Aguirre incumple su promesa sobre listas de espera
La Comunidad aprob¨® por decreto retrasar el c¨®mputo al momento de la cita con el anestesista
"Si en dos a?os, despu¨¦s de llegar a la presidencia de la Comunidad de Madrid, alg¨²n madrile?o tiene que esperar m¨¢s de 30 d¨ªas para ser operado, despu¨¦s de que el m¨¦dico le prescriba la operaci¨®n, yo dimito de la presidencia de la Comunidad de Madrid". La presidenta del Ejecutivo regional de Madrid, Esperanza Aguirre, hizo esta declaraci¨®n textual en un debate electoral en la cadena p¨²blica Telemadrid el 9 de mayo de 2003.
Era viernes por la tarde y el claro compromiso estaba lanzado y no s¨®lo con dos testigos inc¨®modos -los entonces candidatos del PSOE, Rafael Simancas, y de IU, Fausto Fern¨¢ndez- sino de la audiencia que asist¨ªa al ¨²nico debate televisado de la campa?a electoral para la Comunidad de Madrid.
"Si en dos a?os, despu¨¦s de llegar a la presidencia de la Comunidad de Madrid, alg¨²n madrile?o tiene que esperar m¨¢s de 30 d¨ªas para ser operado, despu¨¦s de que el m¨¦dico le prescriba la operaci¨®n, yo dimito de la presidencia de la Comunidad de Madrid". Esperanza Aguirre. 9 de mayo de 2003
Ayer se cumpli¨® el plazo de dos a?os que Aguirre se impuso para solucionar el problema, y contin¨²a al frente de su cargo. Despu¨¦s de aquel debate, Aguirre, en una entrevista a EL PA?S publicada el domingo 28 de diciembre de 2003, comenz¨® un rosario de matizaciones a un compromiso que desde su propio partido se consideraba de muy dif¨ªcil cumplimiento.
"Si se quiere elegir m¨¦dico y hospital, entonces no contar¨¢ el plazo de un mes. Pero si van a venir a operarse la cadera, por ejemplo, no s¨®lo de Castilla-La Mancha y de Andaluc¨ªa, sino tambi¨¦n de Marruecos, de Ecuador, de M¨¦xico, habr¨¢ que ponerse de acuerdo todas las comunidades para tener un sistema de equilibrio financiero", asegur¨® la presidenta.
Censados en Madrid
M¨¢s tarde, el 2 de marzo de 2004, Aguirre rectific¨® de manera evidente al hacer balance de su gesti¨®n a los 100 d¨ªas de ser elegida presidenta regional. Entonces asegur¨® que "s¨®lo los censados en Madrid computar¨¢n" en las listas de espera quir¨²rgica para considerar cumplido su compromiso electoral. En ese momento, Aguirre afirm¨® que "siempre" se hab¨ªa referido "a los madrile?os" y se quej¨® de que "muchos extranjeros acuden a hospitales de la capital porque les resulta mucho m¨¢s barato" aqu¨ª que en sus propios pa¨ªses.
Sin embargo, en la p¨¢gina 103 del programa electoral del PP a la Comunidad se lee: "Con car¨¢cter general, se asegurar¨¢ que ning¨²n paciente espere m¨¢s de 30 d¨ªas para que se le realice la operaci¨®n quir¨²rgica prescrita por su m¨¦dico". En lo que parec¨ªa una carrera por aclarar unas palabras que ya hab¨ªan quedado grabadas por Telemadrid, Aguirre volvi¨® a matizar dos d¨ªas despu¨¦s.
El 4 de marzo de 2004, en un acto en Pontevedra, la presidenta volvi¨® a suavizar su promesa. Esta vez el paso atr¨¢s se refer¨ªa al tipo de operaciones. "Me compromet¨ª a reducir en dos a?os la lista de espera a un mes para las operaciones sencillas y molestas, como las cataratas y los juanetes", afirm¨®. Luego a?adi¨® que en su promesa no estaban incluidas las intervenciones de "mayor complejidad".
En diciembre de 2004, para reforzar ante la opini¨®n p¨²blica que el cumplimiento del compromiso de rebajar la lista de espera iba viento en popa, la Comunidad lanz¨® una agresiva campa?a publicitaria en la que aseguraba que en Madrid se realizan al menos 1.000 intervenciones quir¨²rgicas al d¨ªa. "As¨ª se cumple un compromiso", sosten¨ªa el eslogan.
Pero el gran bandazo, el punto de inflexi¨®n, la rectificaci¨®n que le permitir¨ªa asegurar que hab¨ªa cumplido su compromiso electoral cinco meses antes de lo previsto, lleg¨® el pasado 2 de junio durante un pleno de la Asamblea de Madrid.
Entonces, la presidenta asegur¨® que el c¨®mputo de los 30 d¨ªas a los que se refiri¨® en la clara promesa realizada en Telemadrid, s¨®lo podr¨ªa empezar a contabilizarse a partir de que "el ¨²ltimo facultativo termine la ¨²ltima prueba" antes de que el paciente vaya a la mesa de operaciones. Es decir, donde dijo "despu¨¦s de que el m¨¦dico le prescriba la operaci¨®n", pas¨® a decir "despu¨¦s de que el ¨²ltimo facultativo termine la ¨²ltima prueba" del preoperatorio.
Este radical cambio en las palabras de Aguirre coincid¨ªa en el tiempo con el sistema de c¨®mputo ideado por su consejero de Sanidad, Manuel Lamela, para reducir el n¨²mero de pacientes en la lista de espera quir¨²rgica. De un plumazo dejaban de existir para su compromiso los enfermos a los que se les hab¨ªa prescrito una operaci¨®n pero que a¨²n no hab¨ªan visitado, por alg¨²n motivo, al anestesista.
En palabras de la propia Aguirre, se excluyen de la lista de espera a aquellos enfermos que rechazan un hospital privado concertado y los que est¨¢n en situaci¨®n de "transitoriamente no programables" (TNP), es decir, los que "no se pueden operar porque en ese momento tienen la tensi¨®n alta o un catarro, o bien los que reh¨²san ser operados porque va a llegar una hija suya que vive fuera, porque no les conviene en el mes de julio o porque no quieren hacerlo tan cerca de Navidad", seg¨²n explic¨® recientemente la presidenta.
Mediante estas correcciones, que PSOE e IU califican sin ambages de "ingenier¨ªa contable", Lamela ha conseguido que los pacientes en esta situaci¨®n -que la oposici¨®n denomina "el limbo de la lista de espera"- pasara de 2.941 en junio de 2004 a 13.477 en marzo de 2005. Cinco veces m¨¢s. O lo que es lo mismo: el 37,85% del total de pacientes que est¨¢n aguardando para entrar en quir¨®fano.
Ayer, en la celebraci¨®n de los dos a?os de su triunfo electoral, Aguirre dedic¨® s¨®lo 10 segundos a proclamar el cumplimiento de esta promesa estrella: "Hemos cumplido con el objetivo de que ning¨²n madrile?o espere m¨¢s de 30 d¨ªas para ser operado".
El siguiente compromiso de Aguirre es que "todas las mujeres a las que se les prescriba una mamograf¨ªa en Madrid, una prueba para la detecci¨®n del c¨¢ncer de mama, no tendr¨¢n que esperar m¨¢s de 40 d¨ªas para que les sea realizada". Pero este compromiso, esta vez, no tiene fecha de caducidad ni promesa de dimisi¨®n.
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