De molinos de marea a museos

El primer encuentro internacional sobre molinos de marea de Europa occidental, que forma parte de los proyectos anuales de cooperaci¨®n del programa Cultura 2000, de la Uni¨®n Europea (UE), se acaba de celebrar en la localidad c¨¢ntabra de Arnuero, de 2.000 habitantes. Los objetivos del proyecto son estimular la conservaci¨®n de un patrimonio com¨²n, fomentar el intercambio de experiencias en las diferentes regiones europeas, editar gu¨ªas de actividades pedag¨®gicas y salvaguardar la historia econ¨®mica, social y tecnol¨®gica de los molinos mareomotrices de la Europa atl¨¢ntica.

Una exposici¨®n itinerante con las actuaciones en la recuperaci¨®n de molinos y de su entorno medioambiental ya se ha puesto en marcha en Francia, y en su recorrido por la costa atl¨¢ntica tocar¨¢ en Arnuero, como coorganizador del proyecto, a trav¨¦s del Ecoparque de Trasmiera (www.ecoparquedetrasmiera.com), y en los otros participantes espa?oles, Islantilla (Huelva), con un molino convertido en centro de informaci¨®n de la marisma, y Muros (A Coru?a), que reconstruye de nuevo el molino tras su destrucci¨®n por una riada.

El encuentro internacional, que se celebr¨® en el centro cultural Observatorio de la Memoria, de Arnuero, y en el Museo Mar¨ªtimo de Santander, analiz¨® el proyecto de la Uni¨®n Europea, con informaci¨®n sobre molinos de marea de la costa atl¨¢ntica, la difusi¨®n y conservaci¨®n de este patrimonio mar¨ªtimo. Durante las jornadas se expusieron la puesta en valor de los molinos de marea, la geograf¨ªa de estas construcciones en la Europa occidental y en Cantabria, y el proceso de restauraci¨®n del molino de Santa Olaja, en Arnuero, comentado por los arquitectos Luis Azurmendi y Mar Mart¨ªnez.

Se calcula que en la costa atl¨¢ntica hay cerca del millar de molinos de marea (de los que un 10% conserva sus trazas originales), ingenios para aprovechar la energ¨ªa del mar en los sistemas tradicionales de molienda, que desde el siglo XI, y sobre todo en el XVI y XVII se situaron en estuarios y marismas, desde las costas de Irlanda y el Reino Unido hasta C¨¢diz. Muchos de estos edificios se abandonaron tras la aparici¨®n de las grandes f¨¢bricas harineras de principios del siglo XX movidas por electricidad, con la destrucci¨®n tambi¨¦n de los espacios naturales.

Cantabria tiene 90 molinos de marea, seg¨²n el inventario realizado en los a?os ochenta por el arquitecto Luis Azurmendi, autor de una monograf¨ªa sobre esta tipolog¨ªa y organizador de exposiciones, a trav¨¦s de la asociaci¨®n Tajamar y otras entidades. "En la actualidad es impensable poner en marcha estos ingenios hidr¨¢ulicos, que mantienen una cadena tipol¨®gica desde la costa norte de Irlanda hasta C¨¢diz seg¨²n la fuerza de las mareas, pero se pueden mantener y consolidar unos modelos como testimonios y para dignificar el entorno, como hace Escocia con las abad¨ªas, que cuidan las ruinas y hacen un peque?o museo cerca", declara Azurmendi. A?ade que en Cantabria estos edificios tienen, desde los siglo XVII y XVIII, una modulaci¨®n y reglas muy estrictas, sobre todo en la estructura que soporta la fuerza del mar y el sistema de ruedas.

El molino de Santa Olaja (documentado desde el siglo XIV, de 10 ruedas, cerrado en 1953) es el primero del Cant¨¢brico en funcionamiento, convertido tras su restauraci¨®n en un museo de s¨ª mismo y en sala de exposiciones. Un elemento etnogr¨¢fico y de patrimonio hist¨®rico-mar¨ªtimo situado en el entorno natural de la marisma de Joyel y dentro del Ecoparque de Trasmiera, a 43 kil¨®metros de Santander, que el Ayuntamiento de Arnuero, con mayor¨ªa del Partido Popular, quiere convertir desde finales de los noventa en un modelo territorial a partir de la biodiversidad y el desarrollo sostenible.

La zona forma parte desde 1992 de la reserva natural de las marismas de Santo?a, Noja y Joyel, declarada reserva integral, tras cortar un proceso de degradaci¨®n medioambiental, con construcciones, vertidos, desecaci¨®n y rellenos.

Ram¨®n Meneses es secretario del Ayuntamiento de Arnuero (comprende Arnuero, Castillo, Isla y Soano) y coordinador del proyecto europeo y del encuentro. "Queremos recuperar y poner en valor un patrimonio y un testimonio de la evoluci¨®n del hombre sobre una energ¨ªa natural y su aprovechamiento. La din¨¢mica institucional ha cambiado de forma radical en los ¨²ltimos 10 a?os, con una mayor conciencia colectiva, por lo que no podemos dilapidar un entorno heredado".