"Es el momento de dar un giro"
Butrague?o, vicepresidente del Madrid, justifica la destituci¨®n de Luxemburgo, cuya marcha descart¨® hace s¨®lo 10 d¨ªas
Florentino P¨¦rez, el presidente del Madrid, no aguant¨® m¨¢s. Hace diez d¨ªas, reciente a¨²n la sonrojante derrota de su equipo ante el Bar?a (0-3), frescos los recuerdos de los silbidos de la afici¨®n tras el empate contra el Ly¨®n, el Madrid ratific¨® a Vanderlei Luxemburgo como su entrenador. "En ning¨²n momento se ha planteado el cese del entrenador", anunci¨® el club en un comunicado. Fue el aviso de la sentencia que estaba por llegar: Luxemburgo, que se hizo cargo del equipo en diciembre de 2004, fue destituido ayer por unanimidad, tras una reuni¨®n de m¨¢s de dos horas de la directiva del Madrid, convocada en Junta Extraordinaria en el estadio Bernab¨¦u. La decisi¨®n, sin embargo, se empez¨® a fraguar tras la victoria del Madrid contra el Getafe (1-0), vivida en el palco presidencial como una derrota, casi como un funeral. Resultado: Luxemburgo, cuyo contrato finalizaba en junio de 2006, ser¨¢ sustituido por Juan Ram¨®n L¨®pez Caro, t¨¦cnico del filial, que ocupar¨¢ el cargo varias semanas o hasta junio, seg¨²n el club encuentre o no a otro entrenador.
L¨®pez Caro, el reemplazo temporal, viajar¨¢ ya hoy con el equipo a Atenas, a disputar la 'Champions'
"La situaci¨®n del equipo ha llegado a un punto en que necesitaba un cambio", explic¨® Emilio Butrague?o, vicepresidente del club, qui¨¦n dijo que la decisi¨®n hab¨ªa sido tomada "por unanimidad", aunque no quiso aclarar si Arrigo Sacchi, director de f¨²tbol, y Ram¨®n Mart¨ªnez, adjunto a la direcci¨®n de f¨²tbol, los valedores de Luxemburgo, hab¨ªan defendido o no su continuidad. "Pensamos que el rendimiento del equipo no responde a las expectativas y nos preocupa", argument¨®. "Estamos en un momento delicado y creemos que es el momento de dar un giro", continu¨®, tras reconocer que en ocasiones anteriores hab¨ªa defendido al entrenador pero que "hoy la percepci¨®n es distinta. Ha sido una decisi¨®n m¨¢s global, no s¨®lo por el partido del s¨¢bado. Pensamos que esta plantilla puede hacer mejor f¨²tbol".
Algo debi¨® olerse el entrenador brasile?o cuando mir¨® al cielo de buena ma?ana. Llov¨ªa. Hac¨ªa fr¨ªo. Y tres negros nubarrones oscurec¨ªan su futuro. El primero lleg¨® en forma de reuni¨®n. Luxemburgo, afectado por las protestas del Bernab¨¦u, que no le perdona que apueste por los defensas cuando el equipo empata o va ganando con agobios, pidi¨® audiencia a Emilio Butrague?o, vicepresidente del Madrid, y a Arrigo Sacchi, director de f¨²tbol. Se encontraron a las 10 de la ma?ana, en la Ciudad deportiva de Valdebebas. Y el brasile?o, que lleg¨® el ¨²ltimo al entrenamiento, sali¨® del encuentro convencido de que le iban a destituir: los directivos le hicieron saber el descontento de varios miembros de la Junta directiva y le pidieron que estuviera atento a su tel¨¦fono m¨®vil. Terminada la reuni¨®n, Luxemburgo sali¨® al c¨¦sped. Se sent¨® en el banquillo junto a Antonio Mello, su ayudante. Y no se movi¨® de all¨ª. Era el segundo nubarr¨®n. Quedaba un tercero. "Nosotros no sabemos nada. No sabemos qu¨¦ va a pasar. Estamos comprometidos con el entrenador. Estamos a tope con ¨¦l, como con todos los entrenadores que ha habido desde que yo estoy aqu¨ª", dijo Pav¨®n. Su alegato, por repetido con los antecesores del brasile?o, era un mal presagio. Y, por momentos, pareci¨® que el t¨¦cnico lo supiese.
Luxemburgo, moderna cazadora vaquera contra el fr¨ªo, lleg¨® a la puerta de salida de Valdebebas y se fue despidiendo, uno por uno, ritualmente, de todos los periodistas. Le acompa?aban Mello ("no se nada", dec¨ªa), Campos, Marcos Teixeira y Patricia Teixira, sus ayudantes brasile?os, que tambi¨¦n abandonar¨¢n el club. Robinho, Roberto Carlos y Ronaldo, tambi¨¦n brasile?os, la otra pata en que se apoyaba su poder en el equipo, ya se hab¨ªan marchado, vencidos por unas inusuales prisas. El entrenador, serio, cariacontecido, a¨²n confiaba en su continuidad en el cargo: "Hasta ma?ana, hasta ma?ana, hasta ma?ana", repet¨ªa insistentemente. No se hab¨ªa despedido de sus jugadores, seg¨²n reconoc¨ªan en el vestuario del Madrid. Los rumores, sin embargo, le daban por cesado.
Los hechos, tambi¨¦n: Florentino P¨¦rez, el presidente, se reuni¨® durante la tarde con Ram¨®n Mart¨ªnez, el secretario t¨¦cnico; Emilio Butrague?o, vicepresidente; y Arrigo Sacchi, director de f¨²tbol. Luxemburgo, que hab¨ªa sido invitado a la reuni¨®n, prefiri¨® no asistir y "estar tranquilo, con su familia", seg¨²n Butrague?o.
Luego llegaron el resto de directivos, con la salvedad de Fernando Fern¨¢ndez Tapias y Juan Abell¨®. Comenzaron las discusiones. Y se empezaron a encontrar soluciones: el filial jugaba ayer contra el N¨¢stic en Tarragona. El equipo deb¨ªa volver en autob¨²s. El club decidi¨® fletar un vuelo charter s¨®lo para los diez jugadores convocados por Luxemburgo para el partido de Champions contra el Olympiakos. Ten¨ªan compa?¨ªa: mientras la Junta del Madrid decid¨ªa el futuro de Luxemburgo, L¨®pez Caro, su sustituto, hac¨ªa las maletas para volar a Madrid y ocupar su nuevo cargo.
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