V¨ªctima y verdugo, puerta con puerta
El terrorista de ETA que mat¨® en 1980 a Ram¨®n Baglietto compra una cristaler¨ªa en los bajos de la casa de Azkoitia donde vive su viuda, Pilar El¨ªas, actual concejal del PP
La mujer de la fotograf¨ªa se llama Pilar El¨ªas. Est¨¢ a punto de llegar a su casa de toda la vida, el n¨²mero 14 de la calle Ibai-Ondo, en Azkoitia, un pueblo de 10.000 habitantes en la provincia de Guip¨²zcoa. El 13 de mayo de 1980, a las nueve menos cuarto de la noche, su marido, Ram¨®n Baglietto, due?o de una tienda de muebles y simpatizante de la UCD, la llam¨® para decirle: "Ve preparando la cena, que voy para casa". En el camino, un terrorista de ETA lo acribill¨® a tiros. Unos d¨ªas despu¨¦s, Nieves Baglietto, hermana de Ram¨®n, madre de 10 hijos y dirigente local del partido de Adolfo Su¨¢rez, empez¨® a recibir llamadas sucesivas de una voz que siempre dec¨ªa lo mismo: "Si no quieres ser la pr¨®xima, vete de Euskadi". Antes del verano, Nieves se march¨® a un exilio del que todav¨ªa no ha vuelto. Pilar, en cambio, opt¨® por quedarse.
Kandido Azpiazu se muestra tranquilo. Dice que el pueblo est¨¢ con ¨¦l y no con la viuda
Nieves Baglietto: "La orden de matar a mi hermano la dio Antxon, hijo de una prima m¨ªa"
Sac¨® adelante a sus dos hijos, que ten¨ªan 13 y 9 a?os cuando se qued¨® viuda, y luego decidi¨® honrar la memoria de Ram¨®n present¨¢ndose a concejal de Azkoitia por las listas del PP. Sali¨® elegida y por eso en la fotograf¨ªa -tomada el pasado viernes- aparece acompa?ada por uno de sus escoltas. ?sta es la historia de los 25 a?os que han pasado desde aquel martes lluvioso que nunca olvidar¨¢ Pilar. Hay un detalle m¨¢s en la fotograf¨ªa que debe tenerse en cuenta: la cristaler¨ªa que est¨¢ junto a su portal, y en la que todos los d¨ªas se ve reflejada cuando vuelve del mercado, acaba de ser comprada por Kandido Azpiazu, el hombre que mat¨® a su marido.
"Ram¨®n tardaba. Cuando son¨® el timbre, no era ¨¦l, sino un carmelita t¨ªo suyo. Me dijo: 'Ram¨®n ha tenido un accidente'. Y yo le respond¨ª enseguida: no, a Ram¨®n lo han matado". A Pilar El¨ªas le sobraban motivos para albergar aquel presentimiento. La organizaci¨®n terrorista, que aquel a?o mat¨® a 96 personas, se hab¨ªa propuesto exterminar a la UCD en el Pa¨ªs Vasco. Tres de sus dirigentes -Jos¨¦ Ustar¨¢n, Jaime Arrese y Juan de Dios Doval- fueron asesinados en el plazo de un mes. Por eso, cuando la polic¨ªa se present¨® en casa de Nieves Baglietto y le dijo que ella tambi¨¦n estaba en las listas de ETA, no tuvo m¨¢s remedio que hacerle caso a aquella voz an¨®nima. "Yo he sido una mujer audaz, valiente y a veces tambi¨¦n temeraria, pero ten¨ªa 10 hijos. El m¨¢s peque?o, de 12 a?os. No los pod¨ªa dejar sin madre. El partido tambi¨¦n me pidi¨® que me fuera. A m¨ª y a otros compa?eros. Fuimos muchos los que tuvimos que partir hacia el exilio. Yo llegu¨¦ a Madrid aquel mismo verano. Ten¨ªa 55 a?os y la necesidad de empezar desde cero una nueva vida".
A los pocos d¨ªas del asesinato de Ram¨®n, la polic¨ªa detuvo al autor de los disparos. Tambi¨¦n era vecino de Azkoitia y se llamaba Kandido Azpiazu Beristain. V¨ªctima y asesino ten¨ªan una historia en com¨²n. Seg¨²n el testimonio de Pedro Mari Baglietto, otro de los hermanos del asesinado, las vidas de Ram¨®n y de Kandido ya se hab¨ªan cruzado en 1962. "Mi hermano estaba en la puerta del negocio familiar cuando observ¨® a una se?ora que llevaba a un ni?o en brazos y a otro de la mano, que sali¨® corriendo justo en el momento en que se acercaba un cami¨®n. La se?ora se lanz¨® tras el muchacho con la intenci¨®n instintiva de protegerlo, y a Ram¨®n apenas le dio tiempo de quitarle al ni?o que ten¨ªa en brazos y ver con horror c¨®mo la madre y el otro hijo mor¨ªan aplastados. Pues bien, el ni?o que qued¨® en sus brazos aquel d¨ªa ser¨ªa, 18 a?os despu¨¦s, uno de los miembros del comando que acab¨® con su vida. El presunto autor del tiro de gracia en su sien".
Kandido Azpiazu fue juzgado y condenado a 49 a?os y dos meses de prisi¨®n por el asesinato de Ram¨®n Baglietto. Sin embargo, redimi¨® pena en las c¨¢rceles de Burgos y San Sebasti¨¢n y sali¨® en libertad condicional en 1995, apenas 15 a?os despu¨¦s del crimen. Pilar El¨ªas recuerda bien aqu¨¦l d¨ªa.
