La soledad como bandera

"La situaci¨®n actual es como la del cura de Ar¨¦valo", bromea un diputado del PP. "Un d¨ªa de exaltaci¨®n del Sagrado Coraz¨®n, en los primeros a?os del franquismo, no levant¨® el brazo ni grit¨® 'Arriba Espa?a'. El preboste de turno se lo afe¨® y el cura replic¨®: 'Que la levante el que la haya tirado, que yo no he sido'. Pues lo mismo pasa ahora, que levante el Estatuto el que lo tir¨® a Madrid. Sin ninguna necesidad, adem¨¢s, pues Maragall ya hab¨ªa conseguido lo mejor para un nacionalista: que embarrancara en Catalu?a y tener alimento para el victimismo durante a?os. Pero su jefe [Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero] se empe?¨® en pactar con [Artur] Mas para traer al Congreso un Estatuto de m¨¢ximos, con financiaci¨®n especial, relaci¨®n bilateral con el Estado, ruptura del mercado... Un Estado confederal con Catalu?a de socio privilegiado. Que lo levante el que lo haya tirado".

La an¨¦cdota resume una posici¨®n casi un¨¢nime en el PP: sit¨²an el proyecto catal¨¢n como "motor imparable" del deterioro del Gobierno y del cambio de las perspectivas electorales del PSOE y del PP. Mantienen que la responsabilidad es s¨®lo de Zapatero. Y opinan que la p¨¦rdida de confianza de la ciudadan¨ªa en el presidente "se acentuar¨¢ cuanta m¨¢s gente sea consciente" del alcance de ese proyecto.

De ah¨ª que un objetivo clave del PP de Mariano Rajoy es que cada d¨ªa haya m¨¢s gente que conozca en qu¨¦ le afecta el Estatuto y por qu¨¦ es rotundamente inconstitucional. Van a editar un mill¨®n de tr¨ªpticos con res¨²menes del texto, har¨¢n centenares de actos por toda Espa?a para pedir que "todas las reformas de Estatutos cuenten con el consenso m¨ªnimo de los dos grandes partidos" y se "ajusten escrupulosamente a la Constituci¨®n".

Las movilizaciones arrancaron ayer con un mitin que parec¨ªa de plena campa?a electoral en Sevilla; seguir¨¢n el s¨¢bado d¨ªa 3 con una concentraci¨®n en Madrid "en defensa de la Constituci¨®n", y continuar¨¢n por toda Espa?a. Al menos, mientras el Gobierno mantenga "sus reuniones secretas con sus socios para maquillar el Estatuto".

En el PP no descartan que "Zapatero pueda pactar con sus socios la retirada" del proyecto.

"La demostraci¨®n de que es posible la marcha atr¨¢s la vimos en el debate del Estado de las Autonom¨ªas en el Senado", aseguran en la direcci¨®n del PP. "Despu¨¦s de dos d¨ªas defendiendo la reforma del Senado, el se?or presidente hizo un moh¨ªn y dijo: 'Pues si no quieren, no la hago'. De la misma forma puede decir ma?ana: 'Si no les gusta el Estatuto, no lo hago'. ?l es imprevisible". Con esta versi¨®n, a Rajoy le quedar¨ªa esperar, pedir cada d¨ªa la retirada del Estatuto y felicitarse si tal cosa ocurre pues habr¨ªa sido "gracias a la presi¨®n del PP".

En todo caso, una corriente mayoritaria en la c¨²pula del PP ve "imposible la marcha atr¨¢s, porque Zapatero cree en el Pacto del Tinell", es decir, "en aliarse con quien sea para acabar con el PP". Y ¨¦sta es la visi¨®n oficial al m¨¢s alto nivel del partido.

Si ese pacto de exclusi¨®n del PP fuera eficaz, adem¨¢s, el PP necesitar¨ªa mayor¨ªa absoluta para volver al Gobierno pues hoy no parece tener ning¨²n socio probable con quien gobernar. Artur Mas ha dicho que pasar¨¢ "una generaci¨®n" antes de que CiU vuelva a respaldar al PP. Rajoy ha contestado que lo entiende, "o 176 esca?os o a la oposici¨®n", y que pedir¨¢ a los espa?oles el respaldo necesario para pasar "de la soledad a una mayor¨ªa suficiente". De momento, va a hacer bandera de esa soledad parlamentaria y se lanza a la calle a buscar el respaldo que perdi¨® el 14-M.