El tripartito y CiU rechazan el t¨¦rmino identidad nacional para definir a Catalu?a

El Gobierno central contin¨²a las conversaciones con los responsables de los cuatro partidos catalanes que han aprobado la propuesta de reforma del Estatuto (CiU, PSC, ERC e ICV) y se ha encontrado con que la sugerencia del presidente para cambiar el t¨¦rmino naci¨®n por el de identidad nacional en el art¨ªculo primero del nuevo texto no cuenta con el respaldo de los legisladores catalanes. Los temas m¨¢s controvertidos del nuevo Estatuto, como la financiaci¨®n o las competencias, han quedado para el final de la negociaci¨®n.

Nadie renuncia al t¨¦rmino naci¨®n entre los partidos que aprobaron la propuesta de reforma del Estatuto en el Parlamento catal¨¢n. Los socialistas catalanes han llegado a proponer al Gobierno central una f¨®rmula para salvar el obst¨¢culo del art¨ªculo primero que consiste en unir en un solo apartado los dos primeros enunciados. De manera que quedar¨ªa as¨ª: "Catalu?a es una naci¨®n que ejerce su autogobierno mediante instituciones propias, constituida como comunidad aut¨®noma de acuerdo con la Constituci¨®n y el presente Estatuto". La f¨®rmula no convenci¨® a los representantes del Gobierno central.

Las conversaciones en torno a las modificaciones del texto estatutario que se est¨¢ tramitando en el Congreso tienen un car¨¢cter especialmente discreto. Francisco Caama?o, secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, lleva la parte m¨¢s t¨¦cnica de las conversaciones y se re¨²ne, en Madrid o en Barcelona, con los representantes de los partidos catalanes que apoyan el nuevo Estatuto. La negociaci¨®n pol¨ªtica por parte del Gobierno central la llevan el portavoz socialista, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, y el ministro de Industria y primer secretario del PSC, Jos¨¦ Montilla.

Comisi¨®n Constitucional

El calendario fijado para alcanzar un acuerdo finalizar¨ªa en febrero de 2006, cuando est¨¢ previsto que arranquen los trabajos de la Comisi¨®n Constitucional, donde se debatir¨¢n las enmiendas al texto. Los interlocutores del Gobierno central y de los partidos catalanes han visto ya varios t¨ªtulos del Estatuto sin encontrar grandes obst¨¢culos, salvo en la definici¨®n de Catalu?a. Respecto a la modificaci¨®n de Leyes Org¨¢nicas que defiende la reforma del Estatuto, los partidos catalanes intentan arrancar del Ejecutivo un compromiso de que esas leyes se modificar¨¢n a cambio de renunciar a parte del texto estatutario.

Los socialistas catalanes defienden mejorar la reforma de la Ley Org¨¢nica del Poder Judicial, que se empezar¨¢ a tramitar en breve en el Congreso, para que los consejos de justicia auton¨®micos tengan competencias propias sin que dependan exclusivamente del criterio del Consejo General del Poder Judicial para la delegaci¨®n de determinados poderes. El resto de los partidos tambi¨¦n plantea reformas de la Ley Org¨¢nica del R¨¦gimen Electoral General y de la Ley del Tribunal Constitucional para que Catalu?a tenga una serie de derechos y competencias de los que hoy carece.

La financiaci¨®n es el tema m¨¢s delicado. Mientras los partidos catalanes defienden que su modelo es constitucional y que se puede generalizar al resto de autonom¨ªas, el Gobierno rechaza cualquier sistema propio que no se haya pactado en el Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera y trasladado a la Ley Org¨¢nica de Financiaci¨®n. Las mejoras de esta Ley anunciadas por el Gobierno no convencen a la mayor¨ªa de los partidos catalanes. El problema se ha aplazado hasta el final de la negociaci¨®n.