"Yo estaba en Zarautz. Hab¨ªa ido al mercado a hacer la compra cuando me llam¨® mi vecina Paquita. Me dijo: '?No sabes que est¨¢n preparando un homenaje porque vuelven al pueblo los asesinos de tu marido?' Me llev¨¦ tal impresi¨®n que me volv¨ª a casa sin hacer la compra".
Los hijos de Pilar El¨ªas, que ya se casaron y se fueron de Azkoitia, no dejan de pedirle a su madre que deje para siempre un lugar tan lleno de malos recuerdos, pero ella se resiste. Sentada en una cafeter¨ªa, vigilada siempre por sus guardaespaldas, asegura que seguir¨¢ al pie del ca?¨®n, pero admite que motivos no le han faltado para jubilarse de la pol¨ªtica y los disgustos. La primera vez que tom¨® posesi¨®n como concejal, lo hizo tambi¨¦n un preso preventivo de ETA. Se le acusaba de haber huido a Suram¨¦rica tras participar en el asesinato de su marido. Tras ser entregado a Espa?a, y a la espera de juicio, hab¨ªa sido elegido concejal en las listas de Herri Batasuna. "Nos sentaron a los dos juntos, a la v¨ªctima y al asesino, y el sal¨®n de pleno se llen¨® de gente para ver aquel espect¨¢culo. Yo me esforc¨¦ en parecer tranquila, pero no sabes c¨®mo me bailaban los pies". El terrorista fue condenado y despose¨ªdo por tanto de su acta de concejal. Pilar lo perdi¨® de vista, pero el horizonte no tard¨® en oscurecerse de nuevo.
Se precia Pilar de mantener una muy buena relaci¨®n con sus vecinos. Eso inclu¨ªa a C¨¦sar Boo, un cristalero de origen gallego que hace 20 a?os compr¨® los bajos del n¨²mero 14 de la calle Ibai-Ondo e instal¨® su negocio. Desde un tiempo a esta parte, C¨¦sar le ven¨ªa diciendo a Pilar que ten¨ªa ganas de vender el local y retirarse. "No hace mucho, una vecina me dijo que se hab¨ªa traspasado la cristaler¨ªa y yo me alegr¨¦, la verdad, por C¨¦sar. Pero enseguida me dijo: 'Esp¨¦rate, Pilar, que tienes que escuchar la segunda parte. La ha comprado Candidito'. No me lo pod¨ªa creer...".
La inscripci¨®n registral no deja lugar a dudas. Ante la notaria de Azkoitia Gemma Fern¨¢ndez, el matrimonio formado por C¨¦sar Boo y Pilar Uranga vendieron el 16 de marzo a Kandido Beristain y a su mujer, Milagros Altuna, un local de 91 metros cuadrados en la calle Ibai-Ondo n¨²mero 14. El importe de la venta, 120.202 euros y 42 c¨¦ntimos, y un cr¨¦dito principal de 53.000 euros suscrito por La Caixa y a devolver en 120 cuotas... Pilar se desespera. "No me puedo creer que el asesino de mi marido haya sido capaz de poner el local a su nombre cuando ni siquiera nos ha pagado a m¨ª y a mis hijos la indemnizaci¨®n a la que fue condenado".
El viernes, como todos los d¨ªas, Kandido Azpiazu y su esposa salieron de su negocio, Aldako Cristaler¨ªa, a la una de la tarde. Ella admiti¨® a este peri¨®dico que el hecho de que Pilar El¨ªas viva encima le produce malestar y nerviosismo, pero el antiguo militante de ETA asegur¨® que no le afecta. "Tuve la oportunidad de comprar este negocio y lo compr¨¦. S¨®lo quiero trabajar y que me dejen tranquilo". Dijo que no deseaba entrevistas, pero invit¨® al periodista a entrar en su tienda para protegerse del fr¨ªo y dejar claras varias cuestiones. Seg¨²n ¨¦l, es Pilar El¨ªas la que anda buscando el enfrentamiento -hace unos d¨ªas coincidieron y sus miradas se cruzaron-. Tambi¨¦n dijo estar seguro de que los vecinos de Azkoitia lo respaldan a ¨¦l y no a ella. Rechaz¨® de plano la cuesti¨®n de si ser¨ªa admisible que un violador, aun despu¨¦s de cumplir la condena, se fuese a vivir junto a su v¨ªctima. "No tiene nada que ver", dijo, "lo que pasa es que fuera de Euskal Herria no se entiende lo que pasa aqu¨ª. Todos los pueblos han utilizado en alg¨²n momento la lucha armada para conseguir su independencia... Quiz¨¢s ahora ya no sea el momento, pero estamos hablando de otros tiempos...".
Nieves Baglietto cumpli¨® el martes 80 a?os. Ha escrito un libro, a¨²n sin publicar, sobre su vida tan dif¨ªcil. Tiene, pese a las tristezas, un humor excelente. Se maneja por Internet como una adolescente, utiliza ADSL y la ¨²ltima versi¨®n de Windows y en su casa tiene alojados a estudiantes que la ayudan a mantenerse a la ¨²ltima.
Ahora que se barrunta la paz en el Pa¨ªs Vasco, le da miedo que se olviden los sufrimientos de tantos como ella. Dice que en su tierra los pasos de v¨ªctimas y verdugos se cruzan sin remedio. Cuenta una historia familiar: "Yo soy vascohablante, oriunda del caser¨ªo Lersundi. La orden de matar a mi hermano la dio el jefe de ETA Eugenio Etxebeste, Antxon. Su madre era Baglietto, como yo. Es mi prima Conchita, y todav¨ªa vive. Las dos somos longevas. Jug¨¢bamos de ni?as, pero no nos hemos vuelto a ver. Qu¨¦ nos vamos a decir..."
Es la ¨²nica historia que el jueves hizo llorar a Nieves en su exilio de Madrid. "Parece que todo est¨¢ enterrado, pero no".
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