El parador de Lorca
O en Turespa?a han perdido el juicio, o les falta poco a juzgar por la nota que publica EL PA?S de 1 de noviembre. Que el "estilo" del parador que se construye en Lorca se acomoda "perfectamente" a su entorno no solamente es falso a ojos de muchos, sino que es evidente a tenor de la pol¨¦mica suscitada.
Que se han integrado y "puesto en valor" los hallazgos arqueol¨®gicos es otra falsedad, ya que se han ido considerando y desconsiderando "restos" -calificativo que dan ustedes a la ¨²nica sinagoga de Espa?a que conserva la v¨ªa sacra- conforme avanzaban las excavaciones arqueol¨®gicas. No hay m¨¢s que ver los informes de patrimonio de la comunidad murciana para encontrar esas fluctuaciones y frases como la de que esos "restos" invad¨ªan el garaje del proyecto de parador.
Las competencias sobre Patrimonio Hist¨®rico las tiene ya nuestra comunidad, pero el responsable del servicio, ?ngel Iniesta, declaraba recientemente que Paradores est¨¢ intentando rebajar la altura del edificio para reducir el impacto visual y que los "restos" que van a conservar ahora son todos los que afectan a la cultura hebrea y musulmana aparecidos en el castillo. ?Se van a poner ustedes de acuerdo sobre lo que se conserva? ?Rebajar la altura es s¨®lo para dar contento a cuatro locos?
El fiscal de Medio Ambiente de Murcia no ha archivado nada. S¨ª lo ha hecho en su lugar el fiscal jefe del TSJ de Murcia. Fue ¨¦ste el que, ante la denuncia del Foro Ciudadano, solicit¨® informes a las universidades de Alicante y Murcia. Antes, Turespa?a casi impidi¨® la visita al yacimiento de tres independientes de reconocido prestigio, como lo son Julio Navarro Palaz¨®n (CSIC), Teresa P¨¦rez Higuera (Universidad Complutense de Madrid) y Gonzalo M. Borr¨¢s Gualis (Universidad de Zaragoza). A los tres los identific¨® la polic¨ªa al salir del yacimiento con clara intenci¨®n de amedrentarlos. Un bochornoso espect¨¢culo. Por tanto, el profesor de la Universidad de Alicante Pep Ochoa no miente en su dictamen.
Si los "restos" arqueol¨®gicos encontrados y la torre Alfonsina van a pasar a utilizarse por "Lorca. Taller del Tiempo", a la mayor brevedad posible devu¨¦lvanlos a su antiguo due?o -Ayuntamiento de Lorca- para que ¨¦ste los pueda donar o ceder al consorcio que se hace cargo de ese proyecto tur¨ªstico-cultural. De lo contrario, entenderemos que esos bienes, que debieran ser de dominio p¨²blico, ser¨¢n para uso y disfrute de Turespa?a, ya que al parecer fueron donados -suelo y torre- sin condiciones. Y, por ¨²ltimo, las voces contra la ubicaci¨®n del parador en el castillo -no contra su presencia en Lorca- se oyeron y se oyen en televisi¨®n, prensa y ra-dio locales desde el momento en que se conoci¨® el proyecto. Siendo grave esta omisi¨®n por su parte, que pudiera ser por desconocimiento, lo es m¨¢s que ni siquiera rebatan a Alfredo P¨¦rez de Armi?¨¢n cuando dice: "Paradores es un agente destructor del patrimonio espa?ol".
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