Avances en Bosnia
Si hace unos meses el mundo conmemoraba el d¨¦cimo aniversario de la terrible matanza de Srebrenica, esta semana se ha cumplido una d¨¦cada de la firma de los Acuerdos de Dayton, que fueron rubricados en una base de Ohio por los hist¨®ricos contendientes de la guerra en Bosnia-Herzegovina tras la dura reacci¨®n a¨¦rea de la OTAN que sigui¨® a aquel genocidio. Coincidiendo con este aniversario se han producido dos hechos significativos que pueden suponer el mayor salto cualitativo en la transici¨®n desde una paz precaria hacia una integraci¨®n en el mapa europeo de la estabilidad y cooperaci¨®n. Pueden y deben -cabe decir- porque es imprescindible generar nuevos impulsos para evitar las frustraciones y sus peligros notorios en los Balcanes.
El primero es que los tres presidentes de Bosnia y los jefes de sus partidos m¨¢s representativos (musulmanes, croatas y serbios) se han comprometido en Washington a tener lista en marzo pr¨®ximo una reforma constitucional que otorgue mayores poderes al Gobierno federal y supere la divisi¨®n territorial que Dayton no pudo impedir en su d¨ªa y que cristaliz¨® en la creaci¨®n de una rep¨²blica serbia dentro del Estado bosnio. Aunque este acuerdo, como todos los habidos entre las diferentes fuerzas bosnias, responde a intensas presiones de Estados Unidos y la Uni¨®n Europea, tambi¨¦n es reflejo de una lenta cicatrizaci¨®n de heridas y de nuevas realidades que han recreado un tejido socio-econ¨®mico destruido en su d¨ªa por una atroz guerra ¨¦tnica que caus¨® m¨¢s de 200.000 muertos y millones de desplazados. Entre ellas y primordialmente la irrupci¨®n en el escenario pol¨ªtico de una nueva generaci¨®n con grandes expectativas de futuro y pocas obsesiones con el pasado.
El segundo hecho relevante es la reciente firma en Sarajevo por el Gobierno bosnio del comienzo del proceso de asociaci¨®n con la Uni¨®n Europea, cuyo objetivo declarado en un lejano horizonte es la plena integraci¨®n de Bosnia en la Europa de las libertades.
La UE y Estados Unidos saben muy bien lo que se juegan en los Balcanes, donde las preocupaciones no son pocas, empezando por las decisivas negociaciones para establecer el estatus final de Kosovo, la todav¨ªa t¨¦cnicamente provincia serbia de mayor¨ªa albanesa constituida en protectorado de la ONU. Todo aumento de la cooperaci¨®n inter¨¦tnica en Bosnia que contribuya a su prosperidad y estabilidad tendr¨¢ un enorme efecto positivo en Kosovo, pero tambi¨¦n en Serbia, donde las reformas democratizadoras no acaban de cuajar y sobre la que pende un ultim¨¢tum occidental para que facilite la entrega al Tribunal de La Haya de los genocidas Radovan Karadzic y Ratko Mladic.
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