M¨¢quina Pedrosa
Ha sido tres veces campe¨®n del mundo. Ahora accede a la categor¨ªa de Moto GP. Detr¨¢s, una historia de disciplina, coraje, trabajo e inteligencia. Y una sensibilidad m¨¢gica para convertir la montura en un caballo alado. As¨ª es Pedrosa a sus 20 a?os y as¨ª es el duro oficio de pilotar.
Hay un gesto muy caracter¨ªstico de Dani Pedrosa (Castellar del Vall¨¨s, Barcelona, 1985) en la parrilla de salida del circuito antes de que los sem¨¢foros se apaguen. Inclinado el cuerpo hacia adelante, mantiene las manos entrelazadas sobre el dep¨®sito de la moto, la mirada muy fija en un punto que s¨®lo ¨¦l parece ver. No dice nada, no saluda a la c¨¢mara. Es como si rezara. O como si se comunicara telep¨¢ticamente con su Honda RSW de 100 caballos. Hay una grandeza ¨¦pica en ese instante, la grandeza del jinete confi¨¢ndose a su corcel antes de entrar en liza.
La referencia a la Edad Media no es arbitraria. La mascota del piloto es un mu?eco de c¨®mic manga que dise?¨® un amigo suyo: un beb¨¦ con expresi¨®n de mala leche, el chupete ladeado en la comisura del labio; en la frente, una tirita; entre las manos, una espada l¨¢ser de jedi. Viste albornoz de gran maestro ninja, y en su ¨²ltima versi¨®n lleva la mitad de la cara pintada de azul, como en Braveheart. Todo remite a un mundo que no conoce la piedad frente al enemigo. En realidad, un mundo que no conoce la piedad ni siquiera con uno mismo. Aqu¨ª lo ¨²nico que cuenta es ganar. Y Dani gana. Lleva tres campeonatos del mundo haci¨¦ndolo, primero en 125cc (2003) y luego (2004, 2005) en el cuarto de litro.
Es un tipo duro. Ah¨ª arriba s¨®lo cabe confiar, para no caerse, en la fuerza f¨ªsica y en la inteligencia, r¨¢pida, fr¨ªa y cortante como un filo. Y por supuesto, en el apoyo del equipo. Dani Pedrosa utiliza casi siempre la primera persona del plural para referirse a s¨ª mismo. No es un nos mayest¨¢tico, sino de caballero en la justa acompa?ado por su valiente bander¨ªa, o de mosquetero jurando el "todos para uno, uno para todos". Es significativo que el equipo no cuente entre sus miembros con una parag¨¹era, esa chica ce?ida y escotada que hace sombra al piloto y da color a la parrilla de salida. Dani ha tenido aguant¨¢ndole la sombrilla estos ¨²ltimos a?os a un t¨ªo, Denis Pazzaglini (Misano, R¨ªmini, 1975), su fiel mec¨¢nico.
"En este equipo nunca hemos tenido parag¨¹era. Las acreditaciones para parrilla van contadas. Preferimos tener a un mec¨¢nico al lado, que a¨²n puede retocar algo de la moto, y no a una persona que simplemente aguanta un paraguas", zanja Dani, con l¨®gica y ardores guerreros y masculinos. Planea cierto aire de milicia en el equipo.
Esta entrevista tuvo lugar el pasado d¨ªa 23 de octubre a bordo de un turismo entre el circuito de Istambul Park y un hotel de la parte asi¨¢tica de la ciudad, a unos 30 kil¨®metros, en el que se hospedaba el equipo Movistar. Conduc¨ªa, con cierta brusquedad que mereci¨® alguna reprobaci¨®n de Dani Pedrosa -"cuidado, t¨ªo, que nos la vamos a dar"-, su director de equipo y ex piloto Alberto Puig (Barcelona, 1967). A su lado, otro ex piloto, Ra¨²l Jara (Sant Boi, Barcelona, 1980), metido a director deportivo de una categor¨ªa inferior, ¨ªntimo amigo de Dani, al que acompa?a siempre que puede. En el banco de atr¨¢s nos apret¨¢bamos el compa?ero de equipo de Pedrosa, Hiroshi Aoyama (Chiba, Jap¨®n, 1981; vive en Sitges); el propio Dani (menudo: 1,58 de altura, 51 kilos de peso, pura fibra), y quien les escribe (Barcelona, 1957). Deprisa, deprisa. El periodismo, a veces, tambi¨¦n es duro. Bien es cierto que menos que inclinarse a 242 kil¨®metros por hora sobre una moto para trazar una curva, concretamente la n¨²mero 11 del Istambul Park: una uve bell¨ªsima (ataque en cuesta abajo, salida hacia arriba).
