El Camp Nou se relame con su Bar?a
Portentosa exhibici¨®n de juego del equipo azulgrana, que golea al Racing y enlaza su octava victoria consecutiva
Un Bar?a plet¨®rico volvi¨® a demostrar que atraviesa uno de sus momentos m¨¢s dulces de sus ¨²ltimos a?os. R¨¢pido, voraz, ofreciendo un recital, los azulgrana se deshicieron con una facilidad pasmosa del Racing, que llegaba al Camp Nou con la aureola de equipo dif¨ªcil lejos de Santander: cinco partidos fuera llevaba sin perder. Su t¨¦cnico asegur¨® que no acudi¨® al estadio barcelonista de turismo pero el Bar?a es ahora una m¨¢quina de jugar, que ha engrasado hasta una perfecci¨®n insospechada sus ¨²ltimas piezas y que ni se inmuta si se las cambian. Eto'o hizo un gol prodigioso -saludado con pa?uelos-, Messi se estren¨® como goleador en la Liga, Ronaldinho celebr¨® a lo loco su gol de penalti -su n¨²mero 50 con el Bar?a- y hasta Sylvinho se estren¨® tambi¨¦n como goleador con el Bar?a anotando el cuarto tanto. Casquero repar¨® la avalancha -el Camp Nou core¨® el nombre de hasta cinco jugadores- marcando de penalti.
BARCELONA 4 - RACING 1
Barcelona: V¨ªctor; Belletti (Gabri, m. 80), Puyol, M¨¢rquez, Sylvinho; Xavi, Edmilson (Iniesta, m. 69), Deco; Messi (Giuly, m. 66), Eto'o y Ronaldinho.
Racing: Aouate; Pinillos, Morat¨®n, Neru, Ayoze (Regragui, m. 62); Vitolo (Casquero, m. 60), Antonio Tom¨¢s; Melo, Dalmat (Aganzo, m. 60), Serrano; y Juanjo.
Goles: 1-0. M. 31. Eto'o roba un bal¨®n en campo propio, se deshace de tres defensas y cruza sobre la salida de Aouate. 2-0. M. 51. Messi recibe de Eto'o, penetra por la derecha y cruza con la zurda. 3-0- M. 56. Ronaldinho transforma, por alto y junto al palo, un penalti cometido por Pinillos. 4-0. M. 66. Sylvinho, tras una pared con Deco, se interna, rechaza Neru y el bal¨®n se cuela tras rebotar en Sylvinho. 4-1. M. 70. Casquero ejecuta por bajo un penalti de M¨¢rquez.
?rbitro: Ram¨ªrez Dom¨ªnguez. Expuls¨® a Aganzo (m. 73). Amonest¨® a Morat¨®n y Edmilson.
Camp Nou. 57.422 espectadores.
Todo el partido vali¨® por el maravilloso gol de Eto'o, que provoc¨® el ¨¦xtasis del estadio. El Bar?a no estaba haciendo nada del otro mundo en comparaci¨®n con sus ¨²ltimas exhibiciones. Eso s¨ª: ten¨ªa el partido controlado, el bal¨®n era suyo y a fogonazos dejaba pinceladas de la extraordinaria clase de Ronaldinho, de Messi o del propio delantero camerun¨¦s. Pero quiz¨¢ se estaba relamiendo en exceso con paredes, taconazos y sombreros. Ni siquiera hab¨ªa chutado con peligro a puerta, salvo un tiro desviado de Deco. Ronaldinho fall¨® en el primer minuto un penalti de Morat¨®n sobre M¨¢rquez -lo detuvo Dudu- pero el error, muy temprano, apenas afect¨® al Bar?a, cada vez m¨¢s seguro de su juego. Eso antes habr¨ªa desatado un ataque de nervios pero ahora ya no. Como si los azulgrana supieran que todo iba a ser cuesti¨®n de tiempo.
El Racing avanz¨® algo las l¨ªneas y el partido a la media hora estaba en punto muerto cuando Eto'o apareci¨® y se fue directo como una gacela hacia la porter¨ªa. Su gol merece todos los adjetivos posibles y seguramente ser¨¢ uno de los mejores de los muchos que anotado en su vida. El camerun¨¦s le birl¨® el bal¨®n a Vitolo en campo propio, inici¨® una carrera en la que invirti¨® ocho segundos, dribl¨® a tres defensas y se escor¨® en el ¨¢rea hasta la izquierda para meter con el interior del pie derecho un chut cruzado, preciso y potente que se clav¨® en el lateral de la red. A la jugada no le falt¨® nada: la presi¨®n para recuperar el bal¨®n, la velocidad, la fuerza, el regate y el toque final a gol. Todo en ocho segundos y otros tantos toques. Los pa?uelos afloraron en el Camp Nou. Quiz¨¢ dir¨¢ Rijkaard que hay cosas que no le gustan de este equipo pero si el Bar?a puede permitirse el lujo de vivir m¨¢s tranquilo.
Posiblemente, una de las mejores virtudes de este equipo es que juegue quien juegue, no se resiente. Tras la agon¨ªa del a?o pasado, el Bar?a tiene ahora una profundidad de banquillo impagable. Ayer, no jug¨® Oleguer: le sustituy¨® Belletti y no se not¨®. Volvi¨® Sylvinho por Gio y lo mismo. Y Messi, que descans¨® ante el Bremen, volvi¨® al equipo titular y, como siempre, fue determinante. Con ganas de marcar, se fue en la primera parte de Vitolo y Antonio pero fall¨® en el remate. No le pas¨® a la segunda vez que lo intent¨®. Deco, uno de los motores indiscutibles del Bar?a, rob¨® un bal¨®n, Eto'o asisti¨® al argentino que, vertical, se meti¨® en el ¨¢rea, recort¨® al defensa y meti¨® un chut cruzado imposible para Dudu.
Messi lo festej¨® a lo grande y Ronaldinho, picado por su penalti fallado, quiso sumarse a la fiesta. Rapid¨ªsimo, se meti¨® en el ¨¢rea y Pinillos le derrib¨®. Fue bastante m¨¢s claro que el primero. El brasile?o se fue como una exhalaci¨®n a la pelota. Hoy le dar¨¢n el Bal¨®n de Oro en Par¨ªs y no era cuesti¨®n de llegar a su antigua ciudad habiendo fallado dos penas m¨¢ximas. Volvi¨® a tirarlo por la derecha, como acostumbra y como sab¨ªa Dudu. No import¨®. Chut¨® con tal fuerza y precisi¨®n, a media altura y junto al palo, que el remate result¨® mortal de necesidad. Ronaldinho lo celebr¨® como un loco, levantando al estadio y a sus compa?eros.
Nadie desentona en este Bar?a. Hasta Puyol se atrevi¨® a driblar y Sylvinho abandon¨® el lateral para, en colaboraci¨®n con la defensa, anotar el cuarto tanto. El Racing apenas pudo oponer resistencia. S¨®lo hab¨ªa perdido en uno de sus seis desplazamientos y solo hab¨ªa encajado tres goles. Ayer, recibi¨® cuatro. Una mano inocente de M¨¢rquez le sirvi¨® para que Casquero marcara de penalti. Fue su ¨²nico chut a puerta. Acab¨® el ¨²ltimo cuarto de hora con diez jugadores por un codazo de Aganzo a M¨¢rquez, esperando que la avalancha acabara. No pod¨ªa hacer m¨¢s ante la m¨¢quina de hacer f¨²tbol en que se ha convertido el Bar?a de Rijkaard, que enlaz¨® su octava victoria consecutiva.
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