Bibliotecas

Hace un tiempo le¨ª en su peri¨®dico una serie de art¨ªculos y cartas al director que hac¨ªan referencia a la p¨¦sima situaci¨®n que existe en Madrid en lo que respecta a bibliotecas p¨²blicas. Cuando los le¨ª me sent¨ª aliviado porque cuando ya se toca fondo (y parec¨ªa que ya hab¨ªamos llegado a este punto), s¨®lo nos queda crecer.

Por desgracia no es as¨ª y la situaci¨®n siempre puede ser peor. Yo soy un vecino del barrio de Carabanchel, y he sido asiduo durante toda mi infancia y adolescencia a las bibliotecas p¨²blicas que exist¨ªan en mi distrito (en concreto dos, una municipal y otra de la Comunidad).

Despu¨¦s de este verano nos cerraron una biblioteca (la municipal) y nos qued¨¢bamos solamente con la biblioteca de la Comunidad de Madrid situada en el Centro de Educaci¨®n de Adultos de Pan Bendito (conocida popularmente como "la c¨¢tedra") que cuenta con una sala min¨²scula que no llega a 120 metros cuadrados y con un equipamiento correspondiente a este espacio.

Pues esta biblioteca lleva desde el mes de septiembre abriendo tres d¨ªas por semana en la ma?ana y dos d¨ªas por la tarde debido, seg¨²n parece, a que una de las trabajadoras de la biblioteca est¨¢ de baja. Por esta raz¨®n deciden no contratar a nadie para la sustituci¨®n y as¨ª conseguir que un barrio modesto siga sin poder acceder a la cultura, mientras nos bombardean con anuncios en televisi¨®n dici¨¦ndonos que si nosotros no leemos, nuestros hijos tampoco lo har¨¢n.