?No da mucho miedo?
Hombre, pues? Visto desde fuera parece que la moto apoye sobre una superficie de cuatro dedos, cuando en realidad apoya sobre la anchura del dedo me?ique. Ir a esa velocidad sobre apenas un cent¨ªmetro, la verdad es que piensas: ?brrr?! Lo m¨¢s dif¨ªcil es girar la curva aguantando el gas, metido todo lo que puedes dentro del carenado y sin miedo a que te pase algo.
Usted domina el miedo, incluso el dolor. Despu¨¦s de la carrera de Phillip Island [Australia], donde a¨²n arrastraba las secuelas de las ca¨ªdas durante los entrenamientos de Jap¨®n, dijo que ya no corr¨ªa pensando en el dolor. ?C¨®mo se hace eso?
Hombre, si tienes mucho dolor es imposible; pero si s¨®lo te duele un poco, como en estas ¨²ltimas carreras, sales a pista pensando en la pista, y no en si te va a doler o no.
Pero en Australia sali¨® a correr fracturado. Y gan¨®. Impresion¨® mucho la descripci¨®n que dio usted mismo de su lesi¨®n: "Cabeza del h¨²mero parcialmente rota, justo en el punto donde el tend¨®n superespinoso se inserta en el troquiter". Conoce su cuerpo al detalle.
Es una ventaja conocer bien tu cuerpo, conocerte a ti mismo y a tu cabeza. En cualquier lesi¨®n larga que he tenido, he estudiado mucho qu¨¦ ten¨ªa y c¨®mo pod¨ªa recuperarme.
Phillip Island parece escribir su destino. En ese circuito se fractur¨® los dos tobillos en 2003, y all¨ª se alz¨® con el cetro de su nueva categor¨ªa en 2004 y 2005.
Fue dif¨ªcil volver a correr despu¨¦s de aquella ca¨ªda. Tuvimos la mala suerte de que el muro estuviera tan cerca de la pista. Y no es que ese circuito se me d¨¦ muy bien, pero al final he mejorado, sobre todo este a?o.
Se dir¨ªa incluso que se ha vengado, proclam¨¢ndose por dos veces campe¨®n del mundo.
No es venganza. Aquello pas¨®, no hace falta volver a pensar m¨¢s en ello. No ha estado mal ganar dos veces el t¨ªtulo en ese circuito, pero a¨²n m¨¢s importante ser¨¢ volverlo a hacer.
?Cu¨¢l es su primer recuerdo sobre una moto? ?La Italjet 50 de motocross a la que su padre adapt¨® unas ruedas laterales cuando ten¨ªa usted cuatro a?os?
S¨ª. En las fotos he visto una Vespa de bater¨ªa que mis padres me compraron cuando ten¨ªa a?o y medio, pero de ¨¦sa no me acuerdo. Luego vinieron las pocket bike [fue tercero en el Campeonato de Espa?a de 1997 y campe¨®n al a?o siguiente].
Y luego, en 1999, vino el encuentro con Alberto Puig en las pruebas de la Movistar Activa Cup.
Llegamos mis padres y yo al circuito del Jarama muy pronto por la ma?ana, todav¨ªa sin luz. Hac¨ªa mucho fr¨ªo. ?l a m¨ª no me vio. Pero fue la primera vez, o una de las primeras, que vi en persona a un piloto conocido, y eso me impresion¨® mucho. Yo ten¨ªa 13 a?os, todo me asustaba un poco.
O sea, que el anuncio televisivo del Cola-Cao en el que aparece usted de ni?o junto a su madre es biogr¨¢fico.
Prefiero no hablar de eso.
?Qu¨¦ sensaci¨®n le caus¨® Alberto Puig?
Intimidaci¨®n.
Bueno, eso nos pasa a todos? [Alberto, al volante, se sonr¨ªe]. ?Cu¨¢l fue el primer mensaje que le inculc¨®? ?Que todo esto es una cuesti¨®n de disciplina y de pegarle duro?
Diagamos que si no fue el primer mensaje, s¨ª fue el m¨¢s significativo que nos ha dado en estos a?os. Eso ha marcado bastante mi car¨¢cter.
?Le pesa la disciplina?
[Rapid¨ªsimo] Creo en ella.
