Nada es eterno
Los fondos de renta variable japonesa acumulan desde comienzos de a?o una rentabilidad de 32%, algo que los sit¨²a entre los m¨¢s rentables del a?o. Al comenzar 2005 nada parec¨ªa augurar que el comportamiento de la Bolsa japonesa fuera a ser tan impresionante. De hecho, durante los primeros meses, y hasta mediados de mayo, el Nikkei 225 tuvo un comportamiento irregular que lo hab¨ªa llevado para esas fechas un 6% por debajo de su nivel de principios de a?o. Desde entonces, la revalorizaci¨®n de la Bolsa en Jap¨®n supera el 36% y, como de costumbre, surge la misma pregunta: ?puede esto durar?
Si nos fiamos por lo que la econom¨ªa y la Bolsa japonesa han venido haciendo durante los ¨²ltimos 16 a?os, la respuesta inicial habr¨ªa de ser un no: desde el 1 de enero de 1990, cuando el ¨ªndice Nikkei, muy cercano a los 40.000 puntos, inici¨® una ca¨ªda continuada que lo llevar¨ªa hasta 7.600 (acumulando, pues, una p¨¦rdida del 80%), tanto la econom¨ªa como la Bolsa han iniciado al menos cinco falsas recuperaciones que alentaban la esperanza de inversores y empresarios para terminar provocando cuantiosas p¨¦rdidas. Eso ha hecho que cada nueva arrancada de las bolsas japonesas se mire con aprensi¨®n y desconfianza.
Como en momentos anteriores han sido, sobre todo, inversores internacionales los que han cebado la bomba de la subida de las bolsas en Jap¨®n, confiados en que esta vez el clima empresarial interno y externo favorezca un intento sostenible.
Entre los factores que alimentan este optimismo est¨¢ la fuerte demanda de m¨¢quinas herramienta, algo que hace pensar en que ha llegado la hora de renovar el envejecido parqu¨¦ empresarial japon¨¦s. Tambi¨¦n la demanda procedente de China alienta esa misma perspectiva, que est¨¢ siendo confirmada por la revisi¨®n al alza de los beneficios empresariales o la promesa de reformas del reci¨¦n reelegido primer ministro, Yunichiro Koizumi. Si todo ello se confirma, Jap¨®n dejar¨ªa atr¨¢s un periodo de 16 a?os en los que su econom¨ªa se qued¨® estancada, con un sistema bancario al borde de la quiebra y en medio de una fuerte ca¨ªda de precio de los activos inmobiliarios.
Las dificultades propias de la econom¨ªa japonesa se vieron acentuadas por una inadecuada gesti¨®n de su pol¨ªtica monetaria y fiscal: a mediados de los a?os noventa hubo subidas de los impuestos, as¨ª como de los tipos de inter¨¦s, en momentos en los que la econom¨ªa empezaba a reaccionar, lo que cort¨® de ra¨ªz el impulso expansivo.
Seguro que las autoridades monetarias y fiscales, as¨ª como los mismos empresarios japoneses, han aprendido mucho de aquellas lecciones. Las expectativas parecen, pues, buenas para los fondos de renta variable japonesa. Aunque no habr¨¢ que dejar de lado una dosis de escepticismo. El mismo que reza en el silabario japon¨¦s que entonaban los ni?os: hiro ha nihohe to...; que suele traducirse como "aunque exhala perfume, el color se marchita y cae; en nuestro mundo nada es eterno". Aunque tampoco tenga por qu¨¦ serlo el estancamiento econ¨®mico.
Juan Ignacio Crespo es director general de Finanduero.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.