Cosas de chicas

Hay algunos elementos desconcertantes en esta extra?a comedia dram¨¢tica que es En sus zapatos. Uno, el m¨¢s llamativo, es que presenta como protagonista a un personaje ciertamente ins¨®lito en el cine comercial americano, una chica analfabeta funcional, por mucho que la naturaleza se haya mostrado con ella m¨¢s que razonablemente generosa (Cameron D¨ªaz); alguien que dice "anaf¨¢lico" por "anafil¨¢ctico"; alguien, en suma, que es un verdadero desecho del sistema educativo en el que se ha (mal) formado.

Pero m¨¢s all¨¢ de ello, el filme se propone como una m¨¢s de las narraciones que peri¨®dicamente revisan las relaciones entre hermanas. D¨ªaz tiene una, por cierto, abogada y brillante (Toni Collette), que cuando se deprime porque liga poco se compra zapatos, hasta reunir una colecci¨®n que no le va a la zaga a la de la mism¨ªsima Imelda Marcos. O sea, que cada una envidia lo que a la otra le sobra. Y como tantas otras ficciones contempor¨¢neas, tambi¨¦n aqu¨ª la cosa va de secretos familiares (ah, la familia, la sede de todos los bienes, pero tambi¨¦n de todos los horrores) que pocos conocen. Y tantos hay que hasta se le aparecer¨¢ a D¨ªaz nada menos que una abuela desconocida (MacLaine), ah¨ª es nada.

Basada en una novela de Jennifer Weiler, con gui¨®n de una escritora, Susannah Grant, En sus zapatos viene firmada por un cineasta que, como Curtis Hanson, tenemos m¨¢s tendencia a identificarlo con otro tipo de productos, digamos m¨¢s para p¨²blicos masculinos (pi¨¦nsese en L. A. Confidential). No es que se note mucho el cambio, la verdad, entre otras cosas porque Hanson tiene suficiente oficio como para moverse con facilidad dentro de los l¨ªmites de un gui¨®n escrito por manos femeninas.

Si acaso, el inter¨¦s del filme radica m¨¢s en aspectos secundarios, como los matices en la relaci¨®n entre las hermanas o el extra?o desprendimiento que emana de todas las relaciones entre los miembros de la familia. Pero el filme resulta a la postre un tanto ¨¢spero y desabrido, en ocasiones desconcertante, adem¨¢s de abundar, es casi una norma no escrita en el cine americano de consumo, en el viejo tema del triunfo. Al final, hasta la analfabeta funcional podr¨¢ tener su opci¨®n de triunfar en la vida... y es que nada hay, es bien sabido, como el viejo para¨ªso estadounidense para que todos los sue?os en ¨¦l se cumplan.