Pero ahora ha dicho que necesita descansar.
Necesito un poco de relax, tanto f¨ªsico como mental; disfrutar del exterior, de lo que forma la vida m¨¢s all¨¢ del mundo de las carreras, que este a?o han sido muy duras. He pasado mucho tiempo prepar¨¢ndome f¨ªsicamente, cada d¨ªa con unas pautas, unos horarios, unas comidas, unas horas programadas de descanso, otras horas en las carreras. Necesito romper con la monoton¨ªa de tenerlo todo planeado. Quiero levantarme y poder pensar: ?y ahora qu¨¦ voy a hacer?
El pr¨®ximo a?o correr¨¢ en la categor¨ªa reina, en Moto GP.
Todav¨ªa no quiero hablar de eso.
Pero el pr¨®ximo campeonato, que disputar¨¢ en esa categor¨ªa, est¨¢ a la vuelta de la esquina.
Ya, pero todav¨ªa no es importante.
?Se subir¨¢ a una Moto GP en Valencia?
Est¨¢ todo en el aire, no hay nada planeado. Me queda una carrera y necesito unas vacaciones. [Esa carrera, la de Valencia, la ¨²ltima del mundial, el 6 de noviembre, la gan¨® por todo lo alto. Y la prueba de la nueva montura, un artefacto de 145 kilos de peso que escupe 250 caballos, qued¨® fijada para unos d¨ªas despu¨¦s].
Valentino Rossi dijo que esperaba que permaneciera usted en las categor¨ªas inferiores mucho tiempo para no tener que medirse con Pedrosa. Lo dijo con aprecio, creo.
No s¨¦ si tanto aprecio, la verdad.
Pero le miraba correr a usted desde el muro?
De eso hace ya a?os. ?l es Valentino Rossi y tiene que ganar cada domingo. ?se es un tema que ya llegar¨¢, si es que tiene que llegar. Estar a su altura va a ser muy dif¨ªcil. [En el circuito Ricardo Tormo, de Cheste, apareci¨® una pancarta con un precioso octas¨ªlabo, con cesura natural y rima interna: "Tiembla, Rossi, llega Dani"].
En 2004 cambi¨® de categor¨ªa, de 125cc a 250cc. Pas¨® a pilotar una moto 40 kilos m¨¢s pesada sin haber podido apenas entrenar por la lesi¨®n de Australia. Entonces se dijo que tendr¨ªa problemas de adaptaci¨®n debido a su talla menuda, pero la primera prueba de aquella temporada, en Sur¨¢frica, la gan¨® contra todo pron¨®stico. ?C¨®mo la recuerda?
Con sufrimiento, la verdad. Porque en los entrenamientos nos dimos cuenta de que ten¨ªamos otro problema f¨ªsico en el brazo derecho que no nos dejaba pilotar bien; al final casi no notaba los dedos. Se llama s¨ªndrome compartimental en el m¨²sculo.
Fuera del circuito ?qu¨¦ aficiones tiene?
El cine, cenar con los amigos, la vida tranquila?, aunque tambi¨¦n me gusta ir a la discoteca.
Su h¨¦roe en la vida real es Lance Armstrong, ?no?
S¨ª. Ha sido el hombre m¨¢s importante del Tour de Francia en los tiempos modernos. Super¨® un c¨¢ncer y despu¨¦s ha ganado siete Tours. La bici es tu cuerpo, no s¨®lo tu mente. Ha sido una persona muy sufridora; estuvo en el l¨ªmite, le falt¨® poco para caer. Reponerse de eso ya fue un m¨¦rito enorme, imag¨ªnate hacer lo que hizo despu¨¦s.
Una lucha contra uno mismo, en definitiva.
Al final, si eres tan grande como ¨¦l, s¨®lo corres contra ti mismo; eres t¨² y tu reto?
El otro d¨ªa, un peri¨®dico deportivo italiano titulaba un reportaje sobre usted as¨ª: "El chico triste".
?Triste? Para nada. Imag¨ªnate, ganar tres campeonatos del mundo con 20 a?os. Las cosas me van bien, mi familia est¨¢ contenta, mis amigos me quieren, la vida que tengo es buena, disfruto con lo que hago, gano dinero por ello? Algunas veces, los peri¨®dicos no son muy inteligentes. Vamos a dejarlo as¨ª.
