Santos Juli¨¢, int¨¦rprete de las 'dos Espa?as'

Ayer por la ma?ana, poco despu¨¦s de recibir la noticia de la concesi¨®n del premio, Santos Juli¨¢ ya ten¨ªa la voz ronca. "De tanto hablar", dijo. Pero la voz reflejaba tambi¨¦n felicidad. El jurado, presidido por Rogelio Blanco, director general del Libro, y compuesto por Carlos Seco Serrano, Alfonso Rodr¨ªguez Guti¨¦rrez de Ceballos, Juan Velarde, Jos¨¦ ?lvarez Junco, Mar¨ªa Dolores Caba?as, Manuel P¨¦rez Ledesma, Carmen Labrador y Julio Valde¨®n, premiado en la edici¨®n anterior, galardon¨® con el Premio Nacional de Historia su libro Historias de las dos Espa?as (publicado por Taurus), un profundo an¨¢lisis sobre el papel que han jugado los intelectuales desde el siglo XIX hasta la transici¨®n pol¨ªtica. El premio est¨¢ dotado con 15.000 euros.

Santos Juli¨¢ (El Ferrol, A Coru?a, 1940) es autor, entre otros libros, de La izquierda del PSOE: (1935-1936); Or¨ªgenes del Frente Popular en Espa?a: Madrid, 1931-1934; Manuel Aza?a. Una biograf¨ªa pol¨ªtica; Madrid. Historia de una capital; Los socialistas en la pol¨ªtica espa?ola: 1879-1982, y Violencia pol¨ªtica en la Espa?a del siglo XX.

Con Historias de las dos Espa?as fueron seis los a?os de trabajo duro, pero muy satisfactorio, record¨® ayer el historiador. "Ha sido un libro de reposo. Escrib¨ªa y lo dejaba reposar. He rebatido, hablado y discutido con mis colegas cada cap¨ªtulo. Es una obra con la que he disfrutado durante mucho tiempo. No he intentado probar cosas, sino descubrirlas para m¨ª mismo. La recompensa de un investigador es de orden interior, de probar que el trabajo no es una condena, sino un gusto. Pero, claro, que los colegas lo reciban de esta manera me afecta muy especialmente y me provoca un placer grande", explicaba Santos Juli¨¢, catedr¨¢tico en la Facultad de Ciencias Pol¨ªticas y Sociolog¨ªa de la Universidad Nacional de Educaci¨®n a Distancia, director del Departamento de Historia Social y Pensamiento Pol¨ªtico en dicha universidad, y columnista pol¨ªtico de EL PA?S.

Historias de las dos Espa?as surgi¨®, se?al¨® ayer su autor, a ra¨ªz de la investigaci¨®n realizada en torno al papel de los intelectuales y su presencia en la esfera p¨²blica desde el 98 hasta la actualidad. "En esa investigaci¨®n fue apareciendo el que una parte importante del discurso de los intelectuales giraba en torno al tema de la naci¨®n, al llamado desde finales del XIX 'el problema de Espa?a' y que es espec¨ªfico de nuestro pa¨ªs. Me sorprendi¨®, sobre todo, su duraci¨®n de casi dos siglos". Es con el desastre del 98 cuando se agudiza esa conciencia problem¨¢tica de Espa?a y que va dividiendo a los intelectuales en dos grupos bien diferentes: liberales ilustrados frente a cat¨®licos tradicionales, nuevos frente a viejos. Ah¨ª est¨¢n el intelectual de la protesta (Unamuno), el maestro o educador (Ortega), el constructor del Estado (Aza?a) o el intelectual cat¨®lico, como Balmes o Men¨¦ndez Pelayo. "Son muchas las historias que van jalonando estos dos siglos, de ah¨ª el t¨ªtulo, y esas historias forman parte del relato ante el problema de Espa?a", dice su autor.

Seg¨²n Santos Juli¨¢, esa divisi¨®n dura hasta los a?os cincuenta cuando surge una nueva generaci¨®n de intelectuales. "Los intelectuales representaron la historia como la escisi¨®n entre dos Espa?as, una escisi¨®n que finalmente se cerr¨® con la generaci¨®n de S¨¢nchez Ferlosio, Alfonso Carlos Com¨ªn o Carlos Barral y otros muchos m¨¢s, cuando se presentan como hijos de vencedores y vencidos, cerrando ese relato, eliminando la escisi¨®n entre vencedores y vencidos y manifestando su inter¨¦s, no ya por la identidad nacional, sino por la democracia, las libertades y el Estado de derecho".

Santos Juli¨¢ califica de "peligroso e inquietante" el ¨²ltimo discurso del cardenal de Madrid, Antonio Mar¨ªa Rouco Varela, en donde relacionaba la identidad espa?ola con la religi¨®n cat¨®lica, y ven¨ªa a decir que si Espa?a no es cat¨®lica, terminar¨ªa por desaparecer. "Este discurso, en pleno siglo XXI, nos retrotrae de nuevo a las dos Espa?as", se lamenta el historiador y catedr¨¢tico. "No creo que este discurso sea el de la Iglesia en su conjunto, pero s¨ª de un sector muy importante del episcopado espa?ol", a?ade preocupado el historiador.

Santos Juli¨¢ cree que desde mediados de los ochenta y principios de los noventa, a?os en los que se produjo la ca¨ªda de los reg¨ªmenes comunistas, ha regresado de nuevo a la vida pol¨ªtica e intelectual el problema de las identidades colectivas. El historiador cree que su obra puede servir para el debate actual sobre la naci¨®n y tambi¨¦n sobre el papel de la Iglesia cat¨®lica. "Historias de las dos Espa?as es un trabajo de investigaci¨®n realizado desde el presente. En este sentido, aborda algo el debate en el presente, un debate que sigue interesando. El tema de las identidades nacionales es permanente. Pero hay que tener en cuenta que en la historia cada uno es s¨®lo responsable de lo que hace, pero es imprescindible e importante conocer lo que hicieron otros".