efectivamente, cuando se escribe EL PA?S en cualquier texto se acent¨²a, siguiendo la norma ortogr¨¢fica. Sin embargo, la cabecera, que es lo que m¨¢s se ve, est¨¢ impresa sin acento.
La explicaci¨®n es en parte hist¨®rica y en parte est¨¦tica. Cuando se dise?¨® la cabecera, en 1976, los diarios no sol¨ªan acentuar las may¨²sculas. La Real Academia nunca estableci¨® expl¨ªcitamente que las normas pudieran vulnerarse en la acentuaci¨®n de las may¨²sculas, pero estaba muy extendida la idea de que no poner la tilde estaba tolerado. En los primeros a?os de publicaci¨®n del peri¨®dico, el nombre del diario se escrib¨ªa sin acento gr¨¢fico tanto en los textos como en la cabecera. En general, no se pon¨ªa tilde sobre ninguna may¨²scula.
Una nota remitida por el departamento de Espa?ol al D¨ªa de la Real Academia sit¨²a esa forma de proceder en su contexto hist¨®rico: "El que durante un tiempo las may¨²sculas no se acentuasen en textos mecanografiados o impresos puede tener su explicaci¨®n en la dificultad de poner las tildes con los medios de composici¨®n o escritura mec¨¢nica tradicionales. Sin embargo, tanto en los textos manuscritos como en los textos escritos mediante los modernos procesadores de textos adaptados a nuestra lengua, la ausencia de tildes carece de justificaci¨®n".
La citada nota expone que la ¨²ltima edici¨®n de la Ortograf¨ªa de la lengua espa?ola, de 1999, insiste en la obligatoriedad de acentuar gr¨¢ficamente las may¨²sculas. Dicha obra precisa: "La Academia nunca ha establecido una norma en sentido contrario".
Tras la generalizaci¨®n del uso del ordenador, este diario pas¨® a acentuar las may¨²sculas en todos sus textos, pero la cabecera se qued¨® como estaba. ?Por qu¨¦? David Garc¨ªa, director de arte del diario, lo explica: "La cabecera no es s¨®lo un nombre, es un logotipo, y los logotipos no siguen las reglas ortogr¨¢ficas, sino las de diferenciaci¨®n tipogr¨¢fica y visual que hacen que se distinga de un golpe de vista una marca de las dem¨¢s".
Garc¨ªa pone algunos ejemplos: "V¨¦ase el logo de Telefonica, que ha eliminado el acento, o el de acciona, que se escribe sin versal al principio de la palabra, o el de el Peri¨®dico de Catalu?a, que no lleva versal en el art¨ªculo, o el de the guardian, cuya cabecera est¨¢ dise?ada en caja baja, sin ninguna may¨²scula".
El director de arte concluye: "Cuando las marcas no se presentan como logo y se citan en un texto, se escriben seg¨²n las reglas ortogr¨¢ficas, puesto que ya no se trata de la imagen de la
marca de una compa?¨ªa o un producto, sino de su nombre".
Los lectores pueden escribir al Defensor del Lector por carta o correo electr¨®nico (defensor@elpais.es), o telefonearle al n¨²mero 913 37 78 36.
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