El hotel de la discordia

La naturaleza volc¨¢nica del Parque Natural de Cabo de Gata-N¨ªjar, un trocito de costa casi virgen en la provincia de Almer¨ªa, recibi¨® ayer al grupo ecologista de Greenpeace. El mar liso como una tabla, un sol resplandeciente y una temperatura de unos 15 grados dieron la bienvenida a una treintena de activistas que a las 7.30 de la ma?ana se descolgaban desde la ¨²ltima planta de un hotel en construcci¨®n en una playa virgen, la de El Algarrobico, dentro del municipio de Carboneras, ubicado en el Parque Natural Cabo de Gata-N¨ªjar, con arenales v¨ªrgenes y declarado Reserva de la Biosfera (1997).

Los ecologistas tomaron el hotel para exigir su demolici¨®n. Los miembros de Greenpeace realizaron la protesta colg¨¢ndose desde la planta 17? del inmueble. Desplegaron varias pancartas, y entre ellas una de 168 metros cuadrados en la que pod¨ªa leerse "Demolici¨®n", adem¨¢s de peinar el mar con lanchas neum¨¢ticas donde tambi¨¦n pod¨ªa leerse "Hotel ilegal, demolici¨®n".

Narbona afirma que la obra invade la zona de costa en la que est¨¢n prohibidas nuevas construcciones

Las protestas por la construcci¨®n de este hotel se han sucedido por parte de otros grupos ecologistas almerienses, que no entend¨ªan como pod¨ªa erigirse un edificio de m¨¢s de 400 habitaciones a s¨®lo 28 metros de la orilla de la playa y en pleno parque natural.

El Ayuntamiento de Carboneras, del PSOE, siempre ha defendido que la zona de El Algarrobico era terreno urbanizable antes de que se declarase el Parque Natural en 1986 y que, como sucede con el casco urbano del pueblo, su edificaci¨®n puede estar a una veintena de metros de distancia del mar. La Consejer¨ªa de Obras P¨²blicas lleg¨® a anunciar que una parte del hotel, la del restaurante y las piscinas, tendr¨ªa que ser demolida por estar a menos de 30 metros de la playa. Para m¨¢s iron¨ªa, el hotel qued¨® exento en un 99% del tributo correspondiente a la licencia de obra concedida el 3 de marzo de 2003. El indulto, que hubiera reportado algunos miles de euros al Consistorio, se obtuvo gracias a un protocolo denominado Carboneras Viva, aprobado en pleno por unanimidad para apoyar al empresariado "en general" y promover as¨ª el crecimiento del municipio.

Greenpeace acusa al Ministerio de Medio Ambiente, a la Junta y al propio Ayuntamiento de estar en connivencia. Lo cierto es que ayer, El Algarrobico, se convirti¨® en s¨ªmbolo por la defensa del litoral Mediterr¨¢neo en general. "Vamos a estar hasta que la Junta de Andaluc¨ªa nos d¨¦ una respuesta positiva y nos diga que va a comenzar los tr¨¢mites de demolici¨®n", dijo Mar¨ªa Jos¨¦ Caballero, responsable de costas de Greenpeace. A d¨ªa de hoy, la superficie urbanizada en el parque, que afecta a los municipios de Almer¨ªa, N¨ªjar y Carboneras, no supera las 500 hect¨¢reas y precisamente por eso los ecologistas lo defienden como el ¨²ltimo basti¨®n virgen del pa¨ªs.

La empresa constructora, el grupo Azata, asegura que no ha recibido notificaci¨®n alguna para demoler ninguna zona y que cuenta con todos los permisos en regla para continuar con la construcci¨®n.

La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, anunci¨® ayer que su departamento ha remitido al BOE el deslinde de la zona, el tr¨¢mite que delimita que zona de litoral es p¨²blica y en cu¨¢l se puede construir. Seg¨²n la ministra, el hotel invade parte de la zona de costa en la que no est¨¢n permitidas nuevas obras, pero para demolerlo habr¨ªa que indemnizar a la constructora, que tiene licencia de obra. El desarrollismo de los a?os 70 del que se libr¨® Almer¨ªa por su aislamiento hist¨®rico acecha ahora a este rinc¨®n del parque.