Vecinos y entidades quieren que la nueva ordenanza municipal se someta a audiencia p¨²blica

Las voces de los representantes vecinales y asociaciones tan dispares como SOS Racisme, la Comisi¨®n de Defensa del Colegio de Abogados, el Observatorio del Sistema Penal y los Derechos Humanos, y la Plataforma de las Trabajadoras Sexuales se unieron en un debate que mostr¨® el lado m¨¢s cr¨ªtico sobre la nueva ordenanza municipal aprobada inicialmente por el Ayuntamiento de Barcelona y formularon una petici¨®n formal: que el texto, que calificaron de "represivo" y "moralista", se someta a una audiencia p¨²blica y se alargue el periodo de exposici¨®n y de presentaci¨®n de alegaciones.

El tono empleado en la reuni¨®n no tuvo nada que ver con el de los concejales del Ayuntamiento de Barcelona en la aprobaci¨®n inicial de la ordenanza. El debate celebrado el martes en el centro c¨ªvico de las Drassanes -que se qued¨® peque?o- mostr¨® el lado m¨¢s cr¨ªtico y duro respecto a la normativa, que se encuentra ya en proceso de tramitaci¨®n. El encuentro fue convocado por el Consell de Joventut de Barcelona, la Federaci¨®n de Asociaciones de Vecinos (FAVB) y otras entidades que conjuntamente presentar¨¢n alegaciones en el periodo de exposici¨®n p¨²blica del texto. Aunque, para empezar, plantearon que un conjunto de normas que afectan a todos los ciudadanos debe ser debatido "sin prisas". El debate puso en evidencia el malestar que la nueva ordenanza despierta entre no pocos colectivos que se sienten directamemente perjudicados -como los inmigrantes y las prostitutas- y entre los trabajadores sociales que atienden a personas en situaci¨®n de exclusi¨®n social. Opinaron, por ejemplo, que la ordenanza quiere "ocultar" la realidad de exclusi¨®n y "sacar de la calle lo que no quieren ver", en expresi¨®n de Santiago Vidal, magistrado y presidente del Observatorio del Sistema Penal y los Derechos Humanos (DESC). Vidal se mostr¨® muy cr¨ªtico, por ejemplo, con el r¨¦gimen sancionador previsto en el texto: "En no pocos art¨ªculos de da?os en el espacio p¨²blico se establece primero la sanci¨®n y, en segundo t¨¦rmino, la reparaci¨®n del da?o de forma directa o con trabajos a la comunidad. Y deber¨ªa ser al rev¨¦s". Su voz, con ser cr¨ªtica, no fue de las m¨¢s duras que se oyeron el debate. Entre el p¨²blico, varios j¨®venes no dudaron en afirmar que la ordenanza casi "criminaliza" a los j¨®venes, por ejemplo, cuando acota hasta la pr¨¢ctica de algunos juegos de calle. Clarisa Velloci, de la Plataforma de Trabajadoras Sexuales, opin¨® que lo regulado por la ordenanza en materia de prostituci¨®n "agravar¨¢ la condici¨®n y situaci¨®n de las trabajadoras sexuales en situaci¨®n m¨¢s delicada". Critic¨® tambi¨¦n la prevista ayuda de los servicios sociales a las prostitutas que ejerzan en la calle. "Suena a redenci¨®n. ?Y qu¨¦ har¨¢n con las que no quieren dejar la profesi¨®n?", se pregunt¨®. Algunos participantes pidieron directamente el boicoteo de la normativa y recriminaron al Gobierno municipal que, siendo "de izquierdas", promueva una ordenanza que consideran "moralista" y que criminaliza a los m¨¢s desfavorecidos. Ning¨²n partido del tripartito municipal se libr¨® de las cr¨ªticas, incluida Iniciativa per Catalunya-Verds, que se abstuvo en la votaci¨®n inicial de la ordenanza. Reproches que soport¨® all¨ª mismo el regidor Ricard Gom¨¤ con cara de circunstancias.