Despeje a c¨®rner

El jarro de agua mineral con el que un ujier llenaba los vasos del friso de la Mesa de las Cortes, antes de la sesi¨®n de control al presidente, era insuficiente para deglutir el estofado previsto. Francisco Camps ten¨ªa que dar cuenta sobre el fandango del Ivex. Adem¨¢s, la suerte le hab¨ªa centrado a Joan Ignasi Pla un bal¨®n al punto de penalti con el fraude de las facturas de Terra M¨ªtica. S¨®lo ten¨ªa que rematarlo. Esta munici¨®n se a?ad¨ªa al fuego cruzado de los mapas de corrupci¨®n, y, sin duda, la sangre salpicar¨ªa. Varios consejeros se pusieron de alfombra de Camps para acolcharle su acceso al hemiciclo, pero entonces la zaplanista indomable Elvira Suances, la de la foto, irrumpi¨® por encima con el pelo suelto y el wonderbra muy estrangulado, remachando su silueta como si esas fueran sus credenciales. La sangre ya se hab¨ªa cuajado. Y si faltaba algo, pas¨® Julio de Espa?a con la chaqueta m¨¢s larga por delante que por detr¨¢s, escorado como un cami¨®n con el cig¨¹e?al roto. Tras la campechan¨ªa previa al mazazo de salida subi¨® Seraf¨ªn Castellano para ensalzar el valenciano por haber entrado en el Comit¨¦ de las Regiones, pero lo esquilm¨® con su agreste locuacidad y sac¨® la zanahoria del imperialismo catal¨¢n, coronando su intervenci¨®n con frases cantinflescas. Luego lleg¨® Camps, se blind¨® la pechera con medallas y le inyect¨® una sobredosis de solemnidad a su el¨¦ctrica coreograf¨ªa. Incluso se le puso el escorzo ecuestre, como si fuera una estatua de Jaume I en la Grande Place de Bruselas. Y ah¨ª le lanz¨® Pla el tarugo del Ivex para apearlo de la grupa psicol¨®gica sobre la que cabalgaba. Le record¨® que dijo que asum¨ªa la gesti¨®n del Ivex de la A a la Z, enumer¨® sus irregularidades, le restreg¨® que Carlos Fabra estaba en los juzgados y le exigi¨® una comisi¨®n de investigaci¨®n para evitar que la senda de la pasividad le llevara a la de la complicidad con los corruptos. Pero despreci¨® el bal¨®n de Terra M¨ªtica. Camps sac¨® el botijo sudado con agua del trasvase del Ebro para apagar ese fuego, proyect¨® una sombra de duda de los socialistas en Orihuela y sac¨® de la chistera una comparativa del CIS seg¨²n la cual la preocupaci¨®n por la corrupci¨®n de los valencianos hab¨ªa pasado del 47% de la ¨¦poca socialista al 0,4%. Incluso sac¨® a Montilla, como si se hubiese estado calentando en las llamas de la Cope. Joan Rib¨® anill¨® un rosario con los asuntos de Luis Fernando Cartagena, Jos¨¦ Emilio Cervera, Carlos Fabra, Jos¨¦ Manuel Medina, Pedro ?ngel Hern¨¢ndez Mateo y le arre¨® a Camps sobre el yelmo dragonado. Y entonces le pregunt¨® por las facturas de Terra M¨ªtica. El presidente se repuso y despist¨® que no hab¨ªa entendido la pregunta. Rib¨® intensific¨® el tono y se permiti¨® regalarle el c¨®digo ¨¦tico del PP para que lo aplicase, pero Camps le llam¨® demagogo, sac¨® el ventilador y silabizando como en una guarder¨ªa proclam¨®: "No hay nada". Despej¨® a c¨®rner y le aplaudi¨® hasta Suances.