Pintura y vida
"Me pinto a m¨ª misma porque estoy sola con frecuencia. Soy el tema que conozco mejor". La frase de Frida Kahlo es el mejor compendio de la obra de una artista en la que los v¨ªnculos entre vida y pintura alcanzaron su m¨¢xima expresi¨®n. La Fundaci¨®n Caixa Galicia ha tra¨ªdo a Santiago de Compostela una selecci¨®n de fondos del Museo Dolores Olmedo de M¨¦xico que descubren las distintas caras de una mujer que vivi¨® siempre intensamente -pese a los graves problemas f¨ªsicos que tuvo que afrontar desde ni?a- y que utiliz¨® la pintura como un medio para exhibir sus sentimientos m¨¢s ¨ªntimos. La controversia sobre la val¨ªa art¨ªstica de Frida Kahlo no parece tener fin, pero cuando se alcanza la condici¨®n de mito estas cuestiones empiezan a carecer de importancia. Ya hace tiempo que fue elevada a los altares de la modernidad y el peculiar universo pict¨®rico que construy¨® en sus cuadros ha pasado a convertirse en una referencia universal. Seguramente, Frida es la mujer-artista m¨¢s conocida de la historia y esa fama sit¨²a su figura muy por encima de la calidad de sus cuadros.
FRIDA KAHLO
Fundaci¨®n Caixa Galicia
R¨²a do Vilar, 19
Santiago de Compostela
Hasta el 20 de enero de 2006
El amplio abanico temporal de las obras seleccionadas para esta muestra nos permite seguir la evoluci¨®n de una artista que comenz¨® a pintar casi por casualidad. Sus primeros dibujos y pinturas parecen los de una aficionada cualquiera, pero la arrolladora personalidad de Frida no tarda en plasmarse en su obra. La fuerza narrativa de unos cuadros que hablan abiertamente de las obsesiones de su autora -la fertilidad, la enfermedad, el sexo, la muerte- no dejan a nadie indiferente. Todav¨ªa hoy conmueve el exhibicionismo emocional de una artista que no duda en desnudar su alma en cada una de sus obras. Tal vez ¨¦se sea la verdadera causa del impacto que sus cuadros causan.
Entre los varios autorretra
tos presentes en la exposici¨®n destaca La columna rota, una obra realizada en 1944, poco despu¨¦s de sufrir una delicada operaci¨®n quir¨²rgica en la columna vertebral que la dej¨® postrada en la cama durante un largo periodo. Pese al dolor f¨ªsico que transmite la pintura, Frida aparece en ella con l¨¢grimas en los ojos pero sin asomo de dolor en su rostro. Es un fiel reflejo de su actitud ante la vida. Aunque muchos se empe?aron en calificar su pintura como surrealista, Frida siempre dec¨ªa cuando le preguntaban que ella se limitaba a pintar su propia realidad. As¨ª lo hizo tambi¨¦n en obras como Hospital Henry Ford (1932), en la que la artista no duda en describir el aborto que sufri¨® ese mismo a?o en un hospital norteamericano, o El cami¨®n (1929), que hace referencia al grave accidente de tr¨¢fico ocurrido cuando contaba 18 a?os.
Adem¨¢s de los 27 cuadros
exhibidos, la exposici¨®n se completa con una serie de fotograf¨ªas y objetos personales de escaso valor art¨ªstico pero que contribuyen a desvelar los misterios que rodeaban a una mujer que supo transmitir como nadie la pasi¨®n que pon¨ªa en cada una de las actividades que realizaba. Por eso es imposible disociar a la Frida artista de la mujer que convirti¨® a su obra en un diario de las obsesiones que alimentaron su vida.
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