No le gusta la prensa a Dani Pedrosa. En general, no le gusta el entorno del gran circo del motor. Denis Pazzaglini, su mec¨¢nico y parag¨¹ero, confirma: "Es un fen¨®meno nacido para correr en moto. A otros pilotos les gusta el ambiente mundano, ¨¦l llega al circuito para trabajar. Puede parecer antip¨¢tico, porque a los periodistas os cuesta entender eso. Pero para ganar no sirve el periodista, el fot¨®grafo o el c¨¢mara. Sirven la moto, el mec¨¢nico y el piloto". Pazzaglini corri¨® de ni?o junto a Valentino Rossi; residen cerca, uno en R¨ªmini, el otro en la provincia de Urbino, y son buenos amigos. "Valentino es lo opuesto a Dani. Es el ¨²nico piloto que consigue en el paddock ser el mismo que fuera de ¨¦l. Y eso gusta. Dani, fuera es un chico normal¨ªsimo, pero cuando entra en el circuito est¨¢ concentrad¨ªsimo, es muy serio".
"Es un tipo fiable", asegura de ¨¦l Ra¨²l Jara, que al principio compiti¨® contra Dani para luego pasar a ser uno de sus mejores amigos. "No te falla nunca, siempre est¨¢ ah¨ª. Es r¨¢pido, lee bien la carrera, procesa una cantidad de datos impresionante, sabe lo que tiene que hacer. Luego, fuera del circuito, no quiere sobresalir en nada".
"Un mundial de motos es algo muy complicado", abunda Alberto Puig. "La gente cree que Dani se ha subido a la moto, ha dado gas y ha ganado tres campeonatos. De eso, nada. Ha seguido un plan minucioso, en el que el primero que se ha tenido que sacrificar es ¨¦l. La presi¨®n ha sido dur¨ªsima; pero la recompensa, muy buena".
Vuelve el motivo de la dureza. Alberto es otro duro. Se destroz¨® la pierna en Le Mans, en 1987, y a¨²n arrastra las secuelas por los circuitos. Pero luego trasluce una inesperada ternura cuando rememora c¨®mo descubri¨® al piloto prodigio. "Era el m¨¢s peque?o de aquella competici¨®n. Es humano que tiendas a protegerle porque en teor¨ªa es el m¨¢s d¨¦bil. Pero luego te das cuenta de que en realidad es el m¨¢s grande". Y de ah¨ª ha nacido una relaci¨®n estrecha; tanto que, al decir de los que les conocen desde hace tiempo, pupilo y director cada vez se parecen m¨¢s. "La prioridad est¨¢ en las carreras, pero luego viajamos, pasamos muchos ratos juntos y surge la relaci¨®n personal. Es la vida, ?no?".
Es la vida. Como tambi¨¦n fue una explosi¨®n de vida la caravana motera que se mont¨® la tarde del lunes 24 de octubre para recibir al campe¨®n del mundo en el aeropuerto de El Prat y acompa?arle a su pueblo, Castellar del Vall¨¨s (24.000 habitantes, junto a Sabadell). Ir metido en medio de aquel ronquido sordo, con los faros iluminando el asfalto, ten¨ªa la dureza y la belleza extra?a de la escena final de Roma, de Federico Fellini, otro de R¨ªmini. All¨ª, sobre el escenario, entre las aclamaciones de los vecinos y el delirio de los motards que quemaban rueda y hac¨ªan caballitos, Dani Pedrosa, tricampe¨®n del mundo, rodeado de sus padres y su hermano Eric, por fin sonre¨ªa.
Un peque?o gran prodigio, por ORIOL PUIGDEMONT
Con 20 a?os reci¨¦n cumplidos, el curr¨ªculo que atesora Dani Pedrosa va camino de encumbrarle como el heredero de Valentino Rossi. Nadie en la historia ha ganado de forma consecutiva los t¨ªtulos de 125cc y 250cc a la edad que lo ha logrado Pedrosa y nadie se ha proclamado tricampe¨®n del mundo antes que ¨¦l.
