Una voz en tres poemas
Nac¨ªa, gris, la luna
Nac¨ªa, gris, la luna, y Beethoven lloraba,
bajo la mano blanca, en el piano de ella...
en la estancia sin luz, ella, mientras tocaba,
morena de la luna, parec¨ªa m¨¢s bella.
Ten¨ªamos los dos desangradas las flores
del coraz¨®n, y acaso llor¨¢bamos sin vernos...
cada nota encend¨ªa una herida de amores...
-...el dulce piano intentaba comprendernos.-
Por el balc¨®n abierto a brumas estrelladas
ven¨ªa un viento triste de mundos invisibles...
Ella me preguntaba de cosas ignoradas,
y yo le respond¨ªa de cosas imposibles...
La soledad sonora (1908)
[?Qu¨¦ cerca ya del alma]
?Qu¨¦ cerca ya del alma
lo que est¨¢ tan inmensamente lejos
de las manos a¨²n!
Como una luz de estrella,
Como una voz sin nombre
tra¨ªda por el sue?o, como el paso
de alg¨²n corcel remoto
que o¨ªmos, anhelantes,
el o¨ªdo en la tierra;
como el mar en tel¨¦fono...
Y se hace la vida
por dentro, con la luz inestinguible
de un d¨ªa deleitoso
que brilla en otra parte.
?Oh, qu¨¦ dulce, qu¨¦ dulce
verdad sin realidad a¨²n, qu¨¦ dulce!
De Diario de un poeta reci¨¦n casado (1916).
Distinto
Lo quer¨ªan matar
los iguales,
porque era distinto.
Si veis un p¨¢jaro distinto,
tiradlo;
si veis un monte distinto,
caedlo;
si veis un camino distinto,
cortadlo;
si veis una rosa distinta,
deshojadla;
si veis un r¨ªo distinto,
cegadlo.
si veis un hombre distinto,
matadlo.
?Y el sol y la luna
dando en lo distinto?
Altura, olor, largor, frescura, cantar, vivir
distinto
de lo distinto;
lo que seas, que eres
distinto
(monte, camino, rosa, r¨ªo, p¨¢jaro, hombre):
si te descubren los iguales,
huye a m¨ª,
ven a mi ser, mi frente, mi coraz¨®n distintos.
De Una colina meridiana (1942-1950).
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