S¨¦gol¨¨ne Royal emerge como alternativa en el socialismo franc¨¦s

Las diferentes fuerzas centr¨ªfugas del Partido Socialista franc¨¦s (PS) intentaban anoche llegar a un acuerdo para salir de su 74? Congreso con una apariencia de cierta unidad. La corriente mayoritaria del primer secretario, Fran?ois Hollande, pretende conseguir una resoluci¨®n que integre a los contrarios a la Constituci¨®n europea del ex primer ministro Laurent Fabius y a los j¨®venes de la corriente Nuevo Partido Socialista.

La distancia entre unos y otros y la herida todav¨ªa abierta que dej¨® el refer¨¦ndum sobre la Constituci¨®n Europea, unido a las rencillas personales, ponen dif¨ªcil que puedan reclamar ante la sociedad francesa que disponen de un proyecto conjunto de futuro. El diario Ouest France public¨® el viernes otro sondeo demoledor para los socialistas. El 56% de encuestados pensaba que el PS est¨¢ "alejado de sus preocupaciones"; el 67%, que los socialistas no tienen un proyecto para Francia y el 59% consideraba que la semana laboral de 35 horas, una de las medidas de referencia del Gobierno de Lionel Jospin, fue una mala reforma.

Los hollandeses, como se conoce a la estructura que controla el partido, tienen asegurado el control por otros tres a?os gracias al 53,67% que obtuvo su ponencia la semana pasada. Pero mientras Hollande y la c¨²pula dirigente se las ve¨ªan y deseaban para recomponer la imagen de un partido roto, el foco pol¨ªtico se posaba este fin de semana sobre una persona ajena a esta trifulca, pero que hizo p¨²blica su ambici¨®n de presentarse a las elecciones presidenciales de 2007.

Es una mujer, se llama S¨¦gol¨¨ne Royal y cuando anunci¨® que se sumaba a la media docena de socialistas que se presentaban como candidatos, fue objeto de descalificaciones de corte machista que, a la larga, parecen haberle beneficiado. Nacida hace 52 a?os en Dakar (Senegal), de padre militar, su situaci¨®n personal a?ade complejidad al envite, ya que es la pareja de Hollande, con el que tiene cuatro hijos. Poseedora de una belleza cl¨¢sica que, aseguran sus colaboradores, esconde un car¨¢cter duro y ambicioso, forma parte de las ¨¦lites francesas formadas en la Escuela Nacional de la Administraci¨®n, donde conoci¨® a Hollande.

Su figura pol¨ªtica no ha parado de crecer, especialmente desde que en 2002 se hizo con la presidencia de la regi¨®n de Poitou-Charentes, feudo del entonces primer ministro Jean-Pierre Raffarin. Las ¨²ltimas encuestas la se?alan como la candidata preferida en el campo de la izquierda, por delante de Jack Lang o Bernard Kouchner, y a enorme distancia del padre de sus hijos. Y este fin de semana fue, sin duda, la protagonista silenciosa -porque no intervino en ninguna sesi¨®n- pero emblem¨¢tica del congreso de Le Mans.

S¨¦gol¨¨ne y Fran?ois intentan no aparecer juntos en p¨²blico. No les resulta complicado porque tienen dos carreras que funcionan por separado. Mientras Hollande es el cl¨¢sico militante del aparato y trabaja en la sede del partido, Royal -que fue ministra de Asuntos Sociales y Familia con Jospin- no tiene ning¨²n cargo espec¨ªfico en el PS y trabaja en la sede del Gobierno regional.

En los congresos, sin embargo, les resulta inevitable aparecer juntos, aunque s¨®lo sea por razones pr¨¢cticas. Pero cuando entran o salen del coche, dejan pasar un intervalo de tiempo entre uno y otro para evitar la imagen de pareja pol¨ªtica. El viernes, llegaron juntos en tren a Le Mans. En la estaci¨®n les esperaba una nube de fot¨®grafos y c¨¢maras. Primero baj¨® Hollande, y detr¨¢s suyo Royal. Ambos empezaron a andar por el and¨¦n seguidos por las c¨¢maras. Hab¨ªan recorrido unos metros cuando ella se detuvo para establecer una distancia entre ambos. Los periodistas frenaron en seco, dudaron un momento, y la mayor¨ªa opt¨® por quedarse junto a S¨¦gol¨¨ne Royal.