Menudo de talla y liviano como una pluma, Dani se aup¨® por primera vez a una moto a los cuatro a?os. Una Italjet 50 de motocross que su padre, Antonio, adecu¨® con ruedecillas laterales. Dani aprovech¨® el auge que las minimotos tuvieron en la d¨¦cada de los noventa en Europa, y a los seis a?os tom¨® parte en alguna carrera de pocket bikes. Disput¨® el Campeonato de Espa?a de la especialidad al cumplir los 10 (1996), acab¨® tercero al a?o siguiente y se alz¨® con el t¨ªtulo en 1998. En este punto, el siguiente paso pasaba por una copa de promoci¨®n, pero los Pedrosa no pod¨ªan permitirse inscribir a Dani en la Copa Aprilia 50 ni en el Open del Real Autom¨®vil Club de Catalu?a. Cuando, obligado por las circunstancias, apart¨® la moto y se subi¨® a una bici de monta?a, una llamada de tel¨¦fono cambi¨® su destino. Antonio y Basi, advertidos del arranque de la Copa Movistar Activa, dirigida por el ex piloto Alberto Puig, no lo dudaron y le inscribieron.
Nunca antes hab¨ªa llevado Pedrosa una moto con marchas, y el fin de semana anterior al test que se realiz¨® un g¨¦lido domingo a las seis de la ma?ana en el circuito del Jarama, Antonio adoctrin¨® a su hijo en un pol¨ªgono industrial de Castellar del Vall¨¨s. Pas¨® el corte y se enrol¨® en la Activa Cup, acabando octavo esa temporada. Contaba 13 a?os. Puig vio algo en aquel chaval de lo que carec¨ªan los otros 24. Apost¨® por ¨¦l y se convirti¨® en su sombra, para aconsejarle y guiarle. "A pesar de ser s¨®lo un ni?o, ten¨ªa la mirada muy seria que deso¨ªa al miedo, parec¨ªa muy valiente. Sab¨ªa muy poco, pero me fui a verle en las curvas y su estilo era pulido. Me dije que val¨ªa la pena arriesgarse. Hac¨ªa mucho tiempo que esperaba que apareciera un Dani", apostilla el ex piloto catal¨¢n.
Con el equipo disput¨® en 2000 el Campeonato de Espa?a de velocidad y al a?o siguiente lidi¨® en el mundial. El deb¨² fue en el circuito japon¨¦s de Suzuka. Durante el apag¨®n de los sem¨¢foros ocurri¨® algo que le marcar¨ªa. "Nunca hab¨ªa visto a tantos pilotos juntos, y en la primera curva me asust¨¦", reconoci¨® Dani, que hab¨ªa cumplido los 15. "Nunca me ha vuelto a pasar".
La progresi¨®n fue mete¨®rica en su primer a?o en el mundial. Logr¨® dos podios. Y hasta nueve al a?o siguiente, en 2002, cuando finaliz¨® tercero. En 2003 alcanz¨® su primer t¨ªtulo mundial de 125cc, pero top¨® con el peor momento de su carrera. En los ensayos de la pen¨²ltima carrera en Phillip Island (Australia), y ya como campe¨®n del mundo, perdi¨® el control de su Honda RSW 125 y se arrastr¨® por el suelo. Sus tobillos se resquebrajaron. Los m¨¢s de cuatro meses de rehabilitaci¨®n a los que se someti¨® le curtieron para su pr¨®ximo reto: el campeonato de 250cc.
En su primera carrera en el cuarto de litro en el circuito surafricano de Welkom, y a¨²n convaleciente, Pedrosa demostr¨® su fortaleza y gan¨® casi sin conocer su nueva moto. Fue el piloto m¨¢s joven en ganar una prueba de la cilindrada intermedia. Siete victorias y 13 podios m¨¢s tarde, Dani alcanz¨® el Campeonato del Mundo en Phillip Island con 18 a?os y 202 d¨ªas, convirti¨¦ndose en el campe¨®n de esa cilindrada m¨¢s joven de la historia.
Esta temporada, a pesar de las dificultades (sobre todo a partir de Jap¨®n, donde se fractur¨® el hombro izquierdo y lo silenci¨® para no dar facilidades a sus rivales), Pedrosa se ha mostrado intratable y se ha impuesto en siete grandes premios.
De impecable y pulcra trazada, el catal¨¢n es consciente de sus puntos fuertes y debilidades, y su cerebro procesa en la pista a¨²n m¨¢s r¨¢pido que avanza su moto. Nada parece escapar a su control. La tira al suelo con extrema suavidad en los virajes y la levanta de igual modo al salir. Nadie acierta a vislumbrar hasta d¨®nde puede llegar, pero el a?o pr¨®ximo se encontrar¨¢ en la pista con Valentino Rossi, cinco veces campe¨®n del mundo de Moto GP. A la espera de la digna competencia en la pista est¨¢ el italiano, cuyo ¨²nico adversario es por ahora la historia. Pero ah¨ª llega Dani, el peque?o gran prodigio.
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